Ello se debe a que el diferencial de goles se vio afectado, pues perdieron un balance positivo de seis dianas y terminaron con igual cantidad de anotados que recibidos: nueve.
Ese acápite fue determinante entendiendo que la derrota las dejaba con opciones para pelear por una de las dos mejores segundas plazas con los sublíderes de los grupos del A al D, que acumularon la misma cantidad.
Y a pesar que Guatemala terminó en las mismas condiciones, Bermudas concluyó con un favorable +5 en el A y Trinidad y Tobago culminó en el B con un excelente +6, despejando toda posibilidad de las cubanas.
En partido se salió de las manos desde los primeros compases para las dirigidas por Silvio Pedro Miñoso, y en el minuto 18 ya perdían por cuatro goles, hasta la reacción de Aneilis Blanco al 24'.
Pero la cuesta quedaba muy empinada a y demandaba de más goles, y eso hicieron antes de acabar la primera mitad con la diana de Olga Orozco.
Y hasta lograron contener la hemorragia en defensa, pero la solidez duró hasta el minuto 70 en que recibieron otra dolorosa estocada, y otra más al 71' producto de la desazón.
Probablemente deban hacer aún muchas correcciones en defensa, pero la lectura positiva radica en que ganaron dos partidos, y otra buena: lograron marcar más de un gol en cada una de sus salidas.
Seguramente eso no ejercerá como consuelo, aunque ineludiblemente debe servir como cimientos de la edificación futura a la que están llamadas estas jóvenes que enseñaron que lo mejor está por venir.
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