Vale la pena recordarlo. Cada año una buena parte de los mejores esgrimistas del planeta, en específico las chicas de la espada y los varones del florete, tienen marcadas en sus agendas dos importantes competencias en La Habana. Y acaba de llegar la hora de desenfundar los aceros.
Un momento, claro está, esperado por muchos incluso desde las mismísimas última estocadas de 2013, en que tomaron formas ciertas lógicas revanchas para la edición actual.
La sede vuelve a ser el Pabellón de Exposiciones (Pabexpo), donde desde las 9:00 a.m., los duelos acaparan la atención.
Nos estamos refiriendo, claro está, al Gran Premio (espada femenina), y a la también tradicional Copa del Mundo Villa de La Habana (florete masculino), la cual tendrá acción también en los por equipos.
La mayoría de las chicas de la espada, con la excepción de las 16 primeras del ranking (liberadas por su rango de competir en las rondas clasificatorias), sudaron ya este jueves, en busca de completar el Cuadro de 64, el que se comenzará a disputar este viernes, hasta llegarse a las cuatro medallistas.
Como se sabe, desde hace varias temporadas, una vez eliminados los repechages o repescas, en la esgrima moderna el que pierde un combate… ¡puede recoger ya sus armas!
Y el viernes se vive la misma película entre los floretistas. Es decir, las eliminatorias buscando a los 64. El sábado llegarán los duelos decisivos. Entonces esos competidores quedarán listos para el domingo disputar la competencia por equipos.
Es oportuno recordar que el Gran Premio, por su categoría superior al de una Copa del Mundo, otorga mayor puntuación para el ranking, uno de los resortes de este espectáculo que cada año trae a los mejores de cualquier continente.
UNA PREGUNTA
¿Por qué cada año, salvo alguna que otra excepción, vienen los mejores a competir a La Habana?
Esa asistencia posee varias explicaciones: Una de ellas es lo atractivo que resulta una visita a Cuba, disfrutar de su belleza, de su clima, de su gente. Otra es la fuerza tradicional de nuestra esgrima, a pesar de no vivir hoy su mejor momento, por lo cual, este es el momento de escribirlo, no después, casi se podría descartar el logro de un desempeño como los de otros tiempos.
Y una tercera razón, como ya adelantamos, pero hace falta redondear, son las exigencias de la Federación Internacional de Esgrima (FIE), la cual en sus buenos propósitos de extender su deporte, ha reglamentado a la hora de confeccionar los rankings lo conseguido en lides disputadas no solo en Europa.
Las cifras de inscriptos superan los 250 esgrimistas, entre ellos campeones olímpicos y mundiales, provenientes, copmo es lógico, de las naciones de mayor desarrollo en este deporte.
En la espada se mencionó la presencia de 117 chicas, en representación de 30 países, y en el florete de 133 de 24.
SÍ… ¡ELLA!
Los imaginarios reflectores estarán dirigidos este viernes hacia la rumana Ana Branza, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y número uno del ranking mundial, y campeona del Gran Premio de La Habana 2013.
Una de las que deberá cuidarse es de la húngara Emese Sasz, quien sabe lo que es subir a los podios olímpicos y mundiales, y el año pasado cedió ante Branza en la final. Sí, una de las revanchas de las que hablamos al inicio de este material…
Y un adelanto del florete: entre los que podrán ser vistos se encuentra el estadounidense Race Imbodem, segundo en la lista antes mencionada, también invencible aquí en 2013.
Entre los que Race Imbodem mirará con cierto respeto se encuentran los italianos Andrea Cassara y Andrea Baldini, campeones por equipos en Londres 2012.
Nadie duda que casi cualquiera sea capaz de sacar un susto, y hasta ganar un combate. Y, como ya escribimos arriba, en la esgrima moderna el que pierda un combate… ¡se va!
Espadas y floretes en Cuba
Más de doscientos esgrimistas compiten en Pabexbo en el Grand Prix y la Copa del Mundo Villa de La Habana...
0 comentarios
196 votos
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.