Este domingo culminan las sesiones finales del IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). La cita se desarrolla en un momento de grandes definiciones, pues el actual proceso de transformaciones económicas y sociales requiere de un periodismo más sagaz, creativo, crítico y comprometido con los problemas de la nación.
En la primera sesión, realizada en el Palacio de Convenciones, y en la que estuvo presente Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los delegados debatieron diversos temas, como el periodismo que debe acompañar los cambios del socialismo cubano, la profesionalidad, las limitaciones en el acceso a las fuentes de información, la importancia de una ley de prensa, así como los problemas infraestructurales que inciden en el trabajo de los medios.
El recién elegido presidente de la UPEC, Antonio Moltó, dio lectura al informe central, en el que se reconoció que la prensa cubana todavía no logra abordar en toda su diversidad, de manera oportuna, objetiva y atractiva la realidad del país.
Las intervenciones de los periodistas Rosa Miriam Elizalde, así como Raúl Garcés, incentivaron el debate. Elizalde analizó la desprofesionalización del sector y el poco o inexistente tratamiento a temas que interesan a la sociedad cubana actual. Entre las causas de estos problemas, identificó la compleja situación material en la cual se hace periodismo hoy, así como las regulaciones externas hacia los medios.
Mientras, el Doctor en Ciencias de la Comunicación, Garcés, argumentó acerca de las regulaciones sobre la prensa, las cuales, dijo, en una sociedad que tiene una mirada cada vez más aguda, más culta e instruida, impiden a los periodistas llevar temas al debate público y buscar consensos entre todos.
Garcés alertó también sobre la falta de credibilidad de los periodistas, “una situación que no solo complica el accionar de la prensa, sino también la credibilidad del Estado, del Gobierno, de las autoridades, de la propia Revolución”, aseguró.
Estuvo en la voz de la periodista de Radio Rebelde, Ana Teresa Badía, la idea de abogar por una transformación de la prensa cubana, tomando como punto de primer orden la lealtad al ciudadano común.
Badía añadió que se debía colocar a la ciudadanía como centro de la gestión mediática y que el periodismo debía denunciar y exigir responsabilidades, ponderar la crítica y seguir corrigiendo el rumbo, para perfeccionar el papel de los medios como productos y reproductores de ideología”.
En torno a la necesidad de que la prensa se pronuncie de modo continuo contra la corrupción latente hoy en la sociedad se pronunciaron los periodistas Omar George, de Cienfuegos, y Enrique Ojito, del periódico Escambray.
Según George, no solo se precisan medidas judiciales o administrativas, hay que apelar más a la participación popular, a reflejarlos públicamente, y no esperar a enterarse de los casos de corrupción porque pasan de memoria en memoria.
En ese mismo sentido, Ojito llamó a que los periodistas cubanos se desprendan definitivamente de la condición de divulgadores, de repetidores de los intereses comunicativos de instituciones y organismos, y antepongan los intereses informativos como brújula fundamental de su trabajo.
En sus intervenciones, los participantes también mostraron algunas de las complejidades materiales en las que se desenvuelve la labor periodística.
El periodista Ariel Terrero insistió en la necesidad de que los medios administren sus recursos y presupuestos y hagan uso de ellos en función de resolver sus necesidades.
Para Terrero, “factores como los escasos medios de transporte y de computadoras, poco ancho de banda para acceder a Internet, franca desventaja de la televisión frente a sus homólogas internacionales, y limitaciones de la radio para garantizar con inmediatez sus transmisiones, demuestran la precariedad del sector”.
Igualmente, transmitió el desacuerdo de los profesionales con el sistema salarial igualitarista en vigor actualmente, así como con los salarios insuficientes, que alientan el traslado de periodistas hacia sectores mejor retribuidos.
Para el matancero Yosvany Albelo, es preocupante el paso de algunos graduados de la carrera hacia sectores mejor remunerados , y que otros profesionales no quieran ocupar cargos en las redacciones.
Para frenar algunos de estos problemas, Terrero abogó por que los medios administren sus recursos y presupuestos y hagan uso de ellos en función de resolver sus necesidades más apremiantes.
En otro orden del debate, la necesidad de establecer un marco legal sobre las responsabilidades de las fuentes y los periodistas fue un tema muy comentado.
Al respecto, Garcés opinó que una Ley de Prensa dotaría de respaldo jurídico el desempeño de los trabajadores del ramo, sin embargo, hace falta crear una cultura de la información y de la transparencia, que ponga fin al secretismo por las fuentes, al negar estas el acceso a lo que pueblo merece y necesita conocer.
Randy Alonso, director de Cubadebate y de la Mesa Redonda, habló de la experiencia del sitio web Cubadebate en el monitoreo de comentarios en cada artículo, desde los cuales surgen temas, noticias, denuncias de ilegalidades. No obstante, explicó que la escasa participación de los organismos en las discusiones ha lastrado el intercambio con los lectores.
Este sábado, además, el IX Congreso de la UPEC llamó a periodistas y organizaciones del mundo a sumarse al reclamo de la liberación de cuatro de nuestros Cinco héroes presos en Estados Unidos.
Este domingo continúan las sesiones finales del Congreso, con enormes retos de reformar la práctica periodística a las condiciones del contexto actual.
Intervención del periodista Joel García (Izq) en el IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba. (Foto: Marcelino Vázquez Hernández/AIN)
Delegados al IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba. (Foto: Marcelino Vázquez Hernández/AIN)
Intervención del periodista Raúl Garcés en el IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba. (Foto: Marcelino Vázquez Hernández/AIN)
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