Si bien es válido el criterio ¨de ilusiones vive el hombre¨, el halcón ultraderechista Elliot Abrams, asesor del gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) para Venezuela debía poner los pies sobre la tierra y analizar el contexto en que se desenvuelve. No le alcanzará tiempo y dinero para derrocar al presidente Nicolás Maduro, como asegura, ni este año ni nunca.
Miembro del ala más radical del Partido Republicano, este anciano que va de salida pretende dar la imagen de que su jefe Donald Trump saldrá victorioso en las elecciones del próximo 3 de noviembre para un segundo mandato. De ser así, podría continuar con su guerra contra la Revolución Bolivariana.
Sus frases irresponsablemente entusiastas buscan influir en medios opositores venezolanos, a los que vende la falsa ilusión de que para EE.UU, Venezuela y Maduro son ¨pan comido¨ cuando, en la realidad, son huesos atravesados en su garganta. Tanto Abrams como Trump están conscientes de que desde hace mas de veinte años solo acumulan frustraciones en su lista de agresiones unilaterales contra la tierra donde nació el Libertador Simón Bolívar.
¨Obviamente esperamos que él (Maduro) no sobreviva al año y estamos trabajando duro para que eso suceda¨, afirmó el funcionario ante el Comité de Relaciones de Exteriores del Senado estadounidense, durante la audiencia denominada ¨‘Venezuela en las garras de Maduro: evaluando el deterioro de la seguridad y la crisis humanitaria¨ realizada hace pocos días.
El senador demócrata Chris Murphy, quien lo interrogó sobre los continuos desaciertos contra la dirección revolucionaria, pagados por los contribuyentes norteamericanos, reconoció que ¨nuestra política hacia Venezuela durante el último año y medio ha sido un implacable desastre¨.
En un ataque directo a la Revolución Bolivariana, Abrams aseguró a los senadores que la administración Trump continuará ¨con su estrategia general de evitar que el régimen tenga ingresos y continuará presionando las formas en las que opera, particularmente en el sector del petróleo y el oro¨.
En su continua intromisión en los asuntos de un Estado legítimo, precisó que ¨el pueblo venezolano debe rechazar los resultados de las elecciones parlamentarias previstas para diciembre próximo, en las que, hace dos días, expresó, algunos de los partidos de oposición decidieron no participar¨.
El imperialista precisó que ¨estamos dispuestos a conversar con Maduro, pero solo sobre su salida de la Presidencia. Si quiere quedarse en Venezuela o irse, puede hacerlo, pero de ninguna manera hablaremos con él sobre quedarse en el poder¨.
En la audiencia, también refirió que para ¨restaurar la democracia¨ en Venezuela, mantiene contactos con miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).El Comando Sur lo está intentando, están en contacto con militares en este momento. Estamos constantemente pensando a quiénes no hemos alcanzado, qué nos falta intentar¨.
Sin decoro alguno, en otra demostración de la arrogancia republicana, añadió : ¨hemos aprendido que tenemos que acercarnos a los líderes militares de cualquier forma¨, en una evidente intromisión en los asuntos internos del país suramericano. Su objetivo es destruir la unión cívico-militar interna, uno de los pilares revolucionarios".
Tras conocerse las nuevas amenazas en el Senado, el canciller venezolano Jorge Arreaza denunció que ¨desde 2019 Abrams y su combo desarrollaron una estrategia golpista ilegal y un bloqueo criminal contra Venezuela. Hoy los halcones están en fase terminal. Pretenden alargar sus agónicos y fracasados planes más allá de enero 2021. Un decadente imperio de papel¨.
En su cuenta en Twitter, Arreaza manifestó que ¨el fracaso del oscuro personaje del gobierno Trump quedó en evidencia en el Senado de EEUU. Su visión arrogante de guerra fría ha hecho que se estrelle una y otra vez contra la dignidad y coraje de un pueblo libre¨, precisó el titular de Relaciones Exteriores de Caracas.
Luego de la intervención de Abrams, varios analistas se preguntaron en redes sociales por qué los republicanos en el poder no se preocupan porque cada 80 segundos muere un norteamericano a causa de la COVID-19, la recesión económica y la miseria que se apodera del país tras la pérdida de mas de 30 millones de empleos. La respuesta es la obsesión por doblegar una nación soberana para adueñarse de sus recursos naturales.
Desde el triunfo en las urnas del líder bolivariano Hugo Chávez en 1998, EE.UU. comprendió que América Latina y el Caribe iniciaban una nueva etapa histórica, ofensiva, inclusiva, en la que se impusieron nuevas estructuras de gobierno, esta vez de carácter revolucionario..
Desde entonces y hasta hoy, la Casa Blanca trató de imponer su añeja Doctrina Monroe de ¨América para los americanos¨ (del Norte ) con métodos mas sofisticados que los del pasado siglo. El petróleo de Venezuela es el principal incentivo de los planes anexionistas de las distintas administraciones de la Casa Blanca. La victoria de Chávez fue seguida por la de otros líderes, cada uno con sus características, pero todos con el pensamiento político único de salvar al Sur del siempre usurpador imperialismo, que debe robar las materias primas de otras naciones para subsistir y mantener su hegemonía.
Venezuela se mantiene firme en sus principios, a pesar del duro golpe que significó la pérdida física de Chávez. Maduro, su pupilo más aventajado, y a quien él entregó en vida su legado político, se midió en las urnas dos veces con la oposición, y dos veces ganó. Con él, el pueblo y la Revolución.
Ahora, para desgracia de Trump y su camarilla, -incluida una destruida invasión militar desde Colombia-- el Ejecutivo venezolano está enfrascado en la preparación de las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, que darán un tiro de gracia al desprestigiado Guaidó.
De ahí que Abrams ataque –y quién sabe qué haga hasta los comicios- la legitimidad del proceso electoral venidero, la nueva Asamblea Nacional que será instalada y a la Revolución en su conjunto.
Desconocer las elecciones es el actual argumento central de la Casa Blanca para desconocer las instituciones y quizás desencadenar la violencia callejera, como hizo otras veces.
A pesar de la amenaza, Venezuela continúa dando pasos firmes rumbo a diciembre. Hoy, una gran parte de la oposición, un arco que atraviesa a los partidos de la derecha, aceptó el diálogo con el Ejecutivo e hizo acuerdos comunes para organizar las parlamentarias con un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), en el que tiene una fuerte presencia.
Aunque Guaidó dijo que su partido Voluntad Popular no participará en lo que catalogó de ¨farsa¨, más de 50 partidos de la oposición ratificaron su presencia en la lid, mientras el CNE divulgó el listado de 105 organizaciones en capacidad de tomar parte en la acción comicial.
Varias agrupaciones de la oposición emitieron declaraciones públicas en las que respaldan el proceso para renovar al parlamento venezolano de cara a la legislatura 2021-2026, entre ellos Acción Democrática (AD) y Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei).
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El presidente nacional de Copei, Miguel Salazar, indicó que, el nuevo CNE demuestra signos de inviolabilidad reconocidos mediante varios procesos de auditorías, donde participaron factores involucrados en cada contienda en por lo menos, aseguró, 20 años.
Bernabé Guitiérrez, secretario general de AD, condenó la actitud del ex presidente opositor de la Asamblea, Henry Ramos Allup, quien respaldó una declaración de diversos grupos conservadores contra la asistencia a los comicios. ¨La posición abstencionista y la satanización del voto como instrumento de cambio, precisó, constituyen una actuación ilegal y aseguró que los promotores de esa postura carecen de representatividad en las bases de la militancia¨.
En tanto, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), integrante mayor del Gran Polo Patriótico en el que unen mas de 300 organizaciones políticas, llamó a la unión de las fuerzas revolucionarias para dar la batalla y ganar este fin de año.
El vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez destacó en una videoconferencia con los dirigentes de la dirección nacional del PSUV que la opción de los divisionistas busca fracturar la Revolución, por lo que la campaña en tiempos de pandemia, expresó, debe ser muy poderosa.
Por mucho que Abrams cacaree, la realidad indica que las elecciones parlamentarias se realizarán en diciembre. Que las crueles medidas unilaterales de EE.UU. no rinden a un pueblo tan valeroso como el venezolano.
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