sábado, 20 de abril de 2024

Santiago de Cuba: un abanico de tendencias urbanas (+Infografía)

La rehabilitación de valores arquitectónicos patrimoniales llega también a las calles de esta urbe del Oriente cubano...

José Armando Fernández Salazar en Exclusivo 24/07/2015
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Cuando los santiagueros dan una dirección casi nunca dicen a la izquierda o la derecha, sino arriba o abajo, lo que constituye una forma singular de ver su ciudad, que ha crecido entre el mar y las montañas, con calles onduladas y edificaciones que retan un terreno escarpado, a cada rato sacudido por las fuerzas telúricas.

Pero la posición geográfica de la urbe oriental determinó no solo su paisaje urbano, sino también su cultura, al convertirse en el punto de entrada de emigrantes provenientes de las Antillas y de refugiados franceses que escaparon de Haití durante la revolución esclava. Todo ello influyó para que, en la actualidad, Santiago de Cuba sea considerada como la más caribeña de las ciudades cubanas.

UN ABANICO DE TENDENCIAS URBANAS

Fue El Adelantado, Diego Velázquez, el precursor de la villa en 1515. Lo que hoy es el Parque Céspedes está considerado como el punto fundacional de la ciudad, donde todavía se conserva la típica organización urbanística de los asentamientos creados por los conquistadores españoles en América: la Iglesia (hoy Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral), la Casa del Gobernador (hoy Museo de Ambiente Histórico) y el Ayuntamiento (sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular).

A partir de esa zona, que en la actualidad recibe el nombre de Anillo Cero, la ciudad comenzó a crecer en forma de círculos concéntricos, hasta topar con las faldas de la Sierra Maestra y las aguas del mar Caribe. Pero antes, los santiagueros construyeron plazas públicas como la de Dolores y la de Marte, y calles muy populares, como Enramadas (cuyo verdadero nombre siempre ha sido José Antonio Saco) y Aguilera.

Aguilera y Enramadas se convirtieron en las arterias comerciales más importantes de la ciudad hasta que ganó popularidad la Avenida Victoriano Garzón. Las dos calles se lanzan hacia el mar, una al lado de la otra, en un sinuoso recorrido que pasa por edificaciones simbólicas de la ciudad como el Museo Emilio Bacardí, la cafetería la Isabelica, el hotel Casagranda, el colegio de Dolores y el Museo de Historia Natural Felipe Poey.

También son famosas las calles Heredia y Padre Pico. La primera a veces se convierte en un estrechísimo callejón para dar asiento a artesanos o a instituciones como la biblioteca Elvira Cape, el Museo del Carnaval, la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba o la vivienda donde se asegura nació el poeta José María Heredia.

Muchos piensan que Padre Pico es la única calle con escaleras de Santiago de Cuba, y no es así, sin embargo poetas, músicos y pintores inmortalizaron este tramo urbano en el que es posible encontrar estampas típicas de la vida del santiaguero y placas que registran momentos históricos de las luchas revolucionarias cubanas, porque, como les gusta decir a los habitantes de esta urbe, en cada esquina de Santiago hay historia.

Una singularidad llama la atención del visitante. En esta zona histórica colonial no abundan los edificios de más de dos plantas. Recuérdese que Santiago sufrió el impacto de terremotos desde fechas bien cercanas a su fundación, y no fue hasta el siglo XX que el desarrollo de la ingeniería civil posibilitó desafiar esas fuerzas con construcciones de mayor altura.

Tal es el caso de los “18 plantas” de la avenida Garzón, construidos de acuerdo con el sistema yugoeslavo. Sin embargo, muchos de los habitantes de la ciudad han hecho vaticinios apocalípticos por lo que consideran una “insolencia arquitectónica” que desafía las fuerzas de la naturaleza.

Precisamente, la avenida Garzón da paso a las zonas más modernas de la ciudad. El Reparto Sueño y la zona conocida como Ampliación de Terraza, se definieron como residenciales para la clase media de comerciantes, con un trazado circulatorio similar al del Vedado habanero. Allí predomina el estilo racionalista y ecléctico, con chalets espaciosos y diseños que permiten la ventilación e iluminación natural.

Más lujoso es el reparto Vista Alegre. Concebido para la alta burguesía santiaguera, el reparto se caracteriza por calles y aceras anchas, mansiones en cuyos diseños se pueden advertir casi todos los estilos arquitectónicos que se desarrollaron en Cuba durante el siglo XX, algunos tan raros como el Art Nouveau.

Diametralmente opuesto a Vista Alegre en su concepción y visualidad se encuentran repartos como el José Martí, popularmente conocido como las Micros. Construidos durante los años 1970 y 1980, se inscriben en las tendencias urbanísticas de aquellos años con sistema de gran panel, fundamentalmente, y diseños de edificios que supeditaban los elementos formales y de diseño al imperativo de satisfacer las necesidades de viviendas de la población.
En esta etapa destacan la plaza de la revolución Mayor General Antonio Maceo, el teatro Heredia y la estación ferroviaria Senén Casa Regueiro, donde es posible apreciar un mayor uso de las estructuras metálicas y el prefabricado.

Una mención especial merece el cementerio Santa Ifigenia, considerado un inmenso museo al aire libre por la diversidad de tendencias de la arquitectura funeraria que allí se encuentran y que tienen como elemento principal el mausoleo dedicado a custodiar los restos de José Martí, Héroe Nacional cubano.

EL RENACER

Como parte de un proyecto de recuperación patrimonial y reanimación de sus servicios, a partir de 2008 Santiago de Cuba comenzó un proceso de rehabilitación constructiva. La iniciativa se vio interrumpida abruptamente por el huracán Sandy, en 2012, que destruyó casi el 80 % de la infraestructura de la ciudad.

El espíritu emprendedor de caracteriza a los santiagueros se convirtió en la principal materia prima para devolver el esplendor a la ciudad, que en 2015 llega a la celebración de sus 500 años con la rehabilitación de gran parte de sus valores arquitectónicos patrimoniales.

El proyecto se incluye además en las iniciativas de las autoridades locales para saludar el aniversario 62 de los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, de ahí que también sean sometidos a acciones constructivas la ciudad escolar 26 de Julio y otras instituciones de este complejo monumental como el Palacio de Justicia y el Hospital Saturnino Lora.

Hortensia Estrada, especialista de planeamiento urbano de la Oficina del Conservador de la Ciudad, explicó a Cubahora, que se trata de un ambicioso programa de rehabilitación patrimonial que incluye obras de gran calidad como el llamado Banco de Canadá, Museo Bacardí, Casa de la Trova, Casa del Queso, sede Artex, Museo del Carnaval e Iglesia Metodista, entre otros.

Durante 2015 otras instalaciones deben ser entregadas, entre ellas la Sala de Artes Decorativas, antiguo Club San Carlos, y la Iglesia Catedral, primera institución religiosa de su tipo en Cuba.
Estrada puntualizó que además de recuperar los ambientes históricos, para lo cual se continuarán realizando complejas obras constructivas, se aspira a la peatonalización de importantes tramos de los anillos fundacionales, en correspondencia con las tendencias actuales del urbanismo y como una medida para conservar las edificaciones, la mayoría de ellas con más de 100 años, y permitir un mejor disfrute de sus valores.

Es un compromiso ambicioso que requerirá un trabajo multidisciplinario, pero que hará de Santiago de Cuba una ciudad saludable, bella y limpia, agregó la experta.

Mientras tanto, los santiagueros continúan subiendo y bajando las calles de su centenaria urbe, a veces adoquinadas, otras con escaleras o con huellas del servicio de tranvías. En las esquinas los trovadores tañen sus guitarras, como antes lo hicieron Sindo y Matamoros. Los turistas, cual “descubridores” de estos tiempos, quieren atrapar esta fuerza vital en sus cámaras y celulares.

Aunque un poeta dijo que Santiago creció y vive de espaldas a su mar, el inmenso azul está allá abajo, y cuando el sol se ponga, casi cuatro minutos antes que en el resto de Cuba, será testigo silencioso, junto a las montañas, de la respiración infinita de una ciudad con una vida nocturna que se extiende hasta la madrugada.


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José Armando Fernández Salazar

Para mí no hay nada mejor que estar con los que quiero, riendo y escuchando a los Beatles

Se han publicado 1 comentarios


Horten
 24/7/15 10:55

Me encantó, yo espero que Dios me de vida para ir a visitar Santiago de Cuba, pues siempre he tenido el deseo de conocer en vivo toda la historia que encierra esta provincia. Felicidades a todos los santiagueros.

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