viernes, 29 de marzo de 2024

Un clímax en la escena (+ Fotos)

El Día del Teatro Cubano arriba este año en momentos en que el público, especialmente el joven, acude de forma mayoritaria a las funciones de diversos géneros en todas las provincias

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 21/01/2012
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dia del teatro cubano
De fiesta el teatro cubano.

En otros momentos la celebración del Día del Teatro Cubano no poseía tanta repercusión como este año, pues el que fuera un arte de minorías está cambiando en cuanto a la acogida de los espectadores que están colmando las salas y teatros, a lo cual se une el carácter heterogéneo de los espectadores, al haberse revertido la presencia de un público de avanzada edad, que se mantiene, pero al que se suma una inyección de jóvenes espectadores para, además, otorgarle una dimensión muy especial a esta fecha.

EL PORQUÉ DE SU CELEBREACIÓN EL 22 DE ENERO

En la noche del 22 de enero existía una atmósfera de efervescencia en el teatro Villanueva, pues la chispa se había encendido la víspera con un viva a Carlos Manuel de Céspedes que hizo retumbar el recinto escénico en boca del popular guarachero Jacinto Valdés, que —además— sorprendió a los españoles y alentó a los criollos a expresar sus anhelos de libertad y a proclamar sus sentimientos de cubanía, reforzados desde el Grito de Yara, proclamado por Céspedes, el Padre de la Patria, quien liberó a su dotación de esclavos y se enfrentó en la manigua, con sus tropas, ante el ejército español.

El viernes 22 de enero de 1869, el Villanueva se cubrió de banderas y las mujeres adornaron sus cabellos con cintas rojas, blancas y azules que simbolizaban la bandera. En una escena de la representación de la obra Perro huevero aunque le quemen el hocico, uno de los actores exclamó en escena: “¡Viva la tierra que produce la caña!”, a lo cual el público res-pondió con trepidantes exclamaciones de “¡Viva Cuba libre!”.

Los voluntarios del ejército español dispararon hacia el edificio y redoblaron el tiroteo co-ntra la multitud que salía del teatro y provocaron de este modo una masacre, que la historia denominó “Los sucesos del Villanueva”.

Aquel episodio de la historia de Cuba se dedica a todos los trabajadores de las artes escénicas y la fecha se ha convertido en el Día del Teatro Cubano, que este año tendrá dos momentos culminantes: la entrega de los Premios Villanueva, conferidos por la Sección de Crítica de la Asociación de Artistas Escénicos en la sala Hubert de Blanck, el 21 a las 6:00 p.m. y la gala de la entrega del Premio Nacional de Teatro, al actor Pancho García, el 22 a las 8:30 p.m.

EL TEATRO GANA SU ESPACIO SIN PREJUICIOS GEOGRÁFICOS

Hace unos dos o tres años era difícil que una obra se mantuviera largo tiempo en cartelera y no eran usuales las ovaciones masivas, acompañadas de los clásicos vivas y bravos, que ahora son los acompañantes habituales de gran parte de las escenificaciones, tanto en las obras dedicadas a los adultos, como a los niños y con estéticas tan diferentes como el gran musical, el drama, la comedia, espectáculos humorísticos con elementos costumbristas, dramas con elementos del teatro de la crueldad y puestas multidisciplinarias donde la creatividad de los teatristas propicia enfoques novedosos que, en muchas ocasiones, reflejan la realidad.

Hace un tiempo existían algunos grupos líderes, consolidados por la geografía, pues el hecho de tener su sede en la capital era el garante de esas agrupaciones. La clave del éxito se basaba en nombres, como Teatro El Público y Pequeño Teatro de La Habana, a los cuales se fueron sumando con resultados
indudables, el Teatro de La Luna, Mephisto Teatro y, en los últimos tiempos Argos Teatro y El ingenio, que mantienen obras durante largo tiem-po en cartelera.

En las provincias, grandes triunfos alcanzan el Conjunto Dramático de Pinar del Río, con obras que no solo repletan el Teatro Milanés de la provincia más occidental del país, que reeditan sus éxitos en teatros de La Habana y a todo lo largo la isla, en giras nacionales exi-tosas, lo cual ocurre también no solo con las obras destinadas a los adultos, en las cuales se destacan Las Colmenitas, que se multiplican en todo el país. Existen, además, agrupaciones de primera línea, como El Teatro de las Estaciones y el grupo Papalote, de alto prestigio nacional e internacional.

Obras experimentales arrastran a verdaderas aglomeraciones de público en El Mejunje de Santa Clara, que han cosechado iguales éxitos en la capital y en diversos escenarios del país. El Conjunto Dramático de Oriente es otra de las compañías formadoras de actores con excelente participación en eventos internacionales como el Festival de Teatro de La Habana.

Argumentaciones sobran para demostrar que el teatro cubano se encuentra ascendiendo cumbres de año en año, en escenarios nacionales e internacionales, o dicho de una forma espontánea y convincente. Hoy, en su día, nuestro teatro goza de excelente salud. ¡Felicidades!


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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