Domadores complicados, pero "callaron” a los Gallos

Sus campeones mundiales y olímpicos tuvieron que empuñar con destreza los látigos pues, realmente, el trámite se les complicó en demasía a Domadores de Cuba para solventar el "corte de alas" de los Gallos de Pelea de Francia y vencerlos con apuro, por 3-2, en el cotejo de ida de la fase semifinal, en la VIII Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés).

Como visitantes en la Salle Wagram, de París, en la categoría C-2, la tropa del jefe de entrenadores Rolando Acebal inició el match, como estaba previsto, con una derrota del aún inexperto subcampeón mundial juvenil Jorge Griñán (52 kgs), quien se vio superado en toda la línea por el refuerzo español de los Gallos, Gabriel Escobar.

El anfitrión, con su constante cambio de manos en el ataque, confundió sobremanera al cubanito, fue más precio en su golpeo y tuvo mayor movilidad sobre el encerado, además de cerrar bien las salidas del espirituano. Los jueces apreciaron esa clara superioridad, y le tributaron su veredicto unánime: 48-47 y doble 50-45.

Pero a continuación, las aguas tomaron su nivel; el arte se impuso al músculo y a las intentonas por ganar merced a un golpe potente. Así llegaron tres triunfos cubanos consecutivos y, con estos, el éxito en el match… aunque aún bastaba una pelea revancha con la cual culminaría el duelo.  

Apoyado en su mayor alcance y estatura, el monarca olímpico y del orbe Roniel Iglesias (69), le dio una clase práctica de boxeo al “abuelo” Patrick Momene, un púgil de 38 años y desprovisto del más mínimo ABC sobre el encerado.

En el primer round, los tres jueces le dieron votación de 10-8 al pinareño. Y eso era una señal de lo que seguiría en los restantes cuatro asaltos. Hubo un solo púgil sobre el cuadrilátero, que ganó el trámite en las tres distancias, con sus potentes ganchos y swinnes de izquierdas. Finalmente venció por 3-0 (doble 50-41, 50-40), una de las más amplias –por no decir la mayor-, que ha recibido un boxeador cubano en la WSB.

Luego, el tetracampeón mundial y oro olímpico, Julio César “el doctor” La Cruz (81), le bajó la guardia al rival, encontró el fallo en su intento por conectarle y lo agredió con su principal arma: el contrataque. Además, el camagüeyano defendió bien con manos y movimientos de torso, y así venció a Geatan Ntamwe con un inobjetable 3-0 (doble 50-45, 50-44).

Y a seguidas, cuando muchos no contaban con él para encauzar el triunfo, el supercompleto José Ángel Larduet se encargó de sentenciar el duelo favorable a los Domadores, con su victoria 3-0 (50-45, 50-44, 49-46) sobre Mihai Nistor, refuerzo rumano de los Gallos.

El santiaguero supo evadir las intentonas del mastodonte rival –que solo sabía agarrar y tirarse encima-, pegó más y mejor, y no llegó cansado a los dos últimos asaltos para merecer el vital triunfo, tercero de los Domadores en el cartel. Y por lo que ocurrió en el último combate, creo que vale doble la demostración de Larduet.   

En la pelea de cierre, una revancha del pasado Campeonato Mundial de Hamburgo 2017, el galo Sofiane Oumiha (60) volvió a derrotar al tricampeón del orbe Lázaro Álvarez, basado en la misma estrategia que utilizó el pasado año: jab de izquierda activo y los perfectos rectos de derecha, que llegaron en reiteradas ocasiones al rostro del pinareño.

Álvarez mejoró mucho en los dos rounds finales, pero ya la pelea estaba (casi) decidida. La muestra de ello fue que el galo ganó por votación dividida de 2-1 (50-45, 49-46, 47-48). 

El match de vuelta será el venidero día 25, con pleitos en la categoría C-1, que incluye las divisiones de 49, 56, 64, 75 y 91 kilogramos, en el coliseo de la Ciudad Deportiva capitalina. De existir un empate 5-5, el pareo se decidiría con un combate en los pesos welters.

En la otra semifinal, Astana Arlans, de Kazajstán, superó también por 3-2 a Corazones de León británicos, pero en el formato C-1.