La tabla se parte en dos

Faltan dos tercios de la segunda fase de la temporada y ya el grupo de seis sobrevivientes en el campeonato cubano de béisbol está fracturado en dos: los que se quedan (jugando) y los que se van (hasta la serie que viene).

Lo ideal hubiera sido que, como en las etapas de carretera de las vueltas ciclísticas, hubiera pelotón compacto. Así, los Industriales no se “reirían de los peces en colores” pese a la retahíla de reveses que acumulan en las últimas subseries.

El incentivo parece que no va a estar en cuáles serán los clasificados, sino en el orden de ellos. O lo que es lo mismo, cómo serán los pareos de la semifinal. Golosos como somos los cubanos, y más en cuestiones deportivas, hubiésemos querido las dos cosas: rivalidad por los pasajes y por el orden para “subir el ómnibus”.

Digan lo que digan, y saquen las cuentas que quieran, Las Tunas, Matanzas, Granma e Industriales tienen las mejores opciones para entrar en la postemporada. Los tres primeros avalados por un paso exitoso en esta segunda fase —tan bueno o más que en la anterior— y el cuarto, viviendo de los recuerdos de su superioridad en la etapa preliminar.

Los cuatro supusieron que Artemisa y Pinar del Río, reforzados hasta la médula en su alineación, iban a dar más pelea, pero hasta ahora, esos elencos han perdido más de lo que han ganado y lejos de acercarse al cuarteto de la vanguardia se han alejado en las posiciones zagueras.

Esta semana hubo cambios en varias nóminas, luego de que algunos estelares con menos de 23 años fueran convocados a los entrenamientos finales para el Panamericano de la categoría en Panamá, entre finales de este mes y principios de diciembre.

Granma cedió dos jardineros titulares (Raico Santos y Yoelkis Céspedes) y a dos lanzadores que le han aportado más de lo que imaginó Carlos Martí, el zurdo Ulfrido García y el derecho Yosver Zulueta. Sin embargo, el avezado mentor de los campeones nacionales llamó a un guardabosque y otro serpentinero para paliar un poco la situación.

Matanzas también perdió temporalmente a un cátcher de mucho futuro, Ariel Sánchez, y a Javier Mirabal, un pitcher de Villa Clara que, en palabras de Víctor Figueroa, le deja tremendo hueco con su ausencia.

Los Leñadores de Las Tunas también hicieron recambios, obligados por las mismas circunstancias, y entre los llamados está el cerrador Yasmany Hernández Rojas, guapo y hábil en el box.

Sin embargo, ni Artemisa ni Pinar del Río, los dos equipos más alejados de la punta en la tabla de posiciones, quisieron incorporar a nadie para sustituir a sus refuerzos sub-23: Yousimar Cousín (Vegueros) y Norel González (Artemisa). Sus razones tendrán Pedro Luis Lazo y Dany Valdespino, pero yo, en la distancia y sin dialogar con ellos, no creo que haya sido una buena decisión. Atletas buenos había para escoger y necesidades ambos tienen; de sobra.

Industriales no tuvo esa posibilidad, pues ninguno de sus refuerzos aparece en la preselección sub-23, y así es la vida: unos desaprovechan lo que otros sueñan. Víctor Mesa está pidiendo a gritos un chance semejante para hacerse de los servicios de un receptor. Quizá del pinero Jordanys Acebal, aunque, me cuentan, le tienen el ojo echado al camagüeyano Yendry Téllez, “por si las moscas”… La lesión de Frank Camilo les está costando mucho a los Leones de la capital.

Con un paso errático, a lo Ruperto, el personaje humorístico del programa televisivo Vivir del Cuento, Industriales fue bajado de la cima de la tabla de posiciones, pero se mantiene en zona de clasificación, y eso, por ahora, es suficiente. La hecatombe sería que alguien se les colara entre ellos y el trío que va delante.

No les hace falta siquiera darles alcance a los tres de arriba, solo deben evitar que los de atrás no los rebasen, y eso parece poco probable, pues Artemisa y Pinar del Río están perdiendo más juegos de los que ganan. Y las matemáticas son exactas.

Ahora veamos cómo está la vanguardia. Las Tunas ocupa el puesto de mando, pero muy cerca están los Cocodrilos con sus fauces devoradoras listas para el zarpazo, y un poquito después (no mucho), Alazanes y Leones.

Ni en broma me atrevo a vaticinar el orden final. Sería poco serio. Basta con decir que los tres estarán en la postemporada y que Industriales también lo hará. Quisiera escribir que va a haber una “pugna tumultuaria” por el cuarto boleto, pero eso no depende de mí, y quienes pueden justificar ese pronóstico no han demostrado, todavía, que vale arriesgarse por ellos.

Ojalá dentro de unos días me tenga que retractar y les diga, para bien del espectáculo y la afición y para mal de los cardiópatas: Señoras y señores, ¡qué bronca por un tique en pelota!