lunes, 6 de mayo de 2024

Érase una vez un barrio grande antes de Facebook (+Línea de tiempo)

Los cubanos se mantienen unidos en las situaciones difíciles...

Félix Arturo Chang León en Exclusivo 28/09/2019
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Redes Cederistas
El pueblo y los CDR deben entrenarse para no renunciar al desarrollo en ninguna circunstancia (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Cuando el pueblo de Cuba se concentró el 28 de septiembre de 1960 frente a Palacio Presidencial, un único objetivo lo reunía allí: escuchar a Fidel Castro quien regresaba de la ONU, con un mensaje orientador.

Resultó tan fuerte el vínculo entre los que allí estaban, que ni el ensordecedor estallido de los petardos mercenarios logró que alguien abandonara el lugar. Todo lo contrario, esta gente se mantuvo serena y organizada junto al líder natural, quien interrumpió momentáneamente del tema que trataba, como consta en la versión taquigráfica del discurso

“¿Una bomba?  ¡Deja...!  (EXCLAMACIONES DE: "¡Paredón!, ¡Paredón!  ¡Venceremos!, ¡Venceremos!") (CANTAN EL HIMNO NACIONAL Y EXCLAMAN: "¡Viva Cuba!, ¡Viva la Revolución!")  Ese petardito ya todo el mundo sabe quién lo pagó, son los petarditos del imperialismo (ABUCHEOS).  Creen...  claro, mañana le irán a cobrar a su señoría y le dirán, le dirán: "Fíjate bien, fíjate bien, en el mismo momento en que estaban hablando del imperialismo sonó el petardo" (EXCLAMACIONES DE: "¡Paredón!, ¡Paredón!").

Y poco después anuncia:

“Vamos a establecer un sistema de vigilancia colectiva, ¡vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva!  (APLAUSOS.)  Y vamos a ver cómo se pueden mover aquí los lacayos del imperialismo, porque, en definitiva, nosotros vivimos en toda la ciudad, no hay un edificio de apartamentos de la ciudad, ni hay cuadra, ni hay manzana, ni hay barrio, que no esté ampliamente representado aquí (APLAUSOS).  Vamos a implantar, frente a las campañas de agresiones del imperialismo, un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria que todo el mundo sepa quién vive en la manzana, qué hace el que vive en la manzana y qué relaciones tuvo con la tiranía; y a qué se dedica; con quién se junta; en qué actividades anda.  Porque si creen que van a poder enfrentarse con el pueblo, ¡tremendo chasco se van a llevar!, porque les implantamos un comité de vigilancia revolucionaria en cada manzana...  (APLAUSOS), para que el pueblo vigile, para que el pueblo observe, y para que vean que cuando la masa del pueblo se organiza, no hay imperialista, ni lacayo de los imperialistas, ni vendido a los imperialistas, ni instrumento de los imperialistas que pueda moverse (APLAUSOS).”

Tales hechos confirmaban que la lucha sería larga y dura. Cada cubano –insistía- debía tomar muy en serio y con responsabilidad su rol dentro de la sociedad. Se avizoraban años de dificultades bajo un férreo y hostil escenario.

En sus palabras, Fidel llamó a “pensar que si la primera etapa fue el fruto del esfuerzo de una parte del pueblo, el futuro, la victoria de mañana, ¡será el fruto del esfuerzo de todo el pueblo!  (APLAUSOS), sin que mañana, sin que mañana, nadie tenga que sentirse avergonzado, ni ante sus hijos, ni ante su esposa, ni ante sus compañeros, porque el futuro está lleno de sitios; en el futuro hay un lugar para cada uno de nosotros (APLAUSOS); en el futuro hay un puesto para cada uno de nosotros.”

En este contexto surgieron los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), con un el objetivo de defender la independencia alcanzada.

Luego del triunfo revolucionario aparecieron organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, entre otras, que aglutinarían a segmentos específicos dentro de la población.

Pero, ¿cuál sería entonces la organización que juntaría a los cubanos en su gran mayoría? En la actualidad esta organización cuenta con más de ocho millones de cubanos, en sus filas.

Siendo así, no puede ser cosa del pasado una organización nacida al calor de la efervescencia revolucionaria de una masa enardecida ante las agresiones con petardos.

Si hablamos de campañas de vacunación, movilizaciones a trabajo voluntario, saneamiento ambiental, recogida de materias primas, donaciones de sangre… hay que hablar de los CDR.

Entre tantos hechos históricos y de la vida cotidiana en la que han participado los cederistas, hay uno que quizás noes lo suficientemente conocido entre todos: la decisiva acción de la organización cuadra por cuadra para neutralizar a los quintacolumnistas que pretendían apoyar la invasión mercenaria derrotada en Playa Girón en menos de 72 horas.

Tan importante es conocer las fuerzas del enemigo y no subestimarlas como estar convencidos de las propias, y todo cuanto ha hecho esta red social de la realidad cubana en cada situación, merece estudiarse para actuar por decisión propia, teniendo en cuenta la recomendación martiana de nunca hacer lo que el enemigo quiere que hagamos.

Aunque los CDR no deben desentenderse de preparar las trincheras de piedra que el Apóstol calificó de necesarias, es cada vez más urgente fortalecer las trincheras de ideas, aunque el adversario no renuncie a la agresión directa si tiene oportunidad, mantiene constantemente con altibajos la intensidad del bloqueo económico, comercial y financiero prácticamente impuesto desde el nacimiento de la organización cederista.

No son petardos, ni invasores armados los instrumentos de moda. En cambio se apela a la desestabilizacion mediante la agresion económica.

De la misma forma que los cederistas neutralizaron a los quintacolumnistas que pretendían apoyar desde dentro la invasión  mercenaria, hoy tienen la responsabilidad de reinventarse y encarar una lucha por la continuidad en un escenario diferente.

Hoy, hace 59 años que Fidel terminó así su discurso:

“¡Y gracias por los dos petarditos, porque nos han valido de mucho con respecto a lo que estábamos explicando!  (APLAUSOS.) ¡Y gracias porque ha servido para probar el temple que tiene nuestro pueblo, para probar el valor que tiene nuestro pueblo (APLAUSOS PROLONGADOS); porque ni una mujer se ha movido de su puesto!  (APLAUSOS); ¡ningún hombre se ha movido de su puesto, ni se moverá de su puesto ante ningún peligro, ante ningún ataque!  (APLAUSOS.)  ¡Cada uno de nosotros somos soldados de la patria, no nos pertenecemos a nosotros mismos, pertenecemos a la patria!  (APLAUSOS.)  ¡No importa, no importa que cualquiera de nosotros caiga, lo que importa es que esa bandera se mantenga en alto, que la idea siga adelante!, ¡que la patria viva!


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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