El derecho Vladimir Baños lanzó cinco entradas impecables y Cuba blanqueó hoy por 6-0 a China para alcanzar su primera victoria en el grupo B del IV Clásico Mundial de béisbol.
Era un juego que de perderlo nos íbamos (del torneo). Traté de avanzar lo más posible para hacerle el trabajo más fácil a mis compañeros. Lo importante es la victoria del equipo, manifestó Baños a la Federación Cubana, minutos después de finalizar su actuación.
Con este triunfo, concretado en el Tokio Dome de esta capital, Cuba fijó en 1-1 su balance de victorias y derrotas en la justa y dejó lista la escena para el duelo de pasado mañana contra Australia, el cual, a todas luces, definirá el segundo clasificado del distrito de cara a la segunda ronda.
Pese a haber amenazado fuertemente en todos los episodios del primer tercio, los caribeños fueron incapaces de tomar la delantera en ese lapso del partido y la incertidumbre comenzó a apoderarse de los peloteros.
Sin embargo, de golpe y porrazo los bates se calentaron y la realidad de Cuba cambió en el final del cuarto inning. Un rally de cuatro carreras puso a ganar a los discípulos de Carlos Martí y la presión se esfumó.
En ese ramillete influyeron de manera determinante tres extrabases consecutivos, sólidos: doblete de Yoelkis Céspedes, triple de Roel Santos y biangular de Alexander Ayala.
Mientras, Baños mantenía un dominio absoluto sobre sus adversarios, al extremo que lanzó juego perfecto hasta el principio del quinto inning, cuando, luego de un out, Shunyi Yang disparó línea de cañonazo a la pradera derecha.
En la sexta entrada, los subcampeones del I Clásico Mundial colocaron hombres en primera y tercera bases sin out, tras ligar doble de Santos y sencillo de Ayala, sin embargo, solo marcaron una carrera, pues Frederich Cepeda bateó para doble-play y limitó las posibilidades de anotar de los antillanos.
Con el 5-0 el partido parecía definido. La confianza de los cubanos iba in crescendo, mientras la tímida ofensiva de los chinos carecía del potencial para hacer carreras en este nivel de béisbol.
Así y todo, los cubanos siguieron su molienda y adicionaron una carrera más en el final del séptimo capítulo, remolcada por Frank Camilo Morejón con enorme doblete a las profundidades de los jardines izquierdo y central.
Después de eso, el casillero de anotaciones del pizarrón del Tokio Dome no se volvió a mover y Cuba finiquitó el éxito, el número 14 desde su debut en 2006 en estas lides del orbe.
De paso, los caribeños recuperaron las buenas sensaciones tras su revés de ayer contra Japón.
En total, por el equipo cubano tiraron cuatro lanzadores, léase Baños, Vladimir García, Liván Moinelo y Miguel Lahera, todos de excelente desempeño (en total solo admitieron un hit y repartieron 10 ponches).
Baños se llevó el crédito del triunfo gracias a su trabajo de cinco entradas, en las que permitió solo un sencillo y propinó cuatro ponches, sin regalar boletos.
Por los antillanos, los mejores bateadores fueron Santos, Ayala y Yurisbel Gracial, todos con tres hits, aunque el primero se llevó los máximos halagos al compilar dos anotadas e igual cantidad de impulsadas.
Cuba descansará mañana y el viernes (horario de Japón) se medirá a Australia, en un partido de vida o muerte.
Hoy, los japoneses chocarán contra Australia y, en caso de ganar, asegurarán el pasaporte a la segunda fase del Clásico Mundial, algo habitual para el equipo de la Tierra del Sol Naciente.
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