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viernes, 6 de diciembre de 2024

Choco: "No nos van a perdonar si jodemos esto"

Hay días en los que no quiere salir del estudio, se abstrae y siente la necesidad de crear ante cualquier circunstancia...

en Cubasí 25/08/2018
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Choco
Con un alto grado de popularidad, ganado por su obra, Eduardo Roca Salazar deslumbra por su carácter cálido

Puede parecer vulgar el título de mi comentario, pero si lo comparto es porque creo que fue de las mejores frases que escuché en la tarde del jueves 2 de agosto. Fue esta precisamente la que produjo una ovación para cerrar el Encuentro con, que condujo Magda Resik en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, como parte de las actividades de la Feria Arte en La Rampa 2018. Más de hora y media dialogando con un artistazo de las artes plásticas, un cubano amante de la música, que disfruta el beisbol y el ir de vez en vez a su natal Santiago, ciudad que admira por su gente, hospitalidad y costumbres.

Con un alto grado de popularidad, ganado por su obra, Eduardo Roca Salazar deslumbra por su carácter cálido, con una sonrisa preciosa, al decir de Magda y su hábil manera de conducir el diálogo. Un ser especial, merecedor del Premio Nacional de Artes Plásticas en 2017, al que no se le conocen enemigos. Está probada su humildad extrema, así como su competencia y la calidad de esa obra inmensa, llena de color, de acertadas formas y sello original; buscando siempre una expresión cubana que dialogue con lo universal.

Los amigos y conocidos presentes dieron fe de que pasan los años y sigue siendo el mismo, el que nunca se ha creído nada, se ha dado a su familia, reafirmando que la grandeza está justo en ese grano de maíz…

Choco, como popularmente se le conoce, es un verdadero amigo, un ser auténtico, un hermano. Gran anfitrión, guía y sabio promotor musical, más que todo por su buen gusto y conocimientos de la manifestación, atesora un patrimonio musical del cual se han nutrido muchos artistas. De su pasión por la música nos cuenta además que esta le posibilita pensar en colores y descubrir luces diferentes. Pero lo más significativo es que no ha olvidado su origen, su humildad, y el genio se completa con eso.

El Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (AIAP), ostenta la Distinción por la Cultura Nacional, otorgada por el Ministerio de Cultura de Cuba, la Medalla Alejo Carpentier y la Julio Antonio Mella, asignadas por el Consejo de Estado de la República de Cuba, el sello del Laureado y la Distinción Raúl Gómez García que otorga el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura. Ha sido reconocido con el Diploma al Mérito Artístico y la categoría de Profesor Consultante por el Instituto Superior de Arte.

No se puede dejar de mencionar su relación con su ángel Gloria, compañera en la vida, madre de sus hijos, maestra, luchadora y cómplice del buen sabor de su "Arcoiris de col". Sus pasos han estado inspirados por su madre, quien le pidió que anduviera "con cuidado y por la sombrita". En su casa le hicieron comprender que es necesario volver atrás para saber cómo comportarse. Fue así que partió a La Habana y luego a Angola.

Es graduado de la Escuela Nacional de Arte del año 1970 y realizó estudios en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, antecedido esto por su formación como instructor de arte; algo que disfruta a plenitud. Confiesa que está haciendo todo lo posible por no decepcionar a aquellos que siguen su trabajo; que no es más que el fruto de la formación intelectual y científica aprendida en nuestras escuelas de arte. Su compromiso es estar a ese nivel para poder convencer y partir de elementos de nuestra cultura. Confiesa que a veces no encuentra maneras de explicar con palabras su relación con el imaginario que hace posible su obra, ya que no es practicante de ninguna religión, aun cuando respeta todas las creencias.

Hay días en los que no quiere salir del estudio, se abstrae y siente la necesidad de crear ante cualquier circunstancia. Tiene ayudantes que lo inspiran mucho y le dan hasta de comer. Pero, como también debe distraerse, a veces, como hobby, cocina en casa. Su vocación de maestro le hace fortalecer su obra. Pasa todo el tiempo creando y considera que los jóvenes deben darse cuenta de lo que quieren. Los avances tecnológicos son peligrosos y le preocupa que la gente en la actualidad casi no tenga comunicación directa.

Cuando se menciona a Fidel, Choco habla de una relación muy linda, de amigos. La cercanía con el Comandante le hizo conocer la sapiencia de este y sus mejores virtudes como ser humano: “Es un hombre que no ha muerto ni morirá, nos sigue acompañando”. Entenderán entonces la frase que da título a mi comentario y que parte de su compromiso con Fidel, porque "a veces perdemos la vaca por la chiva, y cuando perdamos la cultura, se va a perder todo. Miremos con luz larga". Es el consejo de un cubano de a pie, que defiende a ultranza lo que siente, desde su pedacito.

 


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