jueves, 16 de mayo de 2024

UE-Rusia: Donde dije digo…

Europa del Oeste se pisa ella misma los pies...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 18/12/2022
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Vladimir Putin
Rusia proclamó la inutilidad de la hostilidad eco-nómica y financiera de Occidente en su contra a partir de su operación militar defensiva en Ucrania. (Tomada de Sputnik)

Surge esta nota de una información atribuida a fuentes responsables de la Unión Europea, en el sentido de que esa entidad, congregadora inicial de los viejos imperios venidos a menos en el continente y hoy verdadera tribu de oportunistas reacios al ejercicio del sentido común, parece decidida a no concretar un inútil decreto de poner unilateralmente un precio tope al gas natural ruso en el mercado internacional.

Según el origen de la noticia, semejante “pensamiento” ya no se toca ni forma parte de ninguna de las decisiones hostiles que la UE ha lanzado contra el Kremlin como atolondrada escudera de unos sectores hegemonistas norteamericanos que se jactan de reducirla a mera faldera sin voluntad propia.

Parecería que por demás, los líderes regionales han comprobado que muy poco o nada sonará el río en medio del demoledor golpe energético que implica para Europa del Oeste el haber cortado sus insoslayables compras de combustibles a Rusia por su respuesta militar defensiva en Ucrania (aseguraban con Moscú más de 40 por ciento de su consumo), además del negocio redondo concedido a unos Estados Unidos que le vende insuficiente gas natural a precios cuatro veces superiores al imperante en USA, y la torva decisión sin precedente de intentar imponer topes irracionales e impracticables al valor del petróleo ruso importado en buques.

Todo ello, junto a la realidad de que toda la tirantez y encono euro occidental no ha podido soslayar el hecho de que, como precisara hace apenas horas Vladimir Putin: “los suministros de productos básicos de Rusia a los países europeos se multiplicaron 1,5 veces en los nueve primeros meses de este 2022”.

"En esencia, precisó el jefe del Kremlin, la UE sigue consumiendo nuestros bienes y servicios, mientras se frenan los flujos inversos”. Un pancista desequilibrio que, según el presidente ruso, constituye una situación anómala y asimétrica que “no puede prolongarse eternamente”.

Pero para la UE los costos van más lejos. Sus líderes han puesto en la guillotina los pescuezos de sus conciudadanos si la situación militar se complica en Ucrania, mientras los arsenales de la región ya acusan alarmantes déficits por los incontrolados envíos masivos de equipos bélicos a Kiev para ser decapitados por la cohetería rusa.

Por demás, es de esperar que algún día la burocracia gubernamental explique a la gente el porqué de los desproporcionados montos financieros remitidos a Ucrania para la guerra, cuando en sus países existen serios déficits para cubrir programas sociales claves para sus propias poblaciones, entre otras muchas urgencias y dislates.

O que aclare qué decisiones va a asumir para enfrentar la asimetría comercial que ahora le dicta su capo de allende el Atlántico con la aprobación, hace apenas días, de una pretendida Ley Antinflación que recurre a privilegiar y proteger a sus monopolios productivos y comerciales mientras discrimina, excluye, y acogota la economía de sus pretendidos pares del otro lado del mar.

En pocas palabras, todo un pretendido programa agresivo que huele más a suicidio que a otra cosa y que corrobora que en este mundo, pese a pretensiones y pompas, no se puede morder cuando se carece de dientes.

Y desde el oriente, Rusia acaba de anunciar que los planes de hostilidad económica contra el gigante eurasiático son un verdadero fracaso a partir de la respuesta efectiva estructurada por Moscú.

En un informe a la nación, Vladimir Putin aseguró que las afectaciones son mínimas a tenor con el desastre y el colapso que pretendían lograr Washington y el resto de la OTAN mediante “el saqueo de las reservas rusas de divisas, golpeando su moneda nacional y provocando una inflación devastadora”.

Rusia, dijo el presidente, unió sus fuerzas e inteligencias internas para lograr una victoria clave, y trabaja aceleradamente para fortalecer su economía y su defensa “confiando ante todo en sus propias reservas y recursos”, y una mayor diversificación de sus socios e interlocutores en todos los rincones del planeta, sobre la base del respeto y el beneficio mutuos.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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