sábado, 20 de abril de 2024

¿Que nos vamos pa´ Cuba?

Autoridades y académicos en la Isla estiman que, de eliminarse las restricciones de Estados Unidos, Cuba podría recibir al año más de un millón de turistas estadounidenses...

Mayra García Cardentey en Exclusivo 09/05/2016
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La pregunta pudiera estar ahora mismo dentro de las proyecciones de viaje de muchos norteamericanos. Cuba como destino caribeño ya se perfila en agencias, organizaciones y ciudadanía estadounidense; más después de figurar como parada de moda para celebridades del mundo.

De esta forma, disfrutar del sol de Varadero, desandar las calles de La Habana Vieja o presenciar el show de los grandes cabarets de la Isla, pudiera ser un sueño posible para los miles de ciudadanos de ese país que se han conformado con los cuentos de los abuelos que por la década del 50 veraneaban aquí.

Y algunos piensan que el sueño se acerca cada vez más, luego del arribo del buque Adonia de la compañía Fanthom, filial de Carnival, que el pasado lunes abrió la primera línea regular de cruceros que une los dos países en medio siglo.

¿ESTADOS UNIDOS POR EL PRIMER LUGAR?

Después del 17D las relaciones bilaterales permitieron determinadas condiciones favorables para un incremento significativo de las visitas de norteamericanos a la Isla. Al menos, así lo estimó el académico cubano Antonio Díaz Medina en un estudio-examen sobre el tema cuando respondía a la pregunta ¿Vendrán más norteamericanos a Cuba en 2015?, que por aquellas jornadas muchos se hacían.

Pues no se equivocó y así lo ha confirmado el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, quien informó recientemente que en el pasado año se recibieron 161 233 estadounidenses, un crecimiento de 76 % con respecto al 2014. El titular también añadió que tan solo en los primeros cuatro meses del año actual han arribado 94 000 personas procedente de Estados Unidos, más de la mitad de todos los que llegaron en el 2015.

En este escenario, la flexibilización de los viajes llevada a cabo por el actual mandatario norteamericano Barack Obama brindó un espaldarazo para que la población y las instituciones de la nación norteña concibieran al archipiélago como un destino posible. No obstante, algunos datos brindados por varios sitios nacionales y extranjeros muestran cómo ya para el 2015 Estados Unidos estaba entre los primeros cinco lugares de los visitantes extranjeros al estado antillano.

Filtrando la composición de esta presencia, se pudiera concluir que la mayoría son cubanos residentes allí, aunque en el pasado año y en los cuatro primeros meses del actual hubo un crecimiento exponencial de norteamericanos que llegaron a Cuba bajo alguna de las varias categorías de viajes autorizados. Tampoco se descartan de las cifras aquellos que evaden restricciones y apuestan por terceros países o vuelos no directos. Pero estos son cada vez menos.

El creciente interés por vivenciar la realidad cubana es estadísticamente demostrado. Según datos que difundió el sitio Cubadebate, el 74 % de la población está a favor de viajar a Cuba sin restricciones, como dio a conocer una encuesta sobre el tema realizada por The Washington Post/ABC News, después de los anuncios del 17 D.

Incluso, más: hay directivos y especialistas que calculan que, de eliminarse las prohibiciones, al menos millón y medio de estadounidenses podrían hacer turismo anualmente en instalaciones cubanas.

MÁS NORTEAMERICANOS, PERO TODAVÍA NINGÚN TURISTA

Pareciera rejuegos del lenguaje, pero sí. Aunque la cifra de visitantes se ha incrementado, y el interés de Cuba como destino también, técnicamente no se puede hablar todavía de turismo norteamericano. Si bien una parte considerable realiza una especie de ocio social o de corte educativo-cultural, solo es posible bajo algunas de las 12 categorías permitidas por el gobierno norteño, ya que los viajes exclusivamente turísticos están prohibidos.

En ese sentido, la categoría People to People (P2P) ha sido una de las más empleadas por organizaciones culturales, educacionales, sociales y determinados turoperadores especializados, con el fin de realizar opciones grupales, siempre tras el “propósito” de vincularse con el pueblo cubano.

Nada, una manera de camuflar o amparar, desde Estados Unidos, el turismo a la Isla para que no se llame tal cual, aunque para ello se integren actividades en los programas que respondan a lo regulado para los viajes P2P.

Pero, sea turismo oficial o no, Cuba ya siente el mayor arribo de norteamericanos, especialmente a La Habana, Santiago de Cuba, Trinidad y Cienfuegos, como ha trascendido en la prensa nacional y local.

INCREMENTO DE VISITANTES: ¿MÁS HOTELES?

En medio de todo este panorama, la industria nacional del ocio entiende el fenómeno que se le viene encima, si no lo tiene ya: no hay capacidad ni hotelera ni extrahotelera para el volumen de visitas que especialistas estiman podría llegar al país en los próximos periodos.

Por ello, grupos hoteleros del patio mezclan esfuerzos con cadenas internacionales para la construcción de nuevos recintos y la restauración de los existentes en varias ciudades de importancia del país.

Pero, quizá el mayor reto esté en la imagen Cuba que se brinda no solo al visitante norteamericano, sino al turismo internacional en su totalidad. Bajo este análisis, algunos periodistas que cubrieron el arribo del Adonia a la Isla, alertaron sobre los estereotipos maniqueos que se defienden todavía tras el slogan de “playa, tabaco y ron”.

Trascender esos espacios comunes es un desafío para la industria turística y cultural nacionales. Que vengan más visitantes, estadounidenses o no, será un beneficio y una prueba para la economía nacional, pero también un buen momento para mostrar la Cuba diversa que somos hoy.


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Mayra García Cardentey

Graduada de Periodismo. Profesora de la Universidad de Pinar del Río. Periodista del semanario Guerrillero. Amante de las nuevas tecnologías y del periodismo digital.


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