viernes, 19 de abril de 2024

Tolerancia Cero ante este azote

Próximamente se celebrará en Cuba el II Simposio Internacional Violencia de Género, Prostitución, Turismo Sexual y Trata de Personas “Berta Cáceres in memorian”...

Aymara Massiel Matos Gil en Exclusivo 22/01/2017
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Violencia hacia la mujer
En Cuba existen diversos instrumentos jurídicos que garantizan una mayor eficacia en el enfrentamiento de la trata de personas y la prostitución.

“El acusado, bajo falsas promesas, agresiones y amenazas, se valía de una ciudadana de 18 años de edad, para que mantuviera relaciones sexuales con extranjeros a cambio de beneficios monetarios”. Podría ser este el inicio de una historia de ficción, pero lamentablemente es un hecho que pertenece a nuestra realidad.

Fue este uno de los casos sancionados por las leyes cubanas en el 2015, perteneciente a la causa número 167, y que se clasifica como delito de proxenetismo y trata de personas, con una condena de 9 años de privación de libertad; así aparece reflejado en el Informe de Cuba sobre el enfrentamiento a la trata de personas y delitos conexos, publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) el pasado 20 de diciembre.

Durante el año 2015, según refiere el Informe, se celebraron en los tribunales 52 causas relacionadas con el delito de proxenetismo y trata de personas, y 90 por el delito de corrupción de menores.

A los efectos del Código Penal cubano, se considera proxeneta a toda aquella persona que se sirva de la prostitución para su beneficio, lo que incluye a quienes induzcan, cooperen con la prostitución o el comercio carnal, y a quienes administren o tengan establecimientos o locales destinados a este ejercicio.

Por otra parte, se tipifica como trata de personas la promoción, organización o incitación a la entrada o salida del país de individuos con el objetivo de que ejerzan la prostitución o cualquier otra forma de comercio carnal.

Aunque presentes, estas problemáticas son fuertemente enfrentadas en nuestro país, donde se desarrollan políticas encaminadas a su reducción. En el citado documento oficial publicado por el Minrex se expone que “…durante 2015 Cuba mantuvo su política de Tolerancia Cero ante cualquier modalidad de trata de personas y otros delitos relacionados con la explotación sexual, laboral o de otra índole, mediante el fortalecimiento en el contexto interno de las acciones y adopción de medidas dirigidas a elevar la prevención, el enfrentamiento, sancionar severamente a los autores y brindar protección a las víctimas”.

Y añade: “Los logros en materia de protección social y seguridad ciudadana, la igualdad de oportunidad para todos, las políticas y programas para el empoderamiento de la mujer, el acceso gratuito a los servicios de salud y educación; y el acceso universal a la cultura, el deporte y la recreación, continúan ubicando al país en una posición privilegiada para organizar dichas acciones”.

En la Mayor de la Antillas existen diversos instrumentos jurídicos que garantizan una mayor eficacia en el enfrentamiento a este tipo de delitos. Durante el cuarto intercambio bilateral sobre la trata de personas, que representantes de Cuba y Estados Unidos celebraron en Washington los días 12 y 13 de enero, la delegación cubana expuso las medidas que se aplican en esta nación para prevenir y enfrentar tal flagelo, así como el apoyo y la asistencia que se brinda a las víctimas, indica el diario Granma

Sin embargo, esta no es una conducta generalizada en todos los contextos. Yury Fedotov, director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), presentó un informe en diciembre pasado en el que planteaba que la trata de personas con fines de explotación sexual y trabajos forzados continúa siendo una de las modalidades más detectadas de este delito, resultado del cual muchas personas son perjudicadas, fundamentalmente niños, niñas y mujeres.

No obstante, el alto representante indicó que no son estas las únicas tendencias, puesto que existen también víctimas de trata con fines de explotación de la mendicidad, matrimonios forzados o fraudulentos, obtención de beneficios públicos o pornografía.

La prostitución es otra de las prácticas relacionadas con esta problemática, que está presente tanto en nuestro país como en el resto de las naciones, con mayor o menor incidencia en dependencia de determinados factores.

En la isla no existen datos que permitan conformar una caracterización cuantitativa del comportamiento de esta práctica; a pesar de ello es conocido que factores como el incremento del número de visitantes extranjeros, el desarrollo de nuevas formas de gestión y las necesidades, fundamentalmente económicas, inciden en el desarrollo de la prostitución, la cual no se limita a los sectores más marginados de la población, como fue tendencia en algún momento, y cuyas formas de manifestación varían y se
“perfeccionan”, por lo que en muchas ocasiones es un fenómeno difícil de identificar en un primer momento.

En relación con este tema, el Informe de Cuba sobre el enfrentamiento a la trata de personas y delitos conexos explica que “…en el proceso de captación de las víctimas, principalmente jóvenes, los organizadores nacionales residentes en el exterior o extranjeros, de forma directa o a través de sus vínculos en el territorio nacional, promueven falsas ofertas laborales con mejoras económicas —manicure, camarera o como bailarinas— para lo cual se encargan de gestionar cartas de invitación u otros documentos migratorios”.

Para recuperar las inversiones realizadas sobre las víctimas (gastos de viaje, hospedaje y alimentación, por ejemplo) los tratantes las obligan a prostituirse, y para asegurarlas las amenazan con atentar contra sus vidas y la de sus familiares en Cuba, las privan de libertad y retiran sus documentos identificativos. Una vez que logran saldar las deudas, los organizadores aumentan las tarifas, por lo que algunas se convierten en promotoras de la actividad en la isla desde el exterior, como forma de evitar maltratos y seguir prostituyéndose, detalla el documento.

La investigadora venezolana Zoraida Ramírez Rodríguez se refería a este tema hace ya más de veinte años, cuando fue representante para Latinoamérica y el Caribe de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres. Ella explicaba que la prostitución profundiza el subdesarrollo, conduciéndonos hacia la neocolonización, e insistía en que se está convirtiendo en una alternativa como fuente de ingresos económicos. “Un inmenso número de mujeres en nuestra región está entrando en la prostitución como estrategia de sobrevivencia ante las desigualdades económicas y políticas que se vienen agravando en todo el continente”, refería.

En un artículo publicado en 1994 y reeditado en el año 2014, Ramírez Rodríguez expone que este “es un problema que poca gente quiere enfrentar. Afecta a millones de mujeres en el mundo y en los actuales momentos después de reconceptualizar la pobreza que existe en el planeta, se puede afirmar que la mitad de la población mundial está en las garras de este azote”.

Estas palabras mantienen total vigencia en nuestros días, aunque no se limita solo al sector femenino, pues también se ha hecho notable la incorporación de los hombres. Esto demuestra que el fenómeno, lejos de desaparecer, ha cobrado más fuerza en los últimos tiempos.

En medio de este contexto, y dada la necesidad de colocar estos temas en el centro la opinión pública, próximamente se celebrará en Cuba el II Simposio Internacional Violencia de Género, Prostitución, Turismo Sexual y Trata de Personas “Berta Cáceres in memorian”, que devendrá espacio para promover el debate científico y facilitar alianzas entre instituciones, tanto nacionales como internacionales, así como implementar estrategias internas que potencien la promoción de estos temas, según indicó a los medios cubanos Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual.

El primero de estos encuentros tuvo lugar en La Habana en el año 2013 y su nombre rinde homenaje a la líder indígena de Honduras, Berta Cáceres, quien fue una firme defensora de los derechos humanos y ambientales en su país y que, luego de recibir amenazas contra su vida y la de su familia a causa de esta lucha, fue brutalmente asesinada.


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Aymara Massiel Matos Gil

Optimista, comprometida con mi profesión y, sobre todo, orgullosa de ser cubana.


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