Por: Neisa Mesa del Toro
Los primeros chinos llegaron a Cuba a mediados del siglo XIX y lógicamente con ellos trajeron sus costumbres y su cultura. Hoy las comunidades chinas diseminadas por toda la Isla mantienen vivas las tradiciones, las que a través del tiempo se fusionaron con los hábitos y la idiosincrasia de cada lugar para forman parte de la nacionalidad cubana.
Una de esas prácticas es el Wushu, arte marcial creado en China y que actualmente ha prendido en la población, tanto en personas adultas como en niños y jóvenes. La central provincia de Ciego de Ávila tiene la segunda mejor escuela de wushu del país, la cual hoy atiende a unas 500 personas de diferentes edades; unos, en busca de beneficios para algunas dolencias; y otros, como una manera de hacer ejercicio sano.
Según declaró a Prensa Latina Abel Mena, quien por más de 10 años se desempeña como instructor, ese deporte ofrece salud, calma, fortaleza y confianza a las personas que lo practican. Reveló que a los niños los protege de enfermedades y también los prepara para la vida, porque les enseña disciplina, buenos modales y correcto comportamiento, tanto en su hogar como en la comunidad.
El presidente de la escuela avileña, Luis Alberto Céspedes, manifestó que el wushu es un estilo que combina acrobacia con movimiento; es una filosofía, una manera de ser y de pensar. Y agregó: 'El maestro enseña una habilidad y el alumno desarrolla su propio estilo de vida.
"Más que una escuela somos una familia, trabajamos en conjunto y cada día tratamos de perfeccionar la técnica, y mantener una labor sistemática con los alumnos", apuntó. También en la vecindad ellos imparten conferencias sobre los beneficios de esa práctica y exponemos las experiencias adquiridas con los niños, adolescentes, ancianos y discapacitados.
Explicó Céspedes que muchas personas con problemas físico-motores, sicológicos y trastornos mentales, en pocos meses de entrenamiento volvieron a incorporarse a la sociedad.
Con la ayuda del área de salud atienden a pacientes con isquemias e infartos cerebrales y personas con muchas dificultades para moverse, quienes mejoran su ánimo en unos seis o siete meses de ejercer las técnicas."Soy enfermero de profesión, trabajo en el servicio de urgencia y emergencia del hospital provincial y, además, tengo un curso en medicina natural y tradicional, y todos esos conocimientos me sirven para impartir el wushu", expuso el joven profesor.
En Ciego de Ávila hay un excelente trabajo con niños asmáticos, pues esta disciplina es muy beneficiosa para las personas con asma bronquial, hipertensión, fibromealgia, diabetes mellitus y, aunque no se puede obviar los tratamientos médicos, existen resultados muy favorables con la medicina oriental.
El pequeño José Grabiel Parada lleva pocos meses de práctica, y ya ve los resultados: 'Me va muy bien, porque me ha dado disciplina, salud y hoy soy una mejor persona tanto en la casa como en la escuela', dijo. Ernesto Carbonell es un niño asmático que lleva unos tres años en el programa: 'Me ha aportado fuerza física, valores, buena salud y sobre todo me ha reducido las crisis asmáticas, prácticamente se han eliminado', señaló.
Las artes marciales chinas son métodos de defensa, y en ellas se emplean las manos, abanicos, espadas, machetes, sables y lanzas. Aprender a usarlos ayuda a los abuelos a mejorar la capacidad cognoscitiva y sicológica, acotó Mena.
El wushu signinica trabajo fuerte 'Wu: trabajo, y shu: fuerte, con diferentes sistemas de ejercicios, pero todos entran en la misma familia. Entre ellos están Tai Chi, Dao Jim, Qi Gong, Lian Gong, Jian Gong, con sus estilos del norte o los del sur.
Entre los más practicados en Cuba está el Qi Gong, que es un método de defensa terapéutico, que evita las enfermedades; y el Tai Chi, que trabaja la masa corporal, como dos formas de combate que aportan beneficios y fortalecen la salud.La escuela de wushu avileña está apadrinada por la Sociedad Min Chih Tang, comunidad china integrada por 265 asociados, de ellos siete naturales del país asiático.
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