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sábado, 7 de diciembre de 2024

Lo que dejó la Titan Tropic 2016

El occidente de Cuba sirvió de plataforma para la más espectacular competencia de Mountain Bike del Caribe: la Titan Tropic...

Norland Rosendo González en Exclusivo 13/12/2016
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titan tropic calixto
Mojica, el mejor ciclista de Cuba en la actualidad

Por segundo año consecutivo —por fortuna, se augura como una regularidad cada diciembre—, el occidente de Cuba sirvió de plataforma para la más espectacular competencia de Mountain Bike del Caribe: la Titan Tropic. Como la de la 2015, esta fue ganada por el colombiano Diego Alejandro Tamayo, y entre las mujeres, el premio gordo se lo agenció una cubana.

Similar a la anterior, Tamayo se enfundó desde el mismo día de la apertura la camiseta naranja de líder y no la soltó jamás; igual sucedió en la clasificación femenina, la anfitriona Marlies Mejías, una perfecta desconocida en estos trajines del ciclismo de montaña, se robó el show desde el primer pedalazo y tampoco dejó que nadie acariciara siquiera su maillot malva.

La diferencia estuvo en que el cafetero, después de que se puso al frente de la competencia no ganó ninguna etapa más, mientras Marlies casi las domina todas, solo en la última fecha, cuando ya nadie podía arrebatarle la corona, optó por no lanzarse al sprint final para que su compañera Olga Echenique, la reina de 2015, cruzara primero bajo el arco de meta en Cayo Jutías.

Si Marlies fue la sensación de la carrera, con tiempos tan buenos que dejaron «incómodos» a algunos expertos en esta modalidad ciclística, hubo también un cubano que logró un resultado inédito, el espirituano Yoandy Freire, quien se adueñó del segundo puesto en el podio general, y se convirtió en el primer corredor local ubicado entre los tres punteros, luego de que en 2015 la mejor actuación correspondió a José Mojica (quinto).

Algunos cambios

Por razones comprensibles, pues Cuba vivía momentos luctuosos tras el fallecimiento del líder de la Revolución, Fidel Castro, la justa sufrió modificaciones en su calendario inicial. No se efectuó el paseo previo por las calles de La Habana, ni tuvo carácter competitivo el recorrido entre la capital cubana y Soroa, en la provincia de Artemisa. Ese movimiento sirvió, no obstante, para que los atletas reconocieran el terreno.

La Titan Tropic quedó entonces reducida a cuatro etapas, dos de ellas circuitos: alrededor de Soroa y de Viñales, respectivamente, con un trazado intermedio más largo entre esos exuberantes parajes del occidente de la Isla, y un cierre espectacular sobre las arenas de Cayo Jutías, un sitio casi virgen de Pinar del Río, al que se llega por un pedraplén.

Bajo el sol y las estrellas

Igual que la edición precedente, los competidores convivieron en campamentos habilitados con tiendas de campaña, en los cuales los organizadores crearon todas las condiciones necesarias: áreas de baño, para el fregado y reparación de bicicletas, para las sesiones de alimentación, puntos médicos, carpas para masajes y rehabilitación de los atletas, entre otras comodidades típicas de esta aventura.

La compañía española RPM (Revoluciones Por Minuto) volvió a exhibir su experiencia para organizar eventos de esta envergadura, tanto por la precisión en los detalles técnicos, como de la creación de un ambiente que propiciara la solidaridad, el diálogo y el disfrute, valores que sustentan este tipo de competencias desde sus inicios en el desierto africano de Marruecos, a principios de este siglo.

Tantas estrellas juntas

Esta vez se inscribieron atletas con mucho linaje internacional en varios deportes. Estuvo un ex corredor de Fórmula 1, Jaime Alguersuari, quien combina ahora su pasión ciclística con la música y la presentación de programas en televisión.

También vino un ex rutero profesional, Luis Pasamontes, que acumula experiencia en las tres grandes vueltas del mundo: el Giro a Italia, el Tour de Francia y la Vuelta a España, como integrante del Movistar Team o el Unibet.com.

Vino Nuria Picas, triple campeona mundial de Ultra Trail, especialidad deportiva que consiste en correr durante largas jornadas por las montañas. La catalana Nuria está ahora en su pretemporada y aprovechó esta competencia para entrenarse. Así y todo, concluyó segunda.

De Estados Unidos es Tinker Juárez, un señor de 55 años de edad que es una leyenda en el mountain bike. Está en el Salón de la Fama de su país en esta modalidad deportiva, y a pesar de su edad concluyó en el quinto puesto. Muy agotado entró a Cayo Jutías, pero demostró que todavía está en forma, en una de sus más activas temporadas, pues participó en una treintena de carreras.

Mucho se esperaba del catalán Josep Betalú, campeón este año de la Titan Desert, pero el mismo día que arrancó la justa sufrió un desperfecto técnico que prácticamente anuló sus posibilidades de imponerse en el trópico también. No obstante, se adjudicó la tercera etapa.

Pero, sin dudas, hubo un atleta que antes de empezar el certamen tenía colgada la medalla de la voluntad. Dani Nafria perdió una pierna cuando era niño y usa una prótesis, en esas condiciones cubrió todo el recorrido y también el de la Titan Desert, mucho más extenso aún. Fiel a su lema: De aquí no me voy, me echan, pedaleó hasta la meta. Lo suyo era llegar, y lo hizo. Una prueba de que cuando hay perseverancia los obstáculos son superables.

Como la Titan Tropic es tan grande, hasta el personal que no compite tiene méritos de alto rango. El cerebro de esta competencia, Juan Porcar, fue el primer español que participó en el Rally de Dakar, y uno de los dos motoristas que iban delante chequeando las condiciones del terreno, Jordi Rosell, también es medallista mundial en carreras sobre motos. Nada, que cuando las estrellas se juntan, solo hay luz.  

Con el baño en la playa de Cayo Jutías se puso fin a la segunda edición de la Titan Tropic, una justa que va creciendo no solo en cantidad de participantes, sino en rivalidad entre ellos.  

Tamayo ya adelantó que vendrá en 2017 por la tercera corona; Marlies se enamoró del mountain bike; Olga Echenique quiere la revancha. Incluso, Yoandy Freire, menos explosivo en el diálogo que sobre la bicicleta, dice que podría ganar. Y como ellos, casi todos partieron de estos lares cubanos con la ilusión de regresar. Y de subir al podio.      


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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