El cachumbambé sigue en la pelota cubana

Van quedando menos de diez juegos y no se sabe todavía quiénes viajarán directo al segundo tramo ni cuáles equipos tendrán que buscarse los pasajes en la serie de comodines de la actual temporada cubana de béisbol. Y tan reñida está la competencia que ni sede existe aún para el Juego de las Estrellas.

Hacía tiempo no se vivía una campaña tan ajustada, en la que una decena de elencos están todavía en condiciones de seguir con vida, sin que algunos de los que se ubican detrás hayan colgado los guantes ya.

Tampoco hay escapados. Los Tigres de Ciego de Ávila mantienen el liderazgo, pero sin poder dormir a piernas sueltas. Detrás sienten el jadeo de unos Cachorros holguineros que mordiendo callados ya están en el segundo puesto abrazados con los Leones del Rey Anglada, y a paso de Huracán categoría cinco entró Mayabeque también en el selecto club de la vanguardia, con el mejor crédito de la última decena de partidos y una inspiración colectiva que va más allá de individualidades.

Sosteniéndose en su pitcheo, Villa Clara continúa en el grupo delantero. Sus lanzadores permiten 3.4 carreras por cada nueve entradas, pero sus bateadores apenas fabrican, como media, cuatro. Con semejante anemia ofensiva, Eduardo Paret, el mentor de los Naranjas, se pasa los juegos de sobresalto en sobresalto.

Y ahora, para colmo de males, su cerrador principal, Javier Mirabal, quien tenía foja de 3-3 y cinco salvados, se fracturó el brazo izquierdo mientras calentaba en el bulpén y estará fuera de lo que queda del primer tramo de la serie.

Mientras, Freddy Asiel Álvarez sigue teniendo aperturas de calidad, pero cuando lanza el equipo no gana y eso basta para que su presencia en el box no sea una garantía. El muchacho busca su segunda victoria del campeonato y la número 94 de por vida. ¡Qué lejos se le ha puesto el centenar!

Tiraba cinco, seis o siete capítulos, dejaba ventaja en el marcador y el relevo no aguantaba. Le sucedió muchas veces. Este viernes, en cambio, lo dejaron lanzar el partido completo. Fue la ocasión 16 en que camina los nueve inning de sus 240 aperturas de por vida y tampoco ganó.

Parece que esa cifra aterroriza, pues el habanero Frank Monthiet necesita dos para redondear las cien y tampoco las alcanza, aunque en su caso sí cuenta con un equipo que lo respalda con el madero.

En el cachumbambé que se ha vuelto el torneo, quien amanece en un buen puesto, puede acostarse en otro, mejor o no tan agradable. Así está el ambiente, que un resultado desordena la tabla, y de qué manera.

Sigue siendo este un campeonato muy ofensivo, pese a que los directores tienen por tendencia utilizar, en cantidades que hastían, el toque en sacrificio para adelantar corredores.

Y si de cosas curiosas se trata, uno de los equipos más jóvenes, de mayor proyección, es Santiago de Cuba. La nómina de las Avispas cuenta con varios muchachos de gran atleticidad; sin embargo, de sus pocos consagrados, dos son los mejores del campeonato en bateo y pitcheo.

Edilse Silva amaneció este viernes en el puesto número uno del ranking en average ofensivo con .424. Su OBP es de .525 y su OPS (1121). Pero como mismo pasa en la tabla de posiciones, sucede en la pugna por el liderato de los bateadores, pues Jorge Enrique Alomá tiene solo dos puntos menos y cuatro toleteros más promedian .400 o más.

Por su parte, Alberto Bicet encabeza a los pitchers con efectividad de 1.51, y un PCL así no le asegura nada a estas alturas del campeonato, debido a que otros cinco serpentineros promedian también menos de dos limpias por duelo.

Y en medio de todo ese enredo, no se define aún la sede del Juego de las Estrellas. Debió ser esta semana, pero no será hasta que termine la subserie que empezó el jueves.