jueves, 25 de abril de 2024

Cocina de Cuba

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Platos de cocina y otras técnicas para relajarse (+ Video)

Cuando se cocina concentramos la mente planificando las comidas y los ingredientes, cantidades y tiempos que necesitamos...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 02/06/2021
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Crema-zanahoria- caramelizada-miel
Las cremas de zahanorias caramelizada con miel es uno de los alimentos que ayudan a relajarse. (Tomada de cocinafacil.com.mx).

La relajación es básica para poder disfrutar de una buena salud física y mental. No obstante, la sociedad en la que vivimos se caracteriza por demasiada presión de trabajo, dificultades para conciliar la vida familiar y profesional, excesivas exigencias o autoexigencias, prisas, carencias monetarias, estrés o enclaustramiento, causantes de que muchas personas sean incapaces de relajarse; estos casos experimentan picos de ansiedad y tensiones continúas. Por eso es necesario aprender qué se puede hacer para estar tranquilos y sosegados. La relajación es un estado de bienestar que nos ayuda a descansar y favorece que nuestro ritmo cardíaco, respiración, dolores, problemas para conciliar el sueño o ansiedad, se regulen y solucionen. Por tanto, la relajación contribuye a eliminar las tensiones musculares y emocionales, aportando un estado de tranquilidad y serenidad necesarias para nuestro buen funcionamiento en todas las áreas de nuestra vida personal, familiar o laboral.

Una persona puede darse cuenta de que no se encuentra relajada cuando nota que tiene los nervios a “flor de piel”, problemas para conciliar el sueño, come en exceso o no tiene apetito, no se puede estar quieta, ni dejar de pensar en sus preocupaciones o le es difícil concentrarse, se siente cansada e irritada desde que se levanta, deja de hacer actividades que le hacen sentir bien, no dispone de tiempo para un respiro, tiene dolores diversos, como los de espalda, de cabeza, sensación de ahogo, etcétera. Ante esta situación, lo primero que se debe hacer es detectar estas señales u otros indicios que nos están poniendo sobre aviso de que algo funciona mal y nos está alterando negativamente, impidiendo sentirse en calma.

Si tienes alguno de estos síntomas, probablemente sea necesario que pongas en práctica ejercicios de relajación y gestionar de forma más eficaz las situaciones o problemas que originan tu malestar. Muchas personas no saben cómo pueden relajarse, incluso aunque lo deseen y lo necesiten. Por ello, es necesario que aprendan técnicas de relajación. En este sentido, los psicólogos ayudan a que las personas con dificultades en la relajación sepan utilizar las estrategias necesarias para aliviar sus estados de nerviosismo y ansiedad y se sientan mejor con ellos mismos y con su entorno.

Si estamos relajados conseguimos un alto estado de sensibilidad y receptividad natural, lo que condiciona una mayor atención desde cada una de las células de nuestro cuerpo. Así, el gasto de energía es mínimo y repercute positivamente en nuestro estado general, sobre todo en el psicológico. La relajación consiste en aflojar el tono muscular y aclarar la cabeza hasta llegar a un estado de confort pleno tanto mental como físico. Existen diferentes técnicas para practicarla, pero con cualquiera de ellas podemos obtener muchos beneficios. Al comenzar a practicar la relajación tenemos que desconectar completamente de todo lo que nos rodea y centrarnos únicamente en nuestro interior para conseguir escucharnos a nosotros mismos, observarnos sin prejuicios y tomar conciencia de lo que queremos conseguir. Sólo de esta forma nuestro cuerpo y mente podrán trabajar con total armonía y sentirse después totalmente rejuvenecidos, llenos de energía y vitalidad.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA RELAJACIÓN?

La relajación elimina la tensión muscular, favorece la recuperación de la fatiga, nos ayuda a descansar, favorece el sueño reparador, previene el estrés, la fatiga y el insomnio, reduce la tensión arterial y la emocional, genera una sensación de bienestar, ayuda a mejorar la autoestima y favorece la eliminación de pensamientos negativos recurrentes. Además de estas ventajas, tiene también importantes y buenas repercusiones para nuestro rendimiento cognitivo, como es favorecer la concentración, con lo que ejecutaremos mejor cualquier tarea, aumenta la memorización y facilita el recuerdo de la información recibida.

FACILIDADES DE LA RELAJACIÓN

La relajación se puede practicar en cualquier momento y casi en cualquier situación. Sobre todo, resulta importante cuando llevemos unos días notando una ansiedad prolongada, cuando pasemos por una etapa de pérdida o duelo, cuando sintamos estrés o cuando tengamos problemas para conciliar el sueño.

¿CÓMO PUEDO RELAJARME?

Existen varias técnicas que podemos utilizar para relajarnos. El uso de una o de otra dependerá de las preferencias de cada uno, según aquella con la que nos sintamos más a gusto o con la que nos resulte más fácil relajarnos. Entre ellas se encuentran el poner tensos y relajar los músculos de todo el cuerpo, las imágenes guiadas que es enfocar la mente solo en imágenes positivas o la meditación, donde se enfocan los pensamientos y los ejercicios de respiración profunda. En cuanto a la relajación muscular progresiva, básicamente esta técnica consiste en tensar y relajar los distintos grupos musculares, tratando de notar la diferencia entre un estado y otro, y de disfrutar de la sensación que aporta la distensión de los músculos. Los principales grupos musculares con los que se trabaja son frente, ojos, nariz, sonrisa, lengua, mandíbula, labios, cuello, brazo, pierna, espalda, pecho, barriga y cintura.

COCINAR AYUDA A RELAJARSE

Cuando se cocina concentramos la mente planificando las comidas y los ingredientes, cantidades y tiempos que necesitamos. Además, la cocina nos obliga a saber lo que se está haciendo en todo momento, no podemos descuidar el fuego ni pasarnos de sal. Nos conectamos con nosotros mismos, escuchamos nuestro cuerpo y disfrutamos de los sabores, olores y texturas. Nos relaja y nos despeja la cabeza, pues hay actividades concretas de la cocina como amasar, mezclar o formar bolas, que alivian el estrés. Y cuando cocinamos para alguien más, además de sentirnos generosos, transmitimos nuestros sentimientos más profundos además de sentir agradecimiento por los recursos tan variados que tenemos. Aunque hay que tomar en cuenta que disfrutaremos de casi todos estos beneficios siempre y cuando no cocinemos bajo presión, por obligación o por trabajo, aun así, hay personas que, aun siendo este su trabajo o tengan poco tiempo, consiguen disfrutarlo plenamente y relajarse.

ALIMENTOS QUE AYUDAN A RELAJARSE

Esta lista de alimentos hay que tenerla en cuenta ya que puede ayudar a relajarte. Entre ellos se encuentra la miel, pues tiene un alto contenido de triptófano, lo que ayuda a reducir la ansiedad y relajar los nervios. Además de esto, también se sabe que la miel es rica en potasio, que tiene un efecto calmante en el cerebro y también en el cuerpo. También la sopa de verduras, que funciona bien porque ayuda a deshacerse de toxinas e impurezas del cuerpo. Se deben preparar sopas que contengan verduras como tomates, pimientos verdes, zanahorias y también se puede agregar ajo, espinacas, tomillo y muchos otros ingredientes para mejorar su bienestar. La avena, siempre y cuando no contenga azúcar, ayuda a la relajación por varias razones. Primero, este carbohidrato complejo mejora la absorción de triptófano, lo que conduce a la producción de serotonina, una sustancia química del cerebro que ayuda al cuerpo a relajarse. Además, la avena es rica en vitamina B6, una conocida vitamina contra el estrés, así como de melatonina, una hormona que ayuda a una relajación y un sueño saludable. Los plátanos están cargados de potasio y magnesio, relajantes musculares naturales conocidos. Esta fruta también contiene triptófano, que promueve la liberación de serotonina en el cerebro. El chocolate amargo ayuda a reducir los niveles de estrés en el cerebro porque contiene serotonina, endorfina y dopamina, que son excelentes para aliviar el nivel de estrés en el cerebro. Los huevos son una fuente de triptófano, que es un aminoácido, relajante cerebral. Los lácteos al igual que los huevos, la carne roja y el pescado, son ricos en fenilalanina, que estimula la producción de dopamina, un neurotransmisor que provoca sensación de bienestar. Las legumbres tienen un índice glucémico bajo y resultan relajantes porque liberan lentamente su azúcar en la sangre y, así, no provocan ansiedad.

El pescado azul, como las sardinas, el salmón, el jurel o el atún, aporta una gran cantidad de ácidos grasos omega 3; unas grasas que ayudan a disminuir la liberación de cortisol, la hormona del estrés. Su carencia, en cambio, provoca nerviosismo y falta de concentración. El pollo, alimento rico en triptófano, estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar.

ALIMENTOS QUE ES MEJOR EVITAR O REDUCIR

Abusar del azúcar puede producir un estado de ansiedad constante debido a las fluctuaciones que produce en las glicemias. La sal también debe evitarse, pues el exceso de sodio puede alterar las reservas de potasio, un mineral clave para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.

No se debe picar cualquier cosa para calmarse porque algunos de los más habituales, como las comidas rápidas, los quesos o los embutidos, pueden estimular los estados nerviosos. Entre los hábitos dietéticos que no ayudan a relajarse se encuentran las comidas más bien indigestas por ser muy grasas, muy proteicas o muy abundantes, aumentan la acidez de estómago, alargan la digestión o facilitan el reflujo esofágico. También las bebidas excitantes como café, alcohol y té o utilizar especias picantes o comer mucho postre dulce, porque el azúcar disminuye la función de la vitamina B1.

COMIDAS QUE AYUDAN A RELAJARSE

Crema de zanahoria caramelizada con miel

Ingredientes:

-7 zanahorias medianas troceadas

-4 cucharadas de miel

-1 diente de ajo picado

-½ cebolla picada

-3 tazas de caldo de pollo, preferentemente casero

-1 cucharadita de tomillo fresco picado

-1 cucharada de mantequilla

-1 cucharada de aceite de la mejor calidad posible

Preparación:

-Sofreír la cebolla, ajo y zanahoria troceada en una olla con la mantequilla a fuego alto. Después de 8 minutos, agregar la miel y cocinar hasta que tome un color ligeramente obscuro.

-Agregar el caldo de pollo y el tomillo. Cocinar durante 25 minutos o hasta que la zanahoria esté muy suave.

-Pasar todo por la batidora hasta obtener una consistencia muy suave, pasar por un colador fino y mantener caliente la mezcla.

Ensalada de espinacas con aguacate y granos de maíz

Ingredientes:

-100 gramos de hojas de espinacas tiernas frescas

-1 aguacate mediano

-Granos de maíz hervido

-Aceite de la mejor calidad posible

-Vinagre

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Lavar las espinacas y secarlas.

-Disponer las espinacas en una ensaladera, añadir lascas de aguacate y los granos de maíz.

-Aliñar en conjunto con vinagre y aceite al gusto.

Ensalada con pollo

Ingredientes:

-2 pechugas de pollo

-200 gramos de lechuga

-6 tomates maduros

-Una cebolla

-Aceite vegetal de la mejor calidad posible

-Vinagre balsámico

-Jugo de limón

-Pimienta al gusto

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Macerar en un recipiente el pollo con el jugo de limón y pimienta negra por 30 minutos aproximadamente.

-Cocinar las pechugas en una sartén antiadherente con un fuego fuerte, con el fin de que queden muy doradas, y cortar en fileticos.

-Pelar y cortar la cebolla en juliana y cortar por la mitad los tomates.

-Mezclar en una ensaladera la lechuga, el pollo, los tomates y la cebolla.

-Aliñar con aceite y vinagre.

¡A comer!

Receta de jurel

Ingredientes:

 -3 jureles grandes limpios y abiertos

 -1 kilogramo de papas

 -250 gramos de pimientos

-Aceite de la mejor calidad posible

 -7 dientes de ajo

-1 chorro de vinagre

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Forrar una placa de horno con papel de aluminio y embadurnarla de aceite.

-Colocar los tres jureles en la placa y meterlos al horno a asar.

-Mientras se asan los jureles, cortar las papas y freírlas.

-Picar los dientes de ajo, coger el equivalente a 3 dientes de ajo picados y dorarlos en una sartén con aceite.

-Cuando el ajo esté dorado, introducir y saltear los pimientos y reservar.

-Al tener las papas fritas y el pimiento salteado, sacar los jureles del horno, añadir las papas y los pimientos a la bandeja, y volver a meter al horno y cocinar 10 minutos más.

-Mientras tanto, poner una sartén al fuego con aceite y el resto de los ajos picados, y cuando estén dorados, agregar vinagre sobre el aceite y los ajos.

-Retirar la bandeja del horno, verter la salsa que está en la sartén sobre los jureles.

Sopa de lechuga

Ingredientes:

-2 tazas de lechuga

-1 cebolla mediana

-1 papa mediana

-3 dientes de ajo

-1 cucharadita de jengibre

-2 hojas de laurel

-1 taza de crema de leche (200 mililitros)

-30 mililitros de aceite vegetal de la mejor calidad posible

-1 pizca de Sal

-Pizca de pimienta

Preparación:

-En una olla con agua hirviendo, agregar las hojas de lechuga y cocinar durante 2 minutos. Es importante respetar el tiempo, ya que si no pierden el color necesario para la sopa.

-Apenas estén listas, escurrir las hojas de lechuga, agregarlas a un recipiente con agua y hielo, dejar un minuto, escurrir muy bien y reservar.

-Aparte, para seguir con la preparación de la sopa de lechuga, en una olla con aceite sofreír la cebolla, el ajo y el jengibre cortados en cuadraditos pequeños y cuando esté translúcida la cebolla, añadir la papa y las hojas de laurel, mezclar muy bien.

-Es momento de agregar una taza y media de agua o caldo de verduras casero, tapar y cocinar durante 25 minutos a fuego bajo.

-Transcurrido este tiempo, batir la sopa, retirando las hojas de laurel con la lechuga y, cuando se obtenga una mezcla homogénea, añadir la crema de leche y la pimienta, volver a licuar durante 3 minutos más.

-Servir la sopa de lechuga y, si se desea, acompañar con unas hojitas de lechuga fresca y un poco de queso.

Sopa de calabaza

Ingredientes:

-2 libras de calabaza pelada, sin semillas, y picada en trozos grandes

-1 cebolla grande, cortada en trozos

-2 dientes de ajo, finamente picados

-4 tazas de caldo de pollo o caldo de verduras, preferentemente casero

-Pimienta, al gusto

-½ taza de yogur natural

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Colocar la calabaza, la cebolla, los ajos y el caldo en una olla grande a fuego medio y cocinar por 15 minutos, o hasta que la calabaza esté suave.

-Retirar del fuego y batir hasta obtener una crema suave y sin grumos.

-Probar y salpimentar al gusto.

-Servir caliente y agregarle una o dos cucharadas de yogur sin sabor.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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