La vida de Filiberto López Escalona comienza bien temprano en la mañana. Antes de la salida del sol tiene listos su guámpara y lima para enfrentarse al trabajo que realiza desde 1975: cortar y sembrar caña de azúcar.
Filiberto es un trabajador de la Unidad Básica de Producción Cooperativa Feliciano Zaldívar de Vedado 3, un pequeño poblado del Municipio Jesús Menéndez, antiguo Central Chaparra, en Las Tunas. Junto a él, cada mañana llegan al campo una docena de hombres armados de esa experiencia que dan los años de trabajo en la agricultura.
La rutina diaria parece fácil de describir y muy complicado de hacer: cortar en parejas tantas cañas de azúcar como den para llenar una carreta, cargarlas, viajar con ellas hasta otro campo cercano para sembrarlas, descargarlas, tirarlas en los surcos y una vez allí, picarlas con un machete y todo por 32 pesos.
Este 5 de diciembre, designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Mundial del Suelo, Filiberto López estará cortando caña junto a sus compañeros. Hace apenas una semana comenzó la zafra azucarera en todo el país y seguro ese señor callado de 62 años, volvió nuevamente a su rutina.
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