sábado, 18 de mayo de 2024

La manzana de Adán

un blog de Adán Iglesias Toledo

La Manzana en la Cabeza

Nunca supimos si Newton se comió aquella manzana que golpeó su cabeza, pero lo seguro es que no tuvo que pagarla a sobreprecio...

Adán Iglesias Toledo
en Exclusivo 28/01/2014
4 comentarios
La manzana en la cabeza
Ni en Bainoa, donde más baja la temperatura en Cuba, se da tan bien el cultivo de la manzana. (Adán Iglesias Toledo / Cubahora)

La mayor crisis económica de Cuba en período revolucionario, el llamado Período Especial, que de especial sí tuvo mucho, pues fue el nombre encontrado a una estrategia de iniciativas para sobrevivir a tan dura catástrofe, fue una verdadera epopeya digna de ser compilada en libros. Hasta este momento, el único documento que conozco es el libro Havanauto de fe (124 dibujos de René de la Nuez sobre el Período Especial), de Ediciones Arte Cubano.

Pero mi comentario de hoy va por otra vía. Una amiga que tiene dos hijos le nació el último en plenos años 90, era tanta la carencia, que ella decidió que cuando pudiera comprar chocolate lo probaría su hijo mayor, pues era quien ya tenía el paladar acostumbrado al agradable sabor.

La anécdota es real y ya sin los azotes del sonado Período, algo parecido está pasando hoy con las manzanas.

Cuando mi hijo me pide que le compre una manzana, tengo, como Newton, que mirar hacia arriba y reflexionar.

Recuerdo haber comprado manzanas “por la libre”, es decir, en las bodegas y mercados, sin que estuvieran normadas en la Canasta Básica o en la libreta de abastecimiento. Claro, esto fue por la década de los 80 y venían las frutas de Bulgaria.

En la red de comercio en divisas se venden caras. Estoy hablando del mercado legal, pues el otro, el ilegal, llamado “racistamente” mercado negro, tiene otros precios inalcanzables.

¿Quién suministra a los carretilleros o a las personas que sin vergüenza alguna se ponen a vender estos productos en plena calle? Quizás lo peor no sea esto, sino cómo se les permite especular con un producto que importa el propio estado, pues hasta ahora ni en Bainoa, donde más baja la temperatura en Cuba, se da tan bien el cultivo de la manzana.

No es indispensable en la dieta del cubano, es medicinal, pero no al punto de ser imprescindible. Imprescindible es no autoconsolarnos con estas reflexiones y ver más allá de la manzana, el mal, que como gusano dentro de ella, envenena nuestra convivencia. Nunca supimos si Newton se comió aquella manzana que golpeó su cabeza, pero lo seguro es que no tuvo que pagarla a sobreprecio.


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Adán Iglesias Toledo

Amo contar mi realidad en imágenes. Soy caricaturista y director del Dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde.

Se han publicado 4 comentarios


Daniel
 25/3/14 9:19

Mi comentario es para FELICITAR a Adán Iglesias Toledo, por TODOS los articulos que ha escrito en este blog. Con toques de HUMOR y lenguaje claro, ha reflejado la REALIDAD de nuestro país PERFECTAMENTE. Coincido con el autor en la crítica a estos males que debemos erradicar.

Coco
 1/2/14 9:11

La situación de las manzanas la conoce prácticamente todo el mundo pero desgraciadamente, NO PASA NADA, a mí particularmente no me gustan parece que no tiene sabor tropical (mango, mamey, anón, etc)

Ivan
 31/1/14 13:57

es dura verdad y se les permite hacer eso, tanto al estado como a los carretilleros, y mira que cojerla con tu manzana, te imaginas a tu tocayo en el paraiso con esos precios que le ofreceria a Eva

Lissette
 31/1/14 1:52

Muy bueno y acertado el texto.Por suerte a mi no me gustan porque son realmente caras.Yo también ví las de MN en los mercados,aquí en la capital las vendían en el otrora Ten Cent de Galeano.Mi mamá compraba los cartuchos que si mal no recuerdo no llegaban a 20 pesos,eran solo para ellas porque a mi sólo me gustan en conservas.

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