viernes, 19 de abril de 2024

Leonor Pérez: Simplemente una madre

A 106 años de la muerte de la madre de nuestro Apóstol, la actriz Broselianda Hernández, quien magistralmente la interpretara en José Martí: El ojo del canario, nos la acerca de manera inusual...

Odette González Villaescusa en Exclusivo 19/06/2013
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broselianda
Leonor Pérez falleció en La Habana el 19 de junio de 1907, en compañía de su hija Amelia.

“No creo que Leonor haya sido una mujer sumisa pero tampoco creo que haya sido la típica mujer de la época. Creo que en su vida tuvo varios encontronazos con Mariano…”, me comenta hace unas tardes en la sala de su casa de la Víbora, la actriz Broselianda Hernández, recordando su preparación para el personaje de Leonor Pérez en la película de Fernando Pérez José Martí: El ojo del canario.

El 19 de junio de 1907 falleció en La Habana, en la pobreza y en compañía de su hija Amelia, Leonor Pérez, la mujer que dio al mundo tan genial cubano; la que, ineludiblemente, tuvo un peso en su formación; la mujer a la que Pepe -como ella le llamaba- dedicó sus primeras inspiraciones poéticas y a quien abordo del vapor Mascotte, en 1894,le escribió:

“…¿de quién aprendí yo mi entereza y mi rebeldía, o de quién pude heredarlas, sino de mi padre y de mi madre? (…). A otros puedo hablar de otras cosas. Con Ud. se me escapa el alma, aunque usted no apruebe con el cariño que yo quisiera mis oficios”.

Esa mujer que históricamente concebimos perfecta y distante, se nos hizo real, se nos hizo una madre común, cuando estaversátil actriz de teatro, televisión y cine, graduada en el Instituto Superior de Arte, la interpretó en el filme José Martí: El ojo del canario. Sobre su personaje, y a propósito de otro aniversario del fallecimiento de Leonor, conversé con Broselianda.

“El personaje dejó una huella muy profunda en mí. Salir de él me costó mucho trabajo. Hubo momentos en que hasta con mi hija fui como una Leonor Pérez, completamente encarnada. Era un personaje que representaba la dulzura de la madre;esa madre que tiene la carga de todos los hijos y que media entre un padre autoritario que aunque quiere el bien para sus hijos, influye de alguna manera negativamente en los muchachos”,va reflexionando la actriz con su habitual espontaneidad.

¿Cómo fue el primer acercamiento al personaje de Leonor y luego su evolución durante la preparación y el rodaje?

—En primera instancia, Fernando Pérez cuando me escogió me pidió que no leyera nada acerca de Leonor; incluso, yo sabía muy poco, sabía poemas de Martí, cosas de Martí, pero muy poco de Leonor Pérez. Él me dijo que no leyera, que Leonor era simplemente una madre y sobre todouna madre de hoy día. Luego de terminado el rodaje es que empiezo a investigar sobre Leonor. Bueno, antes había visto fotos para lograr cierto parecido físico, pero básicamente yo llego a conocerla a través de cartas y el libro de Mañach Martí el apóstol. Es que se sabe muy poco sobre Leonor en Cuba.

“El envejecimiento del personaje, por ejemplo, hablándote ya en términos de caracterización, tratamos de darlo más bien por dentro. Cómo a esta mujer van doliéndole muchas cosas, incluso del hijo;aunque sabe que está haciendo el bien pero le duele y todo eso la va poniendo mustia, como si el corazón se le fuera achicando. Esto es bien difícil porque es una transformación interna. Es un personaje increíble para un actor por todos los estados que transita, y hubo momentos en la película en que de verdad quedé devastada como persona”.

Pese a esto, ¿te gustaría representar a Leonor un poco más allá, en su vejez, en otra etapa de la vida de Martí?

—Sí, por supuesto. El personaje tiene muchas facetas. Algunas personas recuerdan mucho más la escena de los gritos: “¡Grita, Pepe! ¡Grita viva España!”, o cuando ella va a pedir clemencia por él con las niñas en la escalera, o la escena de la cárcel; son cosas que se quedan, pero cuando ves la evolución del personaje de principio a fin, vas viendo que además, hay momentos y matices.

Fernando ha dicho que una de las razones para escoger esta etapa es que fue la de formación del carácter de Martí. ¿Cuánto crees que haya aportado Leonor a su personalidad?

—Bueno, hay estudios que demuestran que el cromosoma de la inteligencia lo aporta la madre, y yo comparto esta teoría de algunos científicos. Creo que toda esa inteligencia de Martí proviene de su madre, no porque el padre no haya influido. Leonor era una mujer casi analfabeta, que escribía con faltas de ortografía, que aprendió prácticamente sola a leer y a escribir. Pero después de leer las cartas, incluso las de la esposa oficial de Martí, yo digo: Contra,¡esta mujer era tan inteligente!, además de práctica, sufrida. En las cartas le reprocha muchas cosas a Martí, le habla de las mesadas, le dice “…hijo mío estás lejos y no te ocupas de nosotros”; es dura.

“Sabemos que murió en la más absoluta miseria, sin que el gobierno cubano le pagara absolutamente nada. Sobrevivió a sus hijos, a su esposo, solo le quedó una hija; o sea, fue una mujer súper fuerte. Este personaje yo prácticamente se lo dediqué a mi abuela, que era una mujer muy inteligente y médica. Yo antes de parir tenía miedo de que mi hija no fuera inteligente porque para mí es muy importante nacer con ese don. Hay muchas referencias, incluso, cuando yo voy al casting para la Leonor llevé, no intencionalmente, un pañuelito todo bordado, de esos antiguos que conservaba de mi abuela, para tapar la natilla cuando ella va a la cárcel a persuadirlo de que no firme la carta, porque fue la escena del casting”.

A veces se le ha criticado a Leonor el no apoyar el sacrificio de su hijo. Pero, incluso, en una escena del filme, al decirle a Martí: “…estoy hablando como tu madre”, ella le deja clara su constante y lógica preocupación. ¿Qué crees?

—Bueno, yo, situándome en mí como madre, en Broselianda como madre, creo que hubiera hecho lo mismo. Hay un texto definitorio en Leonor: “¿Por qué este sacrificio inútil?”. Hoy en día vemos familias desunidas y desmembradaspor desavenencias políticas. Entonces, lógicamente,hay esa contradicción en Leonor. Martí es el único hijo varón, el único hijo que podría, digamos, en la época, sacar la cara económicamente por la familia; el único hijo descollante y ellos están en la pobreza; son honrados, son gente de trabajo pero están en la pobreza. Y de alguna manera ella piensa igual que el padre,¿por qué no ser abogado? También se equipara a hoy en día. Los padres quieren para los hijos ese tipo de carreras que son las que tienen, digamos, futuro.

“Ella, incluso, es la que más media para que siga en el colegio de Mendive, lo apoya, pero está en esa dicotomía.Tiene miedo a las revueltas, a todo lo que se armó en la famosa escena de los sucesos del teatro Villanueva, cuando ella sale a buscarlo”.

La película es una visión muy personal de Fernando. ¿Cuánto crees que hay de ficción y cuánto de veracidad en el personaje de Leonor y cuánto le aportaste?

—Cuando los guiones son buenos, como este de Fernando, hay poco que aportar en materia de diálogo. A veces los actores tenemos que reescribir prácticamente los diálogos —esto se sabe poco pero es así—y después ser aceptados o no por el director. Y este guión estaba muy bien escrito, no tenía casi nada que aportar al texto y me dejé llevar por las indicaciones de Fernando, por el sentimiento, y me situé como una madre común y corriente, sin referencia de cómo ella se hubiera comportado.

“Claro, es una película de época, y había que cuidar en el doblaje el aspecto de la dicción, por ejemplo, los encontronazos con Mariano. Eso sí había que modularlo bien, porque no podía ser como Broselianda en la vida, explosiva, ni completamente sumisa. Y el personaje fue naciendo así, de a poco, pero fue relativamente fácil, pues al tener la experiencia de ser madre, al tener referencias históricas y martianas, fue bien bonito, y dejarse llevar por la mano de un director como Fernando Pérez es una suerte de privilegio.

”Yo siento que la película funcionó bastante, sobre todo para los jóvenes. Martí se nos ha dado en las escuelas siempre con la cosa de que los héroes no son de carne y hueso. La gente viene a enfrentarse con algo que le han machacado, entonces la película resulta ser algo agradable, se acerca mucho más a los jóvenes y hace que ellos vayan a las lecturas de Martí de otra manera. Eso para mí fue muy importante. Yo recuerdo que aprendí los versos de Martí a fuerza de canciones, sus poemas musicalizados por Amaury Pérez, por Nacha Guevara, pero también tenía esa cosa de “el busto”, y cuando me acerco al guión digo, “qué bueno, porque es algo diferente”. Y creo que la película puede marcar un antes y un después para los jóvenes, de este Martí que siempre hay que leer y volver a él. Creo que esto es muy importante en todo el arte, lo que pueden dejar en la gente los personajes históricos”.


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Odette González Villaescusa


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