lunes, 20 de mayo de 2024

Macerados de miel para tu piel

La miel sola suele ser efectiva en tratamientos para cuidar de la piel, sin embargo, enriquecida con las propiedades de algunas plantas suele resultar mucho mejor...

Luis Manuel García Olivera
en Exclusivo 20/12/2020
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Miel-piel
La miel de abejas, puede ser de significativa utilidad en el cuidado de la piel. (herbolarioabella.com).

Reza un antiguo proverbio que paso a paso se llega lejos, por eso seguimos dando pequeños pasos en el inagotable mundo de la belleza y el bienestar. Pasos que, bien dirigidos, nos ayudarán a descubrir siempre un poco más sobre buenas maneras mediante las cuales podemos cultivar nuestra belleza natural sin afectar nuestra salud y bienestar sino más bien tributando a ella.

Ya que hablo de belleza natural, dediquemos el intercambio de esta semana a elementos tan naturales como lo son la miel de abejas, la sábila, el ajo y el té verde. Demos unas pinceladas sobre cómo dichos elementos pueden ser de significativa utilidad en el cuidado de la piel.

La mayoría de las personas conocen, en mayor o menor grado, que la miel de abeja es buena para varios fines relacionados a la salud. Entre ellos se encuentra el cuidado de la piel. Pero, qué sucede si a las propiedades de la miel le añadimos parte de las propiedades de algún otro elemento natural.

Existen diversas formas de aprovechar las propiedades que puedan estar presentes en un producto natural y una de ellas es la maceración. Dicho método consiste en la extracción de parte de los principios activos de una planta utilizando como disolvente a varias sustancias como: agua, alcohol, aceite y la miel de abejas. En este caso estaremos abordando algunos macerados en miel que resultan de beneficio para el cuidado de la piel del rostro.

Pero, cómo podemos preparar un macerado en miel desde casa. Vamos a necesitar la planta a la cual se le desea extraer parte de sus productos activos, miel, un frasco esterilizado de vidrio y un colador fino. El procedimiento general consiste en: cortar o machacar la planta, colocarla en un frasco de vidrio, cubrir la planta con miel, dejar que la planta se macere aproximadamente entre una o dos semanas (se recomienda revolver a diario con cuchara esterilizada para facilitar el proceso), por último se cuela el preparado.

Comentemos sobre por qué he escogido a la sábila, el ajo y el té verde como propuestas de plantas a macerar con el fin de utilizar en el cuidado de la piel.

La sábila: su gel posee probadas propiedades antisépticas, bactericidas, hidratantes, antiinflamatorias, etc. Actúa como una barrera protectora de la piel estimulando la capacidad de regeneración en las células dañadas.

El ajo: posee marcadas propiedades medicinales, antisépticas y antioxidantes. Dichas propiedades le permiten que resulte efectivo para desinfectar la piel. Resulta efectivo contra picaduras de inseptos, hongos, acné, etc.

Té verde: contiene alcaloides, antioxidantes, aminoácidos, flavonoides, taninos, etc. Sus taninos son astringentes y poseen un efecto ligeramente antiséptico. A eso le sumamos que sus antioxidantes son de los más potentes encontrados en la naturaleza teniendo además efecto anticancerígeno. Esas características hacen del té verde un amigo de la piel.

Falta ahora un detalle importante. Una vez listo el macerado, cómo puede utilizarse. Una manera sería aplicar en forma de mascarilla y dejar sobre la piel del rostro por un tiempo de diez a quince minutos. Después lavar bien la piel con agua tibia.

En caso de acné puede emplearse un día sí y uno no por quince días y después una vez por semana. En caso de una piel sin acné puede aplicarse cada quince días como promedio.

Si se elabora el macerado con jalea real entonces resultará aún más efectivo en el caso de ser empleado en el tratamiento del acné, las manchas y las arrugas finas.

Otro aspecto a tener en cuenta es que el macerado en miel, en caso de haberse realizado con plantas frescas entonces tiene un tiempo de caducidad de unos tres meses y cuando se realiza con plantas deshidratadas su tiempo de caducidad puede llegar hasta los seis meces. Se recomienda en ambos casos que una vez abierto el frasco entonces se conserve el macerado en el frío para alargar su durabilidad.

Amiga y amigo, el tiempo que no perdona se hace aliado del espacio físico que es limitado y ambos me avisan de que debo despedir. Claro que en su bondad infinita me proponen que la próxima semana volvamos a encontrarnos en otra Parada con Estilo para compartir sobre belleza y bienestar. Chao y suerte.


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Luis Manuel García Olivera

Estilista


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