jueves, 25 de abril de 2024

¿Aprender a ser padres?

¿Qué expectativas tiene la sociedad cubana sobre el rol paterno? Cubahora conversa con un investigador del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas...

Jesús Eugenio Muñoz Machín en Exclusivo 15/09/2014
1 comentarios

Tras la pista de investigaciones y criterios científicos sobre planificación familiar nos topamos, entre otros muchos tópicos, con que se torna muy difícil ofrecer evidencias empíricas sobre la vinculación de los hombres con este tema.

Sucede igual en muchas esferas de la vida cotidiana, pues en relación con otras temáticas de género, los estudios sobre los varones y sus masculinidades son recientes en Cuba.

Como tendencia se han privilegiado los trabajos que abordan las vivencias de las mujeres y las respuestas que se dan sobre los hombres proceden, en la mayoría de los casos, de investigaciones más generales.

Para indagar un poco más sobre paternidad y familia, Cubahora conversa con el joven sociólogo Raynier Hernández Arencibia, investigador del Grupo de Estudios sobre Familia, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas.

—¿Qué expectativas tiene la sociedad cubana sobre el rol paterno?

—Por lo general, se espera que los hombres “sean buenos padres”, pero no existen muchos referentes al respecto y los modelos más presentes son aquellos vinculados a la paternidad tradicional —impositivos, poco cariñosos y limitados al rol de proveedor—. Por eso desde las instituciones educativas, la familia y los medios de comunicación se deben presentar nuevas maneras de ser papá (dialogantes, cariñosos, conciliadores, comprometidos con el cuidado de los hijos, etc.).

“Por otro lado, aunque las expectativas sociales sobre la convivencia en familia se sustentan en la equidad, no se trabajan adecuadamente los procesos educativos. La socialización crea distinciones desde la niñez y mientras a las niñas se les enseña para desenvolverse en la vida privada, no sucede así con los varones”.   

—¿Cómo perciben los hombres jóvenes la planificación de la familia?

—Es importante entender este tema de una manera relacional, a partir de la negociación que se establece en la pareja acerca de la familia que se quiere crear, los hijos y la convivencia. Es una especie de convenio, que no siempre es explícito y pocas veces se produce en contextos de equidad. Además, influyen las creencias románticas, disponibilidad emocional, presiones familiares y de los amigos, cuestiones económicas, entre otros aspectos.

“Tampoco puede obviarse la heterogeneidad de las familias en la sociedad cubana actual, con estructuras que varían desde pequeños núcleos hasta otros muy extensos, con condiciones socioeconómicas diversas.

“Cualquier mirada al desenvolvimiento de los hombres en su vida en familia debe estudiar, además, la paternidad como un tema central. Debemos reflexionar más sobre el placer y la felicidad que produce el deseo legítimo de ser papá o sobre la vivencia de esta experiencia como reafirmación de la masculinidad ante presiones sociales”.

—La paternidad también está relacionada con la salud sexual y reproductiva ¿Qué mensajes trasmite la familia a sus hombres jóvenes sobre este aspecto?

—En los discursos familiares se observan patrones sexistas. A los jóvenes se les enseña que siempre deben estar disponibles para el sexo y mostrarse como expertos en el tema. Esos mensajes funcionan como presiones sociales, que los llevan a incurrir en conductas de riesgo, asociadas a las enfermedades y la posibilidad de un embarazo no deseado.

—Otro elemento importante es la decisión de tener o no descendencia. ¿Cómo se vinculan los hombres a este momento?

—En las investigaciones apenas se analiza el rol de los hombres en la toma de decisión sobre la descendencia. Se continúa pensando que solo las mujeres se reproducen y que los hombres apenas representan el sostén económico durante ese proceso. Sin embargo, ellos sí participan, aun cuando sea en la reafirmación de la decisión de la mujer o por omisión al dejar que ella decida.

“Cuando el tema es abordado en eventos, foros y debates solo se habla de las experiencias y necesidades de las mujeres. Indicadores como la fecundidad y la natalidad también deben tomar en cuenta a los hombres”.

—¿Sucede algo parecido con la decisión del aborto?

—Similar. Se conoce muy poco sobre la experiencia de los hombres relacionada al aborto. Los varones suelen hablar de ello como un hecho referido a otra persona y no como vivencia personal, aunque eso no significa una ausencia de preocupaciones.

“En las consultas de interrupciones de embarazo apenas se ven hombres, pues solo van hijas y madres. Los varones llegan a ser vistos como actores secundarios, cuya implicación puede entorpecer el funcionamiento lógico y adecuado del proceso”.

—Para finalizar, ¿se planifican o no los hombres cubanos?

 —Eso conllevaría un estudio de caso, pero realmente todo indica que no o muy poco. En primera instancia, los hombres no tienen una relación cordial con las consultas médicas y la planificación ha estado muy relacionada con enfoques médicos y epidemiológicos.

“Si se desea que los hombres planifiquen su vida en familia, el tema debe abordarse más desde condicionamientos culturales. Se necesita enfatizar en la participación de ellos en ese proceso”.


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Jesús Eugenio Muñoz Machín

Se han publicado 1 comentarios


yunet
 15/9/14 19:14

los hombres cubanos tienen muy poco rol en materia de paternidad ,generalmente nunca estan en casa o llegan cansados de tanto trabajar, es por eso que se les limita la participacion en esos asuntos tan importantes como el aborto

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