Decir y hacer el reportaje hipermedia

Las colegas Olivia Marín y Susana Pérez, que desde hace algún tiempo colaboran con este blog, merecieron el Premio 26 de julio que entrega la Unión de Periodistas de Cuba, en la categoría de Periodismo Hipermedia. Tras las felicitaciones, les pedí que compartieran con nuestros lectores la experiencia de crear un reportaje hipermedia y estas son sus consideraciones. 

El reportaje es uno de los géneros más apreciados en la profesión periodística. Tal vez por su capacidad híbrida para nutrirse de la noticia, la crónica, la entrevista, el comentario, y ser al mismo tiempo, único. Exige del reportero la búsqueda precisa de la información, teniendo en cuenta los antecedentes y la evolución de los sucesos.

El reportaje hurga en el pasado, encuentra en el presente y predice sobre el futuro. Puede ser un pretexto para recordar, reflexionar, analizar, comprender o revelar lo oculto. Su esencia creativa, flexible y amplia le permite abordar diversas temáticas y moldear su forma hasta convertirse, cada uno, en un ejemplo incomparable.

Los estudiosos de la redacción periodística han propuesto distintas formas de clasificarlo desde su surgimiento; ya sea por los temas que aborda, así como por la profundidad de la investigación o el estilo empleado. Más allá de cualquier tipificación, el rey de los géneros, en una u otra modalidad, se apoya en la indagación profunda sobre el acontecimiento, en el contraste de las fuentes humanas, documentales, estadísticas, etc. La mayoría de las veces consiste en un proceso planificado, aunque sujeto a múltiples variables que pueden transformar el resultado final.

Pero es en Internet donde, según el criterio de diversos especialistas, encuentra el reportaje un escenario ideal para su pleno desarrollo. La confluencia de lo hipertextual, multimedial e interactivo en la red, ofrece al género rey amplias posibilidades de representación en el nuevo contexto.

El desarrollo tecnológico de Internet como plataforma comunicativa posibilitó la incorporación de la práctica periodística a la red de redes. Los primeros ejemplos de periódicos digitales encontraban gran semejanza en sus versiones impresas. Pero luego, con el desarrollo progresivo de la web, comenzaron a surgir nuevas oportunidades para el perfeccionamiento del ciberperiodismo.

Dicho proceso favoreció la apertura hacia el debate académico en el ámbito de la investigación acerca de los géneros periodísticos. Por un lado, algunos proyectan el surgimiento de modalidades genéricas propias del contexto online; mientras otros, sostienen que se trata de un transvase de las formas tradicionales al medio online.

En este sentido, el desarrollo de las rutinas profesionales adaptadas al contexto hipertextual, multimediático e interactivo ofrecido por la web, convidan a otros modos de construir y procesar la información, dando lugar al desarrollo de nuevas fórmulas expresivas contenidas, en muchos casos, en los géneros precedentes.

En este contexto, el reportaje se incorpora a la web donde, a criterio de diversos autores, encuentra el escenario ideal para realizar su verdadera naturaleza creativa.

La investigadora Ainara Larrondo en su artículo La metamorfosis del reportaje en el ciberperiodismo: concepto y caracterización de un nuevo modelo narrativo, establece que el reportaje como género hipermedia “presenta (…) una nueva retórica que supone una respuesta estructural y estilística a la necesidad expresiva del ciberperiodismo. Esta se acompaña de una dimensión semántica y sintáctica también renovada. La primera de éstas diferencia el género según los contenidos temáticos que trata, y la dimensión sintáctica, de carácter hipertextual, permite diferenciarlo en función de las técnicas de construcción discursiva que emplea, por lo que es en esta dimensión sintáctica donde el género más se aleja de sus predecesores. También adquiere una nueva dimensión pragmática, entendida ésta como el horizonte desde el que se construye, percibe y decodifica el género”.

Sin embargo, toda esta gama de posibilidades que encuentra el reportaje en Internet no garantiza, por sí solas, que se convierta en un verdadero relato periodístico. Uno de sus principales retos consiste en la construcción de un discurso propio que logre integrar, de manera articulada, la hipertextualidad, la multimedialidad y la interactividad, sin abandonar el espíritu de la historia.

PARA PRODUCIR UN REPORTAJE MULTIMEDIA

La realización de un producto hipermedial se muestra como un proceso de gran complejidad. Desafortunadamente, no existe un procedimiento o receta específica para la elaboración de este tipo de trabajos. Cada medio de comunicación posee sus propias dinámicas.

En Cuba, el desarrollo de trabajos de este género resulta muy limitado. La tesis de licenciatura en periodismo Cuito Cuanavale, una gesta más allá del tiempo (2012) de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana se propuso como objetivo la producción de un reportaje hipermedia sobre la repercusión histórica, política y social de la presencia cubana en dicha batalla, teniendo en cuenta los presupuestos teóricos planteados por investigadores cubanos y foráneos, además de las experiencias de los medios de prensa en la realización de estos productos y otros similares.

Así, sus autoras desarrollaron una metodología y, de modo general, identificaron 5 etapas básicas en su producción:

1. Investigación y realización del material periodístico

2. Confección del guión multimedia

3. Diseño

4. Test de usuario

5. Programación

La necesidad de un equipo multidisciplinario, integrado por especialistas provenientes de disciplinas tan diversas como el diseño gráfico, de interacción y programación, los cuales fungen también como creadores, es solo uno de los principales retos que presenta la elaboración de un producto hipermedial donde el periodista abandona su posición de único autor y principal responsable.

No obstante, es válido señalar que la selección de expertos varía en consonancia con las exigencias de cada trabajo. En aquellos que prevalecen los elementos multimediales, es más frecuente encontrar editores multimedia, expertos en gráfica animada, editores de sonido y video, además de camarógrafos.

Resulta indispensable el aporte de este grupo multidisciplinar. Cada profesional constituye una pieza única, por lo cual cuestiones como el diálogo, la comprensión y el respeto por la función individual deben prevalecer durante todo el proceso.

En estos casos, el reportero asume el rol de investigador, documentalista y gestor de contenidos. Es el encargado de recopilar, procesar y elaborar la información que conformará el producto. Además, en muchas ocasiones, desempeña la función de Director General, en la cual es el responsable de ser el intermediario entre las diferentes áreas, así como supervisar la calidad de las entregas.

Vale destacar que el ejercicio de creación de Cuito Cuanavale, una gesta más allá del tiempo se desarrolló en un ambiente especial al constituir una experiencia desde la academia, en la cual muchos de los implicados no compartieron el mismo espacio, a diferencia de algunos medios de comunicación, donde sí existen equipos dedicados solamente al desarrollo de estos materiales.

Sin embargo, para su confección debieran realizarse encuentros en los que participe el equipo multidisciplinario en su totalidad para evaluar los avances y efectuar los cambios pertinentes en las maneras de enfrentar cada paso, de forma tal que el resultado final sea obra de la construcción colectiva de todos los implicados.

Finalmente, sobre lo expuesto debemos aclarar que consiste en una propuesta ideal, que podría ser implementada de forma general o constituir un punto de partida para posteriores acercamientos a los procesos productivos del reportaje hipermedia, o cualquier otro material de igual complejidad. Su esencia reside en involucrar de forma activa la participación del usuario y convertir la experiencia de creación en una experiencia colectiva.