lunes, 29 de abril de 2024

Va camino a más

El mejoramiento genético en el sector vacuno constituye una de las prioridades para el país. Entre las tecnologías a rescatar por el Ministerio de la Agricultura se encuentra el trasplante de embriones...

Yanel Blanco Miranda en Cuba nos une 01/10/2013
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Inseminación Ganado
Técnicos que realizan la colecta y transferencia de embriones.

Pijirigua al fin cedió; sus ansias de ser la mejor reproductora del país dejaron atrás la manigua, y los juveniles deseos de vivir a la antigua. Esta singular y caprichosa vaquita, amante de libertades y querellas, decidió ponerse a disposición de los humanos y probar las técnicas que ofrece la ciencia en materia de mejoramiento genético.

La transferencia de embriones, empleada en Cuba desde mediados de los años 70, es una de ellas. Este procedimiento no provoca perjuicios a los animales, puede realizarse en condiciones de campo y en un tiempo relativamente breve, por lo que resulta de interés para los especialistas.

Sin embargo, el alto costo de los insumos usados impide que la tecnología se expanda a todos los lugares donde se trabaja con ganado. De ahí que se haya establecido utilizarla únicamente en vacas con buenos rendimientos, con el  objetivo de  lograr mayor cantidad de descendientes, para proporcionar un mejoramiento genético y un incremento en la producción de leche y carne.

“En condiciones normales, una vaca da un solo ternero al año, lo que significa que en su vida solo procreará seis u ocho. Con este método se multiplicaría la cantidad de crías”, señala el máster Adael Bernal, especialista en biotecnología reproductiva.

El también médico veterinario del Centro de Investigaciones para el Mejoramiento Animal de la Ganadería Tropical (CIMAGT), perteneciente al Ministerio de la Agricultura, refiere que, en sus inicios, la técnica se hacía por vía quirúrgica, lo cual era riesgoso para las reses, con la limitante adicional de solo poder aplicarla una o dos veces al año.

El desarrollo de nuevos instrumentos, métodos de colección y colocación de los embriones permiten que la técnica sea menos invasiva y que pueda hacerse en más de una ocasión.

“Es muy importante decidir, antes de realizar cualquier práctica, cuáles serán los sujetos a utilizar; pues en la transferencia de embriones existen dos tipos de vacas: las donantes que aportan el mejor material genético y las receptoras, que son las encargadas, por su capacidad para parir y amamantar, de recibir los embriones extraídos”, aclara Adael Bernal.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no siempre las donantes van a responder bien al tratamiento hormonal previo, por lo que el proceso de captación debe ser cuidadoso. Una vez seleccionadas, a las hembras se les efectúa un chequeo reproductivo para ver si están en condiciones de ser tratadas.

DESVENTURAS

El Periodo Especial socavó los Programas de Mejoramiento Genético creados en la Isla por orientación del presidente Fidel Castro y relegó al olvido la proeza cubana de ser el primer país en Latinoamérica que obtuvo un ternero por transferencia de embriones y el decimocuarto a nivel mundial.

La mala situación económica originó una readecuación de la estrategia de desarrollo ganadero, y se pasó de una ganadería altamente especializada a otra de bajos insumos, por lo que proyectos como ese fueron abandonados

Aspectos claves de la genética, como la identificación de los animales, el control técnico en las lecherías y el funcionamiento de las fábricas de confeccionar aretes y varillas de inseminación se deterioraron debido a la carencia monetaria.

Según datos ofrecidos por Gustavo Rodríguez, ministro de la Agricultura, en el Noveno Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional, “en la década de los 80, Cuba inseminaba un millón de vacas al año y tenía cuatro mil técnicos encargados de esa tarea”. En la actualidad ese procedimiento es aplicado solo a 300 mil hembras y el personal capacitado para tal labor no sobrepasa los dos mil trabajadores.

Los laboratorios de trasplantes de embriones (16 en el país) también padecieron las insuficiencias económicas del Periodo Especial. Sin embargo, como parte del programa de recuperación y desarrollo de la ganadería del Ministerio de la Agricultura, estos están siendo rescatados, aunque persisten dificultades relacionadas con la obtención de los insumos y la preparación del capital humano.

TRANSACCIÓN

En la transferencia de embriones la precisión y el orden a seguir son inviolables. Un proceso mediante el cual la vaca donante recibe una sobredosis de hormonas, lo cual  posibilita la superovulación, constituye el primer paso a realizar. Esta estimulación ovárica permite producir mayor cantidad de folículos que lo normal, y así llegar a los diez o doce.

“Luego se induce el celo a la res para poder inseminarla y obtener, al cabo de los siete días, los embriones que se implantarán en la receptora”, apunta Adael Bernal.

Diversos son los factores que influyen en el éxito del trabajo, de ahí que sea requisito indispensable que las donantes, las receptoras y el semen a usar sean de probada calidad. De igual forma, el bienestar de los animales, la alimentación y las condiciones de manejo contribuyen a alcanzar una alta efectividad.
Aunque la colecta de embriones resulta un procedimiento de pocos minutos, debe ser realizada según el protocolo establecido.

“En Cuba usamos un catéter Foley adaptado (más largo), que es introducido hasta los cuernos uterinos. Una vez ubicada la sonda se realiza la extracción o lavado”, explica Bernal.

El medio de cultivo empleado para tal fin es depositado a través de una jeringuilla que se adosa al extremo libre del catéter, procurando que alcance todas las áreas del endometrio. En ocasiones, este “preparado” se agita con la misma jeringa haciendo movimientos de entrada y salida; de tal forma que las turbulencias producidas arrastren los embriones ubicados en los pliegues de la mucosa uterina de manera más fácil.

Clasificar los óvulos fecundados en buenos o malos es una tarea que requiere condiciones de laboratorio. La persona encargada de hacer la selección o búsqueda emplea un estereoscopio (microscopio especializado), y luego de encontrar los embriones los almacena en una placa que los mantiene y evita su contaminación.

El trasplante es muy similar a la inseminación artificial, aunque resulta recomendable utilizar anestesia epidural para facilitar la manipulación del útero.

En Cuba esa operación es realizada en las bases productivas por lo que los técnicos llevan preparados los instrumentos; identificados con el número de la donante y el código del toro con que fue fecundada.

Sin embargo, además de la destreza y experiencias necesarias, es importante que las receptoras estén sanas, en buen estado de nutrición y sus ciclos reproductivos hayan sido normales.

Considerada una de las tecnologías más eficientes para el mejoramiento genético del ganado por su alta efectividad y por lo fácil de su utilización, la transferencia de embriones forma parte de los programas de mejoramiento genético en el mundo. En la Isla se trabaja hoy por recuperarla y extenderla a las bases productivas donde se encuentran las mejores productoras de leche y carne.

PROGRAMA DE MEJORA DE LA ESPECIE VACUNA

El Programa Nacional de Mejoramiento Genético solo logra alcanzar el 26 por ciento de las hembras con que cuenta el país en la reproducción. Según directivos del MINAG, su ejecución requiere de la correcta aplicación de la política aprobada y una estricta disciplina en su cumplimiento.

-El rebaño bajo control genético está compuesto por 126 mil animales; 98 mil hembras, agrupadas en diez proyectos raciales y cuatro experimentos.

-El 71,1 por ciento de las hembras son de razas lecheras y el 28,9 de carne.

-Se desarrollan en diez empresas y diez granjas genéticas, ubicadas en varias provincias del país como Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Villa Clara….

-Existe semen de 38 genotipos de diferentes grados de estructura racial .

-Todos los genotipos se manifiestan por debajo de su potencialidad ya que en la práctica no se garantizan las condiciones ambientales, particularmente el manejo y la alimentación. Además, los rebaños de animales de razas especializadas, tanto de leche como de carne, están reducidos al mínimo permisible y requieren más atención.

-No se ha logrado producir el número de sementales necesarios y con la calidad requerida para cubrir las demandas de la monta natural en los diferentes sectores.

Fuente: Informe presentado a la Comisión Agroalimentaria en el Noveno Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura, julio 2012.


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Yanel Blanco Miranda

Se han publicado 1 comentarios


Arístides
 1/10/13 14:46

Este reportaje me parece como un cuento de ciencia ficción. ¿Será posible tanta maravilla? Los que tenemos años suficientes podemos recordar, si no nos ha comenzado a “patinar la correa del ventilador”, aquellos planes pecuarios de los 60 y los 70 cuando todo “pintaba tan bien” y había vacas que hasta tenían el privilegio de vivir con aire acondicionado. Ya no se habla de vacas Holstein (blancas y negras o blancas y marrón) ¡tan bonitas! que adornaban nuestros pastoreos “intensivos”, y de aquellos llamados “lotes secos”, y el Combinado Lácteo “más grande del mundo” levantado por la Vía Monumental cerca de El Cotorro, y me pregunto: ¿Queda algo de esos? ¿Qué se hizo de aquel ganado F-1, F-2 y otros parecidos? ¿Nos los comimos? Recuerdo con cariño y admiración a la vaca recordista mundial “Ubre Blanca”, que incluyeron en el libro “Guinness de los Records”, y al padrote aquel traído de Canadá, tan circunspecto él, llamado “Rosafé”. ¿Todavía vive alguno de sus parientes? Serían unos pies de crías inmejorables.

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