¡Llegó el Circo! (+Fotos)

Quizá sea uno de los lugares más utilizados del mundo, pero la emoción detrás de la frase ¡Llegó el circo! se sigue viviendo de manera única. Bien vale revisitar este viejo anuncio que acompañaba a mujeres barbudas y enanos con chistera al llegar a los pequeños pueblos, siempre para sembrar la ilusión en los que lo veían por primera vez y recuerdos en quienes una vez soñaron fugarse con él.

En Cuba aquello de ir y disfrutar de un espectáculo de este tipo cambió mucho en los último 20 años, pero el circo no desapareció y, para probarlo, este jueves 31 abrió las puertas una temporada de lo mejor de ese arte centenario, con figuras nacionales y extranjeras en las que se incluyen nombres de resonancia en conocidos gigantes como el Ringling Brothers, de Estados Unidos, o el Rosgoscirk, de Rusia, considerado el más grande del mundo.

 La edición XIII del Circuba, un festival veraniego que tendrá su cuartel general en la Carpa Trompoloco hasta el próximo cinco de agosto, será la oportunidad perfecta para reconectar con el niño interior que nos sonríe dentro cada vez que nos sentamos alrededor de la pista circular.

Shows y actos que desafían la lógica estarán en esta versión de la cita, dedicada a La Habana y que cuenta como todos los años con invitados de lujo. ¿Quiere ver pompas de jabón  de Récord Guinness? ¿O el primer número cubano de cama elástica en 30 años? ¿Qué me dice de un  dúo de niños malabaristas? ¿O una cuerda aérea, un dúo de fuerza o una muchacha que parece volar utilizando sólo una cinta como único asidero para no caer al vacío? Sólo tiene que darse una vuelta este viernes, sábado, domingo y lunes por Miramar: la carpa Trompoloco lo recibirá a las cuatro de la tarde y a las ocho y media de la noche. Vale la pena desafiar al calor.

 El Karl Marx será otra de las sedes, aunque sólo para galas y presentaciones especiales, como el espectáculo de premiaciones y los Ecos del Circuba, un programa que reunirá adagios acrobáticos, telas, percha aérea, contorsionistas, perros amaestrados, malabares y payasos.

Otra buena noticia. Decir circo es pensar en vida trashumante, en cargar armazones, situar mástiles y extender lienzos. No llegará a tanto, pero sí a provincias como Santiago de Cuba, Camagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Sancti Spiritus y Matanzas, más específicamente  en Cárdenas, donde concluirá esta temporada circense el domingo siete de septiembre con una Gala de Clausura, en la que participará lo mejor de esta competencia.

 Porque se trata de un concurso, si no lo sabía; y uno prestigioso, donde se dan trofeos al mejor espectáculo, a la mejor interpretación femenina, masculina y revelación, por los que compiten este año unos 80 artistas de 14 países.

Pero no todo sucede en la escena, aunque todo se trate del circo. Para los cinéfilos habrá un ciclo de películas sobre la temática. Clásicos como Trapecio (Carol Reed, 1956), El espectáculo más grande del mundo (Cecil B DeMille, 1952) – una hermosa  razón para caer rendidos ante el séptimo arte y el circense por igual- y El circo (1928), de Charles Chaplin, se unirán a la reciente Agua para Elefantes, (Francis Lawrence, 2011), y El Circo de los extraños (Paul Weitz, 2009), hasta completar las nueve cintas, que se proyectarán en las salas del capitalino Yara, el Cinematógrafo Lumiére y estarán acompañando la gira por Santiago, Camagüey y Ciego de Ávila.

 Y se abre el telón

El circo no deja a nadie indiferente y menos cuando se combina con danza y artes plásticas. Ese fue el regalo para quienes asistieron a la gala inaugural de este jueves en un repleto Karl Marx: un espectáculo con un programa de lujo en la que intervinieron el Ballet de Lizt Alfonso, el Conjunto Folclórico Nacional y el Ballet de la Televisión Cubana, con coreografía del siempre aplaudido Roclan.

Los bailarines compartieron cartel con acróbatas y contorsionistas de la multipremiada Compañía Havana e invitados como el malabarista español Antonio Álvarez y el canadiense Francis Perreault, el único acto en competencia de la noche, donde este artista demostró la maestría y el dominio de la rueda alemana, una especie de aro en el que se gira apoyado con las manos y los pies.

Sólo un pequeño adelanto de lo que verán en la Carpa Trompoloco, y también un “hasta pronto”, porque el Karl Marx volverá a acoger el día cinco la gala de premiaciones, una esperada velada en la que se podrá apreciar lo mejor de lo mejor –literalmente- de cuantos números participan en esta edición 13 de Circuba.

La invitación queda hecha, después no diga que no oyó las voces. Llegó el circo y el show acaba de empezar.