viernes, 26 de abril de 2024

Leonardo Padura: “Soy cubano por los cuatro costados”

El narrador y periodista Leonardo Padura precisa conceptos y habla del futuro, tras recibir el Premio Carbet del Caribe y del Mundo, en la sede de la Alianza Francesa en La Habana...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 16/02/2012
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Leonardo Padura
Leonardo Padura, tras recibir el Premio Carbet del Caribe y del Mundo

Con su estilo coloquial, ese que caracteriza su narrativa y sus crónicas periodísticas, Leonardo Padura agradeció el Premio Carbet del Caribe y del Mundo, que le fue entregado por el laureado escritor martiniqueño Steve Bacarat, en un acto donde los argumentos del jurado y de las personalidades allí presentes coincidieron en las excelencias y singularidades de El hombre que amaba los perros y las resonancias de su voz en el universo de la novelística.

La ceremonia se efectuó en la sede de la Alianza Francesa en La Habana, con la presencia de Sylvie Glissant, viuda del intelectual martiniqueño Edward Glissant, quien fundó el lauro, en 1990, el cual es otorgado por la asociación itinerante Institut du Tout Monde y en 2009 recibió la nominación de Premio Carbet del Caribe y del Mundo.

LA FELICIDAD SE TRANSFORMA EN GRATITUD

-¿Qué significa para usted haber obtenido este premio?

-Cuando un escritor desarrolla un trabajo con sus ideas, siente felicidad cuando recibe un reconocimiento de esta índole, espera la acogida de los lectores. Al ser reconocido de esta forma, su felicidad se transforma en gratitud, al percibir que el esfuerzo integral vale la pena.

“No lo valoro como un hecho aislado, de carácter personal, sino lo que representa para la literatura cubana, y eso es lo que significa para mí un hecho trascendental. Este es un premio de alta resonancia internacional que me gratifica desde mi condición de cubano por los cuatro costados.”

CON LA INSPIRACIÓN V0LCADA EN UNA NOVELA

-Hace algún tiempo usted se refirió a una nueva novela. ¿Ha continuado escribiéndola?

-Estoy en proceso de terminar mi nueva novela, en la cual recupero el personaje de Mario Conde. Es una historia que transcurre a través de tres siglos desde Amsterdam en la época de Rembrandt hasta la Cuba del presente, tengo escritas unas 500 páginas y espero en el mes de marzo concluir la primera versión.

-¿Podría resumir el tema de su más reciente obra, presentado en la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012?

-La Memoria del Olvido es un resumen de mis colaboraciones con la agencia IPS de los últimos cinco años. Aparecen en este volumen los trabajos que consideré se mantenían vigentes y podrían pasar de la publicación periódica a una definitiva, como es un libro, y esa selección la presenté en la Cabaña; es la segunda presentación, pues la primera fue en la UNEAC.

-UN LIBRO QUE LO PERSEGÍA HACE AÑOS

-El hombre que amaba los perros es una historia que usted tenía en mente desde hace tiempo.

¿Qué representa para usted?

-Ese es un libro que me perseguía hace años, desde la primera vez que visité la casa de Trosky, para mí una figura prácticamente desconocida, y en mi primer viaje a México le pedí a unos amigos que me llevaran a ver su casa. Había leído muy poco sobre él y todo lo que me había llegado había sido a través de literatura soviética, pues era la que circulaba en Cuba en esa época. Y en la literatura soviética, por supuesto, Trosky era el malo, el horror.

“Esa curiosidad de porqué era tan malo fue lo que me llevó a visitar la casa, y luego a estudiar un poco su vida y su obra. Cuando supe que su asesino, Ramón Mercader, había vivido cuatro años en Cuba, mi interés se multiplicó. Es un libro que me persiguió durante muchos años, hasta que llegó el momento en que estuve en condiciones físicas, intelectuales y profesionales de escribirlo y me introduje en esa historia que tanto me atraía”.

-TRES PROTAGONISTAS ¿EN PUGNA O EN ARMONÍA?

-¿Quién es el verdadero protagonista de la trama en su novela?

-Creo que tiene tres protagonistas: Trotsky; su asesino, porque Trotsky no se puede entender sin su asesinato, y el asesino tampoco se puede entender sin el acto de asesinar a Trostky; y el personaje de Iván, porque es el punto de vista desde el cual está narrada, entendida y resumida toda la historia.

“Esta es una novela que, aunque tiene distintos escenarios - Rusia, México, España, Francia, Noruega, está escrita, pensada, sentida y vivida desde Cuba. La perspectiva cubana es esencial en esta historia. Por eso, a través de los ojos y de la experiencia del personaje de Iván se resume esta historia, que no es la historia con H mayúscula solamente, sino también la historia de cuantos hemos vivido en Cuba durante todos estos años”.

-¿Existe algún proyecto cinematográfico en relación con su personaje de Mario Conde?

-Por el momento no está previsto llevarlo al cine.

-¿Considera que ejercer el periodismo podría constituir una herramienta imprescindible para el escritor?

-Yo soy hemingwayano. Del mismo modo que soy carpenteriano, soy hemingwayano. Creo plenamente en lo que dijo Hemingway: que el periodismo puede ser una etapa en la vida del escritor. En otra etapa, te devora. Ahora mismo, yo llevo cerca de dos meses sin escribir ninguna de estas crónicas que habitualmente escribo, porque estoy en un punto de la novela en el que no puedo dedicarme a escribir otros temas.

“A veces, determinados colegas, determinadas personas se me acercan pidiéndome colaboraciones. Me hablan muchísimo del porqué no escribo un segundo libro de entrevistas a los peloteros cubanos como hice en los años 80. El caso es que las condiciones de mi vida, de mi trabajo han cambiado en relación con esa época y sería muy difícil volver a trabajar en un periódico o en una revista, aunque no voy a dejar de hacer periodismo, porque es una vía muy importante para mí, una de mis razones de ser.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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