sábado, 18 de mayo de 2024

La manzana de Adán

un blog de Adán Iglesias Toledo

Asientos para Embarazadas (+Caricatura)

¿Qué pasa cuando la cantidad de embarazadas en una guagua supera la cantidad de asientos destinados a ellas?

Adán Iglesias Toledo
en Exclusivo 25/03/2014
19 comentarios
Caricatura de Adán-embarazada ómnibus
La caballerosidad se está perdiendo. (Adán Iglesias Toledo / Cubahora)

A pesar de tener tres hermosos hijos, desconozco cuál es el momento específico en que una mujer se declara encinta o embarazada. No me refiero al momento científico y que aparece en la literatura médica, me refiero al objetivo, al de los segundos y minutos. Sería bueno saber esto con exactitud.

Existen test, equipos, supersticiones que determinan si una mujer ya está en condiciones de estar hasta 9 meses sintiendo crecer un nuevo ser en sus entrañas. Pero el momento de declarar a una hembra encinta, siempre es algo misterioso.

Aunque el óvulo fertilizado se implante en el útero en este mismo instante, pasará un buen tiempo para declarar el embarazo como algo definitivo.

Al menos demora bastante desde que comienzan los síntomas hasta que le entregan a la mujer “el tarjetón”, un documento donde se lleva a modo de expediente los síntomas, medicamentos, padecimientos y demás para tener un mejor control de este bello proceso. Una mujer con tarjetón en Cuba es algo para desafiar.

No necesita tener un bulto en su vientre para que tenga derecho a ocupar los asientosdestinados a ellas en los ómnibus, pero muchas veces con “sus bultos” son obviadas por los y las que se hacen de “la vista gorda” para no ceder el asiento.

Siempre me ha llamado la atención estos asientos, lo mismo para débiles visuales, limitados físicos, que para embarazadas.

Tienen razón de ser y estar?

Es en las guaguas, por lo llenas que casi siempre van, donde aparecen estos asientos señalados, ni en aviones ni barcos usted verá un logotipo para estas personas.

¿Qué pasa, como lo he visto, cuando la cantidad de embarazadas, en una guagua, supera la cantidad de asientos destinadas a ellas? ¿Son útiles estos asientos señalados?

Se supone que al subir una persona con limitaciones se le otorgue el asiento por alguien que en ese momento no tiene ninguna limitación. Eso se llama conciencia, ciudadanía, cívica, pero lo que estoy viendo últimamente es que aunque el logotipo que señala el tipo de asiento destinado sea más grande que este, hay que llamar a la persona que lo está ocupando y exigir el derecho al asiento.

He visto más, he visto personas que se han negado a otorgarlo y lo que se ha formado no lo voy a describir acá, solo imagíneselo.

La caballerosidad se está perdiendo, no exagero, y aunque he sido testigo de actos solidarios en guaguas, trenes y la propia calle, nunca está demás recordar lo frágil que es una mujer con otro ser en formación.


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Adán Iglesias Toledo

Amo contar mi realidad en imágenes. Soy caricaturista y director del Dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde.

Se han publicado 19 comentarios


alexa
 17/4/14 10:28

hola es la primera ves que entro a este blog ,grasias por tan lindo gesto

El conciente
 14/4/14 7:26

Pienso que se debe hablar aqui no solamente de la mujer embarazada sino tambien de personas discapacitadas, se deberia ser mas explicito en cuando a prioridades para el asiento en algunos omnibus viejos aparece un letrero aclarando estas prioridades pero aqui lo dejamos a la libre interpretacion, porque muchas personas piensan y no los culpo ya que nadie se lo aclarado que no hay asientos de niños sino asientos para personas con niños de brazo (hasta 2 años) he visto reclamasr el asiento de niño personas con niños de 10 y 12 años y creanme no estoy exagerando

El inconforme
 26/3/14 9:09

....por lo que interpreto en la caricatura, bueno, que se bajen las que no alcanzaron asiento, no es justo que vayan de pie, jajajaj, realmente es una barabaridad, hablando ahora en serio, porque creo que el desorden empieza por los carteles, que marcan solo unos cuantos asientos para embarazadas y discapacitados, cuando debiera ser al revés y esos marcados dejarlos para personas sin impedimentos, eso haría la justicia ley, no habría que apelar ni a sentimientos, ni a conciencia,,,,saludos,,,

Tide
 25/3/14 22:17

De esto que le voy a contar, con el permiso de Don Adán, sucedió en épocas pretérita anteriores. Tantos años atrás, que aún los rebeldes no habían entrado a La Habana. Resulta ser que con otros dos amigos, habíamos estado como etiquetas pegados a varias botellas de bebidas de marcas de alturas, de las que ya son historia, de las mismas que llegaban de la Madre Patria y de esa misma Escocia que ahora se quiere separar de la “pérfida Albión, y que por cierto no pagamos, ni hubiéramos tenido para eso, eran cortesía de la Unión de Detallistas de un pueblo vecino que celebraba su fiesta anual. De que nos pasamos, nos pasamos, pero sin nada de alardes ni fanfarronerías. Más alegres que otra cosa. Cogimos una guagua de regreso al terruño y pudimos ligar unos asientos en el mismito fondo. Un poco más adelante sube una parejita de futuros padres. Uno de mis compañero se para, y le ofrece su asiento a la barrigona, justamente a mí lado, y el bacán, parece que para dárselas de bárbaro, le dice a la bella que no se siente porque el del lado, precisamente yo, estaba muy borracho. Sí que lo estaba, pero no creo que hubiera podido lastimarla o ni siquiera rozarla, porque estaba muy en mis cabales, tranquilo y muy sereno. Y casi como resorte al escuchar lo que decía aquel tipo, me pongo también de pie y le cedo el asiento al que hablaba, y le digo: - Mire… Siéntese usted también para que la pueda cuidar y se sientan más seguros.

Don Jo desde FB
 25/3/14 16:43

no solo en cuba tambien en mexico pasa

yusiel
 25/3/14 14:59

No se por que en las caricaturas siempre se refiere a los hombres, yo viajo diario y pocas veces veo que un hombre que este sentado en el asiento de embarazada no ceda dicho asiento, lo que veo es que las mujeres que estan en esos asientos se hacen de la vista gorda para ver si un hombre que este en otro asiento que no es el de embarazada se lo da. Tambien pasa que en las terminales dejan que las embarazadas y los impedidos pasen primero y estos no se sientan en los asientos que les corresponde.

Imira Regazzini
 25/3/14 14:51

Yo pensaba que eso de hacer “la vista gorda” para no ceder el asiento sólo pasaba en mi país, que lástima!

Fely Feli desde FB
 25/3/14 14:43

Y en Perú es peor se hacen los dormidos.

kinath
 25/3/14 13:39

Jane, yo no se tú, pero yo lo paro de nuevo, solo por ser mujer, y si no, me le siento en la pierna... porque imagínate, es un jamón!!! Pienso que este tema, debe ser tratado más en los medios de Difusión Masiva, que sí se hace, pero vemos que hay pocos resultados. Igual, pienso que pocas personas, ven esta noticia en la web, teniendo en cuenta, que no todos trabajamos delante de un PC con conexión nacional!!!, no todos vemos la TV, unos pk no tienen y otros por el tiempo o por cualquier motivo. Así que todo intento es poco. Gracias por el Artículo Adán y muy buena la Caricatura...

el oriental
 25/3/14 11:42

Puedo considerarme entonces entre los que cedemos el asiento, que por suerte aún existimos, y jamás me dolerá hacerlo pues no hay nada más importante que la caballerosidad y la buena educación además del sentido común, y las mujeres para mí siempre serán lo más preciado y hermoso que nos ha regalado la vida.

Arístides
 25/3/14 11:30

Me hace sonreír, amigo Adán, cuando alguien dice, o escribe, como sucede con los comentarios anteriores, que se ha perdido o se está perdiendo “la caballerosidad”. Si analizamos nada científicamente estos casos a los que molestos nos referimos hoy, desde tiempos de los cromañones y los nerdentales, que de eso hace un seremil de siglos, comenzó esa pérdida de valores. ¿O es que no han visto en las películas de muñequitos cuando uno de esos peludos y rudos antepasados masculinos le pegaba tremendo mazazo en la cabeza a una no menos ruda integrante del sexo opuesto con intensiones desconocidas? Todo eso fue degenerando con el paso del tiempo en la formación de una casta de “caras de palo”, que sin temor a equivocarme, tienen que ser los mismos que padecemos en tiempos actuales, en las guaguas y en otros lugares. Suerte que no son mayoría.

Ricardo V
 25/3/14 11:15

Ya que de anécdotas se trata, voy a poner la mía. Viajo en una guagua llena. Casualmente todos los asientos “predestinados” estaban ocupados por embarazadas, excepto uno, donde estaba sentado un señor de edad avanzada. En eso monta Rambo con su esposa, que a decir verdad, tenía un vientre, si no de mellizos, por lo menos estaba a punto de parir. El superhéroe miró con fiera expresión para todos los asientos preferenciales y se percató de la imposibilidad de levantar a nadie… No tanto como nadie… Allí mismo estaba quien le cedería “amablemente” el puesto a su mujer… ¿Quién?... Obvio, el anciano. De inmediato lo conminó a que se levantara. El pobre señor quedó casi paralizado por la orden, dudó un poco, pero al fin “accedió” a tan “persuasiva” petición. El resto de los viajeros que tenían la “dicha” de viajar cómodamente en asientos “no reclamables”, sencillamente se desentendieron del asunto y siguieron como si nada. Total, a ellos no les incumbía el problema. ¡Qué más da que un anciano o una embarazada viajen de pie, si ellos se tomaron el trabajo de no ocupar los asientos prohibidos! Confieso que a pesar de mi indignación e impotencia, no hice ni dije nada. Esto ocurrió hace más de un año y no he podido borrar el incidente de mi memoria. De veras que me pesa en mi conciencia el no haber actuado, por lo menos haberle llamado la atención al guapetón sobre su grosería, porque el tener razones no le da derecho a nadie para maltratar al prójimo, mucho menos si se trata de una persona que bien pudiera ser su propio padre o abuelo. También podría haber hecho un llamado a la conciencia de los “cómodos” para que le hubieran dado el asiento a la embarazada que no alcanzó un preferencial. Aclaro que yo iba de pie, porque entonces sí hubiera tenido parte de culpa al no ser yo el que cediera mi asiento para solucionar el problema.

Nancy Pesqueira desde FB
 25/3/14 10:40

No se aflijan tanto que en Uruguay pasa lo mismo .-

Niurys Hernandez desde FB
 25/3/14 10:39

Bueno en cuba los hombres nunca.han sido muy caballerosos que digamos

Rosario Añañuca de Fuego desde FB
 25/3/14 10:38

"Caballerooooo una embarazadaaaa quien le da el asiento a la embarazadaaaaa!

Leidy Rodriguez desde FB
 25/3/14 10:38

en cuba no existe la caballerosidad lo se porq ya estuve embarazada y lo sufri en carne propia

Lissette
 25/3/14 9:22

La caballerosidad está en peligro de extinción como tantos otros valores que se han perdido, nosotros mismos tenemos la culpa por no ser capaces de inculcarlos. No se trata sólo del asiento de embarazadas y niños, hay ocasiones en que esos asientos vienen ocupados por madres con niños de 10 años y son incapaces de cederlo. El asiento de embrazadas y niños no es para niños hasta los 15 sino de niños hasta 2 años,por otra parte,están los desentendidos/as porque hay mujeres incluidas, que se hacen los dormidos o simplemente dicen que no se van a levantar.

Jane
 25/3/14 9:13

una experiencia de hace muy poquito...me sucedió a mi... sube al ómnibus una mujer embarazada, yo yo ocupo uno de esos asientos destinados a "necesidades especiales" por llamarlos de alguna manera, yo le llamo para que note que dejo el asiento vacío, ella se acerca y cuando se va a sentar ,se percata que entra el sol fuertemente por ese lado de la guagua..y qué hizo? me "devolvió" el asiento a mi que aun me mantenía al lado?! ..NOOOOOO!!!..se lo dio al marido y le dijo..siéntate tu que hace tremendo sol ahí...en fin...no es la primera vez que algo así me sucede con una mujer encinta, soy mujer y por serlo precisamente pienso que NO SIEMPRE por ser embarazada, te hace "merecedor" de algo, como ponerte acabada de llegar de primera en una cola de personas que esperan 3 horas para comprar los uniformes de sus hijos.

Daniel
 25/3/14 8:56

Es importante rescatar estas normas. Es de humanos ceder el asiento a las embarazadas, ancianos, discapacitados, personas con niños en brazos y a niños. Tenemos que cuidarlos y a las embarazadas por encima de todo. Por no ser la madre de nuestro hijo no podemos desentendernos de brindarle el asiento. Por otra parte me ha sucedido varias veces en el omnibus que le doy el asiento a una mujer y luego de que ella ya está cómoda no se fija en el portafolios que llevo y ni le interesa si pesa o no. Entonces continúo mi viaje pensando...

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