El atletismo cubano tuvo buenos resultados en Europa pues nuestras representes sacaron dos títulos e igual número de subtítulos de sus incursiones competitivas en el viejo continente.
Lo más trascendente voló con el disco en Sotteville. En enconado duelo, Yaimé Pérez fue mejor que Denia Caballero y para ello se apoyó en un envío de 69.39 metros que es el más destacado de su carrera.
Su compañera quedó segunda, con 69.08, otra marca de alta categoría. Ampliamente por encima, ambas, de la experimentada de mil batallas Mélina Robert-Michon que se posicionó tercera con 62.41 metros.
Lo de “la rusa” tiene secuelas, porque es esta la mejor marca de su vida, dejando atrás los 69.19 metros que en 2017 había conseguido en este mismo lugar. La villa francesa es su escenario fetiche. El lance la pone también en la cima del mundo pues es lo más destacado del año en curso y la catapulta al primer puesto del ranking mundial (1346 puntos) de la especialidad.
Lo de las discóbolas cubanas es fantástico. Con lo visto, parece que la contienda panamericana será brutal y es un hecho que, salvo desastre de una inusitada magnitud, el oro de esta prueba es cubano si o sí. Como he dicho anteriormente, es esta la vía más segura que tenemos de escuchar el Himno Nacional en La Videna.
Asimismo, sus resultados son un precedente de lujo para un mundial que se promete como un gran evento. Sobre él, solo pesa el enigma de descifrar cual es el desenvolvimiento definitivo de la forma competitiva de las nuestras pues ellas asumen el reto de rendir al máximo un par de meses antes, mientras el resto de sus rivales mira, solo, a Doha.
De vuelta a lo acaecido en Francia, destaca la victoria de Yarisley Silva en el salto con pértiga con un registro de 4.70 metros que es su desempeño más destacado de la temporada. En el Mitin internacional le escoltaron la rusa (con aval de neutralidad) Olga Mullina y la italiana Sonia Malavisi, ambas con 4.40 metros.
Yarisley Silva en el salto con pértiga. (Foto: Getty Images)-
El resultado es una señal positiva en el desempeño de la cubana de cara a Lima, donde las inscripciones divulgadas sugieren que será exigida a dar lo mejor de sí para retener la corona de esta competición que la vio nacer como campeona en aquel memorable 2011 cuando destronó a la brasileña Fabiana Mure, flamante campeona mundial, y reafirmarse como tal en otro complicado duelo en Toronto 2015.
Desde Pádova, Italia, trascendió el segundo lugar alcanzado por la triplista Liadagmis Povea con 14.64 metros; solo superada por Yulimar Rojas que clavó los pinchos en 14.87 metros para mostrar que vive un excelente momento.
Según la Web del evento, la cubanita registró una secuencia que inició con salto de 14.54 metros, 14.43, renunció a su tercer intento para volver sobre 14.64, pasó de su quinta oportunidad y cometió falta al cierre de la prueba. Tercera se posicionó la española Ana Peleteiro, discípula al igual que la venezolana Rojas del cubano Iván Pedroso, con brinco de 14.47 metros.
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