jueves, 28 de marzo de 2024

Dengue, chikungunya, zika…¡alertas! (+Infografía)

Coexisten tres amenazas epidemiológicas en el país que comparten el mismo agente transmisor por lo que las acciones de prevención y control antivectorial deben reforzarse, no iniciarse ahora...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 09/02/2016
2 comentarios
Resumen fotográfico de la semana
Las macro-acciones son necesarias, en tanto la comunidad debe declararse libre de potenciales amenazas.

¿Por qué, casi siempre, nos sucede lo mismo? ¿Por qué ante una situación inminente de amenaza epidemiológica tenemos que “mandarnos a correr”? ¿Acaso no debemos mantener condiciones higiénico-sanitarias saludables en el territorio nacional durante todo el año? ¿Por qué funcionan las campañas “por rachitas”?

No ceso de acosarme con estas interrogantes cuando, durante el fin de semana pasado, observo el despliegue de una campaña de saneamiento en los barrios capitalinos, aunque todavía persisten algunas zonas con acumulación de desechos sólidos y aguas estancadas, condiciones que favorecen la proliferación de vectores, como el mosquito Aedes Aegypti, agente transmisor de enfermedades como el dengue, el chikungunya y el temido Zika, cada vez más cercano a Cuba luego de la identificación de cinco casos en Haití en las últimas horas.

Reforzar las labores de higienización para evitar la reproducción del insecto es comprensible, pero si más que reforzar se empieza desde cero en algunas localidades es cuestionable entonces el trabajo que la Empresa de Comunales y otras entidades debe realizar sistemáticamente, sobre todo cuando el dengue y el chikungunya, mucho antes de que surgiera la alarma internacional a propósito del Zika, ya resultaban conocidos para los cubanos.

En nuestro país no se ha reportado ningún caso con manifestaciones clínicas compatibles con la enfermedad del virus del Zika hasta la fecha, pero la información divulgada por el Ministerio de Salud Pública días recientes arrojaba que el año pasado se produjo transmisión de dengue en algunas provincias del país y se diagnosticaron 28 casos de chikungunya importados. Los tres virus “comparten” el mismo agente transmisor… El mosquito ante el cual, se supone, no puede cesar la lucha de prevención en todos los niveles.

Las macro-acciones son necesarias, en tanto la comunidad debe declararse libre de potenciales amenazas como los criaderos de esta especie del mosquito, pero a nivel familiar y laboral el trabajo debe seguir siendo intencionado. No bastan las charlas educativas, las audiencias sanitarias en la cuadra o el centro de trabajo… La población debe conocer, como ahora sucede con el virus del Zika, todo lo relacionado con las consecuencias que para la salud tiene ocultar los síntomas, esquivar la atención médica o restarle importancia a determinados malestares.

Tanto el dengue, como el chikungunya y el Zika, coinciden en su sintomatología en lo relacionado con la fiebre, dolores articulares, posibles erupciones y enrojecimientos oculares, entre otros. Asistir al médico es esencial, sobre todo para descartar en primera instancia el padecimiento del dengue, antes de suministrar cualquier medicamento para controlar la fiebre y aliviar los dolores musculares. No son pocos los que prefieren quedarse en casa y “bajarse la fiebre con dipirona y toallas mojadas en la frente” sin tomar en cuenta el riesgo que para su salud y la de sus convivientes conlleva esa actitud.

El virus del Zika nos pone a correr, porque el desconocimiento de su existencia para muchos no puede exonerarnos de los cuidados necesarios y porque necesitamos prevenir, en todas las edades, su transmisión. Atender de manera especial a las embarazadas y darle seguimiento con “ojo clínico” durante el primer trimestre de su gestación se convierte hoy en una acción reforzada del programa de atención materno infantil, a partir de la fatal relación entre el virus del Zika y la ocurrencia de malformaciones congénitas como la microcefalia, lamentablemente ya reportada en países como Brasil.

Sin embargo, más allá del conocimiento científico que se comparte, con el consiguiente impacto que esperamos tenga en la percepción de riesgo de la población para que no se confíe y contribuya al control antivectorial del mosquito Aedes Aegyti, debemos entender que las labores de prevención no pueden ser “de ahora para ahorita”, y actuar en consecuencia con ello.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 2 comentarios


ERMM
 7/4/16 11:21

Hola muy bueno este tema pero también es bueno decir que es en vano los esfuerzo que realiza el país en lo que es la fumigación, por lo menos en las tunas lo que hay es un descaro total y a la cara de los ciudadanos, como es posible que una vivienda o un centro de trabajo que sea fumigado y se le de el tiempo establecido en vez de matar a los mosquitos estén de fiesta como si nada. ¿Es que no se supervisa cuando se prepara el veneno? O es que la calidad del veneno es mala? Como es posible que se venda clandestino el veneno de la fumigación puro es este caso el de la sipermetrina. Entonces es en vano todo el esfuerzo que realiza el país.  

Mirror
 18/2/16 17:22

Entonces, esta enfermedad no tiene cura???? Te infectas y te mueres????

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