viernes, 29 de marzo de 2024

Cocina de Cuba

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Alimentación para enfermos, convalecientes y otros, con recetas nutritivas

La llamada dieta blanda debe ser simple, nutritiva y variada...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 29/07/2020
3 comentarios
Croquetas de pollo-Cocina cubana
Las croquetas perfectas para una comida rápida y nutritiva.

Hoy nos vamos a referir a la dieta blanda. Este término constituye un grupo de normas alimentarias donde se incluyen fundamentalmente alimentos de consistencia blanda con pocos condimentos y bajo contenido en fibra. Lo principal en este tipo de alimentación que debe ser simple, nutritiva y variada, es evitar consumir alimentos grasos o con mucha fibra e ir introduciendo nuevos alimentos de forma progresiva y de menor a mayor consistencia, según el caso. Habitualmente se ha vinculado el consumo de purés con niños pequeños o a personas que tienen dificultades para ingerir alimentos sólidos, ya sea debido a una enfermedad, por tener problemas en el sistema digestivo o dentario, ser de avanzada edad o como recomendación previa a la realización de una intervención quirúrgica o después de ella.

SANOS COMENSALES

Pero es que los purés son la solución perfecta para incorporar alimentos valiosos como hortalizas y legumbres en la alimentación habitual de las personas que se niegan a comerlos porque no les gustan y a quienes tienen falta de apetito o cuando no disponen de mucho tiempo para comer.

En ellos deben estar contenidos todos los nutrientes necesarios para cubrir las necesidades nutricionales diarias, siempre y cuando se sea capaz de consumir las cantidades adecuadas de comida. Este tipo de alimentación también facilita la digestión y el funcionamiento del tracto gastrointestinal. El grupo de personas consumidoras de purés se ha ampliado y ahora abarca a quienes quieren cuidar su salud, deportistas o personas que buscan en la alimentación una forma de medicina preventiva, y por otro lado todos aquellos que rechazan o reducen el consumo de proteínas en favor del consumo de hortalizas, frutas y legumbres. La definición estricta de puré se ha ampliado pasando de un alimento triturado y cocido, basado principalmente en legumbres y hortalizas, a incorporar tipos fríos y algunos que contienen fruta.

Un puré constituye un plato completo para quienes no quieren o no tienen tiempo para cocinar. Debe diseñarse con grasas saludables, proteínas magras, hortalizas así como legumbres; de esta forma está al mismo nivel nutricional que sus variantes sólidas. Para mantener un buen estado de salud, en ocasiones no es tan importante la textura de lo que se come, sino la composición de los ingredientes seleccionados para confeccionar nutritivos platos.

LAS MÁS RECIENTES RECOMENDACIONES

En la actualidad se orientan los alimentos funcionales, o por algunos llamados superalimentos, para su consumo habitual con el fin de ayudar a nuestro cuerpo a reducir un problema de salud, o bien prevenirlo, incluyéndolos por supuesto en un estilo de vida totalmente saludable. Por eso se ha insistido en consumir de forma habitual purés preparados con varios de estos alimentos funcionales para quienes rechazan consumir estos en su forma natural, pues existen evidencias científicas donde, entre otros muchos beneficios, se plantea que su consumo regular y mantenido mejora los niveles de colesterol “malo” y mejora el colesterol “bueno”, siendo una manera natural, saludable y práctica de luchar contra un colesterol elevado, entre otras cosas.

RECOMENDACIONES A LA HORA DE COMER PARA ENFERMOS, ANCIANOS DEBILITADOS Y CONVALECIENTES

Un plato de puré será suficiente mientras contenga todo lo necesario en cuanto a nutrientes, además de un postre también nutritivo. Es conveniente añadir a las cremas de verduras un pedazo de carne de una parte magra no fibrosa, o pescado sin espinas, bien picada.

Se puede adicionar un poco de arroz blanco en las cremas porque, aunque no da sabor, se añaden sus magníficas propiedades nutricionales. El espesor de las cremas estará en dependencia de la salud del enfermo y de su capacidad de tragar los alimentos. No se debe calentar demasiado los purés o dar postres demasiados fríos. Normalmente se aceptan mejor los purés tibiecitos y los postres a temperatura ambiente. Quien lo desee los puede preparar con antelación y congelarlos en recipientes individuales, siempre que contengan todos sus productos frescos. No se debe cocinar con mucha grasa a la hora de hacer sofritos para los purés. Hay algunos platos, como por ejemplo un puré de lentejas o de judías blancas, donde se necesita el uso del colador, pues las cáscaras, capaces de ser más indigestas, se quedan en él. Se puede poner en algunos purés, como aporte proteico adicional, un par de claras de huevo hervido para mezclarlas con el resto de los alimentos.

A LA HORA DE TRAGAR

Para que la deglución sea más segura se debe comer bien sentado, tratando de apoyar los pies en el piso, y manteniendo la espalda lo más recta que se pueda, inclinando la cabeza hacia abajo en el momento de tragar porque facilita la elevación y el cierre laríngeo, evitando un atragantamiento y es mejor beber los líquidos a sorbitos; en el momento de tragar inclinar la cabeza hacia adelante y no levantarla hasta asegurarse de que ha habido una buena deglución. En caso de beber seguido, hacerlo despacio, concentrándose en el acto de beber y nunca inclinar la cabeza hacia atrás, sino dejándola inclinada hacia adelante.

OTROS BENEFICIARIOS DE LA DIETA BLANDA

Pero la dieta blanca también se indica en casos de diarrea y vómitos, en la preparación o recuperación quirúrgica, cuando hay problemas para tragar o de enfermedades de las vías digestivas, como úlceras o gastritis. A veces, también se administra este tipo de dieta en ciertos tipos de enfermedades malignas o neurodegenerativas. Los alimentos indicados para una dieta blanda deben masticarse bien y digerirse con facilidad, para así beneficiar un proceso digestivo ligero.

ALIMENTACIÓN PROGRESIVA

En enfermos y convalecientes habitualmente la dieta blanda es parte de un conjunto de dieta o alimentación progresiva donde se comienza por una ausencia de alimentación por vía oral, seguido por una dieta líquida, posteriormente con una dieta banda y, finalmente, acaban con una dieta habitual donde se incluyen alimentos de todas las consistencias, según  la enfermedad o estado de salud de cada persona. Siempre es necesario introducir alimentos de los distintos grupos para garantizar un aporte correcto de nutrientes, y entre ellos los cereales deben ser refinados como el pan blanco tostado, arroz blanco, pasta blanca así como viandas hervidas; en cuanto a carnes y pescados deben ser magros y poco condimentados, comenzando con cocción hervida probando más adelante con cocción a la plancha; los huevos se pueden consumir en forma de tortilla preparada con agua o huevos hervidos. En cuanto a los lácteos se debe evitar la leche los primeros días, pues la lactosa puede ser difícil de digerir y por eso se debe comenzar por yogur y queso, porque tienen la lactosa parcialmente digerida en sus versiones descremadas. Las verduras se deben consumir hervidas en forma de caldos y de purés y evitar aquellas más flatulentas, como el brócoli y la col y las frutas hervidas o al horno. En cuanto a las grasas, se debe utilizar las de mayor calidad como el aceite de oliva o de canola y en muy pequeñas cantidades. Las legumbres se deben introducir al final y en cantidades pequeñas y bien hervidas y en forma de puré. Con relación a las bebidas, la mejor opción es el agua, aunque se pudieran tomar también infusiones de hierbas que no produzcan irritación intestinal a temperatura ambiente o fría.

NO SE DEBEN INCLUIR…

Hay una serie de alimentos que se deben evitar porque son difíciles de digerir o producen irritación intestinal y entre ellos están los cereales y féculas integrales, las verduras y las frutas crudas, especialmente las cítricas, los frutos secos, las carnes y pescados grasos, las salsas, picantes y condimentos fuertes así como la cafeína y el alcohol. En cuanto a cocciones, se deben evitar las más calóricas, como los alimentos fritos y rebozados.

RECETAS SALUDABLES PARA UNA DIETA BLANDA

Puré de legumbres y vegetales

Ingredientes:

-150 gramos de garbanzos ya hervidos

-2 zanahorias

-1 papa mediana

-1 cebolla

-1 litro de caldo de pollo, preferentemente hecho en casa

-Aceite vegetal

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Picar la cebolla y pocharla en una olla.

-Agregar el caldo de pollo y sazonar al gusto.

-Incorporar la papa y las zanahorias cortadas en cuadritos y hervir hasta que la papa y la zanahoria estén blandas.

-Añadir los garbanzos y mezclar durante unos minutos.

-Servir en plato, aplastar los garbanzos y las verduras con un tenedor y mezclar con el caldo.

Huevos al plato

Ingredientes:

-2 huevos

-100 gramos de masas de pollo

-Tomate triturado

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Hervir los guisantes durante 15 minutos.

-Repartir en dos cazuelitas de barro el tomate triturado.

-Incorporar las masas de pollo cortadas en pequeñas tiras.

-Cascar dos huevos y echar uno en cada cazuela.

-Poner una pizca de sal.

-Introducir en el horno a 200ºC y hornear durante 12-15 minutos.

Pimientos rellenos con crema de tortilla

Este es un plato de gran valor nutricional y fácil de masticar, especialmente recomendado para las personas a las que les faltan piezas dentales, personas mayores o para quienes llevan aparatos correctores de ortodoncia y, por lo tanto, mastican con dificultad.

Ingredientes:

-1 pimiento verde

-4 pimientos morrones

-3 huevos

-2 papas

-1 cebolla

-3 dientes de ajo

-½ cucharada de fécula de maíz

-½ copa de vino blanco

-Edulcorante o miel

-Agua

-Aceite vegetal

-Perejil, al gusto

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Para preparar la salsa de perejil, pela y pica los dientes de ajo y ponlos a dorar en una sartén con un chorrito de aceite. Añade la ½ cucharada de harina y cocínala un poco. Vierte el vino blanco, mezcla y deja que se evapore el alcohol. Pon las hojas de perejil en un vaso de batidora, cubre con agua y tritura con la batidora. Cuela e incorpora poco a poco a la sartén, sin dejar de remover. Sazona, liga y reserva.

-Sazona los pimientos y añádeles edulcorantes o miel, para quitar la acidez. Ponlos en una placa para horno untada con una gotita de aceite. Hornea a 180ºC durante 8-10 minutos. Reservar.

-Pela y pica la cebolla y ponla a pochar en una sartén con algo de aceite hasta que esté dorada.

-Pela y pica las papas y agrégalas. Sazona y deja pochar. Escurre el aceite en un cuenco y reserva el contenido de la sartén.

-Casca 3 huevos en un plato hondo, sazona y bátelos. Incorpora la papa escurrida bien picada, mezcla y cocina una tortilla en la sartén.

-Retira la tortilla al plato y tritúrala con la batidora. Pon la masa en otro plato y rellena los pimientos morrones ya retirada su masa interior.

-Caliéntalos en el horno durante 2 minutos. Abrillanta los pimientos con el jugo que han desprendido en el horno.

-Pon un poco de salsa de perejil en el fondo de cada plato y coloca encima 3 pimientos rellenos. Decora con una ramita de perejil.

Cocinar con vino no tiene por qué suponer un problema para nadie, pues el alcohol se evapora al hervirlo. Para equilibrar el menú tomaremos de primero un puré de verduras a base de zanahoria, calabaza y papa y, de postre, un batido de frutas.

Crema fría de mango

Por su alto valor nutricional, este postre se recomienda a las personas mayores, ya que les aporta proteínas de calidad y calcio. También aporta vitaminas, antioxidantes, minerales y fibra, micronutrientes que regulan las funciones del organismo y que potencian nuestras defensas, ayudándonos a prevenir todo tipo de enfermedades.

Ingredientes:

-3 mangos

-3 huevos

-250 ml de leche descremada

-Vainilla

-Edulcorante o una cucharada de miel de abejas

-Aceite vegetal

-Hojas de menta

Preparación:

-Pela, trocea los mangos y coloca en el vaso de la batidora, añadiendo los huevos, el endulzante y la vainilla, triturando bien.

-La leche ya caliente se añade al puré de mango. Hierve a fuego medio sin dejar de remover hasta que empiece a espesar

-Reparte en vasos o copas y deja que se enfríe

Croquetas de pollo y huevo

Una de las grandes ventajas de las croquetas es que se pueden congelar y sacar en el momento para freírlas y comerlas directamente y estas son perfectas para una comida rápida y nutritiva.

Ingredientes:

-1 litro de leche descremada

-Cebollinos con hojas verdes

-2 dientes de ajo

-1 muslo de pollo sin pellejo

-4 huevos

-100 gramos de harina de trigo refinada

-2 huevo batidos y pan rallado para rebozar

-Agua

-Aceite vegetal

-Perejil, al gusto

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-El muslo de pollo se pone a hervir en una cazuela con agua, unas ramas de perejil y la parte verde de los cebollinos durante 20 minutos. Escurrir, picar la masa con las manos y reservar.

-Hervir los huevos en otra cazuela con agua hirviendo durante 10 minutos. Escurrir, refrescar con agua fría, quitarles la cáscara y reservar.

-Para la bechamel, pela y pica los cebollinos y los dientes de ajo finamente y se ponen a pochar en una cazuela con un poquito de aceite y se sazona.

-Incorporar la harina y cocinarla. Añadir la leche, poco a poco, sin dejar de remover para que no se formen grumos. Incorpora la carne de pollo bien picada, los huevos cocidos picados y un poco de perejil picado. Mezclar bien y dejar hervir 4-5 minutos a fuego suave.

-Pasar esa masa a una fuente, tapar y dejar reposar al menos 2 horas fuera del refrigerador.

-Formar las croquetas, pasarlas por harina, huevo y pan rallado y freírlas en una sartén con aceite caliente. Retíralas a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

-Al servir las croquetas de pollo y huevo, decorar con unas ramitas de perejil.

Puré de calabaza, papa y zanahoria

Se trata de un puré ligero lleno de sabor y muy saludable.

Ingredientes:

-500 gramos de calabaza pelada

-1 aceite vegetal

 -3 papas

 -2 cucharadas soperas de queso crema

-3 zanahorias

-1 pizca de sal

Preparación:

-Lavar y pelar muy bien toda la verdura, luego trocéalas en pedazos medianos y lleva a una cazuela con unas gotas de aceite.

-Sofreír ligeramente hasta pochar la zanahoria, las papas y la calabaza.

-A continuación, añadir suficiente agua hasta cubrir todo y continuar la cocción a fuego medio hasta que la papa esté bien blanda, aproximadamente unos 30 minutos. Quien desee un sabor más intenso puede añadir caldo de verduras directamente.

-Para conseguir la textura adecuada para este puré, se tritura toda la preparación junto con el queso crema en una batidora o se aplasta poco a poco con ayuda de un tenedor. La consistencia de esta crema es al gusto, según preferencia si se desee más o menos suave. Si se considera necesario, se puede añadir un poco de agua para que quede más líquida.

-Sirve este puré recién hecho y decora con unas hojas de albahaca con un poco de queso rallado por encima y masas de pollo bien picadas a un lado para quien las desee mezclar con el puré.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 3 comentarios


Mariana Vizcaya
 28/10/21 11:20

Mucho éxito

Maria auxiliadora
 13/9/20 23:45

Interesantisimos y funcional

Yenisei
 29/7/20 17:55

Es que demás de nutritivas estas magníficas recetas son apropiadas para quienes andamos con prisa

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