Que 20 años no es nada. Con esa letra, inmortalizó el cantante argentino Carlos Gardel uno de sus tangos más exquisitos, bailado y entonado en todo el mundo. Pues hoy, en el estadio Luzhnikí, de Moscú, los hinchas franceses también “tararearon” esa melodía, con el triunfo de su selección, por 4-2 ante la infatigable Croacia, para repetir el cetro conseguido hace 20 años en la edición de París 1998.
El técnico galo Didier Deschamps, mantuvo su tradicional esquema de juego. Conocedor del poder de recuperación de balones y la buena salida de sus mediocampistas Ngolo Kanté, Blaise Matuidi y Paul Pogba, le cedió la pelota al rival y preparó a sus veloces delanteros Kylian Mbappé y Antoine Griezmann para asestar un demoledor contraataque.
Así, la Croacia del adiestrador Zlatko Dalic inició con fuerte presión arriba, obstaculizando la salida del elenco francés. Además, siempre tuvo la pelota, al extremo de que las estadísticas finales del duelo le tributaron el 61 por ciento de posesión. Pero no encontraron las herramientas precisas para quebrar el frontón galo, a pesar del buen trabajo de su estelar volante Luka Modric. Y cuando mejor jugaba el cuadro balcánico, llegó el primer gol galo. En el minuto 18, un cobro de Griezmann a balón parado, devino primer autogol en finales mundialistas, por intermedio de Mario Mandzukic, quien de cabeza la anidó en propia puerta ante la sorpresa de su arquero Danijel Subasic.
Los 90 minutos de juego fueron atractivos de principio a fin (Foto:AP)
Los alumnos de Dalic no se amilanaron. Rakitic y Perisic le pedían las pelotas a Modric y llegaron en reiteradas ocasiones al área chica. Pero los zagueros centrales galos Samuel Umtiti y Raphael Varane, solventaron los intentos, dominando en el juego por arriba. Esa entrega, premió a los balcánicos con el empate en el 28’. Tras un cobro de Rakitic a pelota detenida, hubo tres cabezazos en el área; Vida la baja y Perisic le pega potente de zurda, para que el balón roce la pierna de Varane y se meta dentro de la cabaña de Hugo Lloris.
Deschamps se molestaba en el banquillo, pero no daba orden de cambio en el diseño de juego. Y en el 38’, con el apoyo del videoarbitraje (VAR), el argentino Néstor Pitana corrobora una mano del propio Perisic en al área y decreta el penal, cobrado eficientemente por Griezmann para el segundo gol galo. Y con ese marcador, se fueron al descanso. Francia apenas hizo dos disparos a puerta.
En el complementario, los balcánicos abrieron más las bandas y se fueron de lleno en busca de la portería de Lloris. El empate era la única meta. Mas, en el 59’, en una contra basada en le velocidad de Mbappé por el extremo derecho, Pogba hace un primer disparo que rechaza Subasic; pero consigue cristalizar en el contrarremate. Juego (casi) en jaque mate.
Y en el minuto 65, el talentoso Mbappé decreta el 4-1 para su colectivo, al rematar fuerte y raso desde la frontal del área. El garrafal error de Lloris tras un pase de Umtiti, en el 69’, le dio la oportunidad a Mandzukic de cerrar el marcador, por 4-2. Entonces hoy, como hace 20 años, se escuchó de nuevo La Marsellesa en una final mundialista. Y esta vez, no fue en casa propia.
JUGADORES MÁS DESTACADOS
Al finalizar el duelo, la FIFA entregó los premios a las figuras de mayor preponderancia en la justa. Así, el croata Luka Modric fue seleccionado como Balón de Oro; Mbappé recibió el Premio al Jugador más Joven (19 años), en tanto el belga Thibaut Courtois devino mejor portero. Finalmente, la codiciada Bota de Oro fue para el delantero inglés Harry Kane, líder goleador del Mundial con seis dianas.
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