Marcha Nacional de las Antorchas: un mar de fueguitos (+Fotos)(+Video)

Era difícil llegar a la histórica escalinata de la Universidad de La Habana. Las principales calles estaban absolutamente repletas de jóvenes que venían, al parecer, de todas partes. Algunos llevaban antorchas, otros esperaban conseguirla, mientras una parte, quizás, ni siquiera pensara en portar una. Los unía a todos el deseo de compartir una noche de domingo diferente.

Había sido sesenta años atrás, un martes 27 de enero, cuando un grupo admirable de jóvenes no quiso que el Centenario del natalicio del Apóstol de la independencia cubana, José Martí, fuera solo un día más, y, liderados por Fidel Castro decidieron marchar con antorchas desde la escalinata hasta la Fragua Martiana.

Seis décadas más tarde, decenas de miles de jóvenes volverían a reeditar ese hecho, aunque en condiciones completamente diferentes. Si en 1953, la “Generación del Centenario” reivindicó el valor de las ideas martianas y protestó por la dictadura de Fulgencio Batista; ahora, con Martí como guía, los jóvenes marchaban hacia el mismo sitio donde el Apóstol sufrió el castigo español, para mostrar su compromiso de continuar conduciendo a la Patria por los caminos de la Revolución.

Poco antes de las doce de la noche, la algarabía universitaria desbordaba las calles colindantes y miles de jóvenes universitarios cantaban, bailaban, conversaban, alistaban sus antorchas y esperaban la orden de arrancada para descender la explanada universitaria. Frente al Alma Mater, se escuchaba una diversidad de temas musicales que mostraban la vigencia de Martí en la música, no solo cubana, sino también latinoamericana. Los jóvenes coreaban, entre otras, la popular canción de Gerardo Alfonoso: Son los sueños todavía…, precisamente para demostrar que eran los sueños los que “tiraban” de quienes estaban reunidos esa velada. “Todo el mundo cuenta”, de Buena Fe, Pablo Milanés; Silvio Rodríguez, Santiago Feliú, Calle 13…

Ya habíamos arribado al 28 de enero de 2013 y fue entonces cuando la primera secretaria nacional de Unión de Jóvenes Comunistas, Yuniasky Crespo, leyó un emotivo mensaje que había dejado el General de Ejército Raúl Castro. En su misiva, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y General de Ejército decía: “Ustedes marcharán como lo hicimos los jóvenes de la generación del centenario, portando la llama que simboliza la vigencia del pensamiento de Martí”.

Un bloque de 60 banderas iniciaba el recorrido y custodiaba a la que, de manos del joven Raúl, el 6 de abril de 1952 llegó a la Fragua para enterrar simbólicamente la Constitución del 40.

Presidía el desfile que convocó a miles de seguidores de las ideas martianas el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura. Acompañaban además a la juventud los también miembros del Buró Político Esteban Lazo, el General de cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra, Ricardo Alarcón de Quesada, Mercedes López Acea y el integrante del Secretariado, José R. Balaguer Cabrera.

Ahí estaban también participantes de la primera marcha de las antorchas realizada en 1953, familiares de los cinco héroes cubanos, junto a Yuniasky Crespo la primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas y Lisana Corona Olivero, primera Secretaria de la Federación Estudiantil Universitaria.

En la enorme multitud convivían también estudiantes de diferentes enseñanzas y centros docentes, así como participantes de la III Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, la cual sesiona desde hoy en esta capital.

“Soy periodista para una publicación brasileña, para mí este es un momento muy importante, porque Brasil es un país muy distinto a Cuba, la sociedad acá tiene otros valores, donde la gente busca avanzar respetando la igualdad de condiciones, tienen amplio acceso a los derechos básicos como educación, salud. Es la primera vez que vengo a Cuba, esta actividad refleja la emoción del pueblo, la confianza”, contó a Cubahora Daniel, uno de los miembros de la delegación de la Conferencia Por el equilibrio del Mundo.

Un joven universitario de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, Gabriel, consideró en su diálogo con nuestra revista que la marcha de las antorchas era una forma de mantenernos unidos a nosotros mismos. “Las ideas del pensamiento martiano están presentes en nosotros, la idea de leer es crecer por ejemplo, el patriotismo, aseguró.

Mientras, para Randy, estudiante de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, el principal legado que había dejado Martí a los jóvenes era el espíritu revolucionario. “La marcha de las antorchas es primero que todo ejemplo juvenil, es lo que ha significado para nosotros los jóvenes el legado de Martí, es la consagración de las palabras e ideales históricos, que ha dejado plasmados en todos los jóvenes universitarios y en los no universitarios también. Creo que los jóvenes son los encargados de continuar con este legado histórico de la marcha de las antorchas”.

Previo al homenaje, estudiantes y jóvenes trabajadores iniciaron un periplo el 1 de enero desde el cementerio de Santa Ifigenia, en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, donde reposan los restos del apóstol. Los jóvenes trasladaron durante su viaje por todo el país la llama martiana, que arribo la víspera a la capital, para encender el fuego de las miles de antorchas de la marcha.

También bajo el lema Martí para todos los tiempos, jóvenes y trabajadores emprendieron desfiles similares a lo largo de las principales arterias de sus municipios, en todas las provincias del país.

Nuestra revista Cubahora se mantuvo durante la marcha brindando una actualización en vivo de cuanto ocurría en las marchas capitalina y santiaguera. en Twitter, por la cuenta @Cubaennoticias.

Impresionaba ver por todo San Lázaro un mar de fueguitos que hubiese sorprendido al propio Eduardo Galeano, iban tomados de la mano, unidos como la Plata en las raíces de los Andes, como prefiriera el Apóstol.

Una vez en la Fragua Martiana, quedó inaugurada la exposición "El verdadero hombre", que propone ocho pinturas de la autoría de Antonio Guerrero, quien también, como Martí alguna vez, sufre hoy los horrores de un injusto presidio.

Mensaje de Raúl en ocasión de la Marcha de las Antorchas en el 160 Aniversario del Natalicio de José Martí

Queridos estudiantes

Queridos compatriotas

El pasado 26 de julio, en la oriental provincia de Guantánamo, me comprometí a marchar con ustedes esta noche, al igual que 60 años atrás, para rendir tributo al Héroe Nacional José Martí, guía imperecedero de la Revolución Cubana.

Sin embargo, un evento de trascendental importancia para Nuestra América me impide estar presente. En estos momentos participamos en Santiago de Chile en la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde nuestro país asumirá la presidencia de esta estratégica organización regional, lo cual constituye un alto honor y una gran responsabilidad.

Esta vez ustedes marcharán nuevamente desde la histórica escalinata hasta la Fragua Martiana, como hicimos los jóvenes de la Generación del Centenario, portando la llama que simboliza la vigencia del pensamiento de Martí y la decisión de los hijos de esta tierra de preservar las conquistas de la Revolución y el Socialismo.

Aquel día, dentro del mar de cubanos dispuestos a no dejar morir las ideas del Apóstol en el año de su centenario, marchamos cientos de jóvenes encabezados por Fidel. Un grupo de ellos emprendimos, el 26 de Julio de 1953, la batalla definitiva por alcanzar la independencia y la justicia para la Patria.

Que mayor satisfacción hoy, al cabo de 60 años, que ver las banderas enarboladas entonces sostenidas con la misma decisión por nuestros combativos jóvenes, convocados, una vez más, a asumir con responsabilidad y sentido del deber las batallas del presente y del futuro. La Revolución confía en ustedes para garantizar su continuidad bajo la conducción de nuestro único Partido.

Espero el próximo año estar junto ustedes en esta simbólica marcha.

Los abraza,