Aprendamos a meditar

Meditar… ¿Significa, acaso, pensar detenidamente en lo que haremos cada día? ¿Reflexionar en torno a cada una de nuestras acciones y repensar los pasos que damos y sus consecuencias?… ¿Eso es también meditar?

Nos equivocamos con frecuencia al pensar así porque meditar es, precisamente, todo lo contrario. Se trata de poner la mente en reposo y no en blanco, como decimos, porque esto es imposible, teniendo en cuenta la constante actividad mental. Meditar es como mirarnos por dentro, observar nuestros pensamientos y escucharlos, conocerlos y entenderlos desde la pasividad.

“No es fácil, quizás, pero debemos aprender a meditar”, me dice Juan Dávila, presidente de la Asociación Om Meditación y del comité organizador del VI Encuentro Internacional de Meditación de La Habana, que sesionará desde el 31 de marzo y hasta el 3 de abril en el teatro Lázaro Peña, el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de la Revolución.

“Es más simple de lo que parece y nada tiene que ver con alguna religión, como erróneamente la asocian algunas personas. Meditar es tener la mente presente, lo que casi nunca se logra pues estamos inmersos en numerosas actividades a la vez y no nos damos cuenta de lo importante de tener la mente en el aquí y el ahora.

”La meditación es muy antigua. Siempre se concibió como un estado activo de la mente muy beneficioso porque modifica el pensamiento regular y fuera de control que, en ocasiones, genera depresión, ansiedad, alteraciones fisiológicas del organismo… Con la meditación logramos un descanso profundo que permite el equilibrio de nuestra mente y nuestro cuerpo. Así podemos llegar a la paz interior que trae consigo la tan necesaria paz social”.

—Existen diferentes tipos y prácticas de la meditación…

—Sí y diferentes técnicas para aprender a meditar. Además, muchos senderos y caminos que cada quien escoge según sus vivencias y necesidades. Las técnicas más simples y conocidas parten del dominio de la respiración, que te lleva a un equilibrio esencial. Cuando te enfocas en tu propia respiración logras un estado de relajación y quietud de la fisiología del cuerpo. Entonces eres consciente de lo que pasa con tu mente. Reconoces tus pensamientos y aprendes a aquietarlos.

“A respirar también se aprende, aunque no lo creas, y encuentras la relación entre la respiración y las emociones, las cuales aprendes a controlarlas también.

”Tener la mente en blanco es imposible pues siempre hay una actividad mental descontrolada, frenética, que es la base del estrés; pero al meditar con frecuencia trasciendes tu mente, es decir, te haces consciente de tus pensamientos y no te apegas a ellos”.

—Hacemos algo pensando en lo que ya hicimos o en lo que no hemos hecho…

—Sucede todo el tiempo. Las personas friegan la vajilla y, mientras, piensan en lo que hicieron dos horas antes o en lo que deben hacer al otro día. Vivir en el pasado trae depresión y querer vivir siempre en el futuro genera ansiedad, estrés. Mejor estar en el presente, estar tranquilo, disfrutar el momento y lograr que la mente esté presente en ese instante, pues de lo contrario te lleva como el jinete al caballo y no debe ser.

—En el evento, según el programa, se dedicará especial atención a la meditación y la creatividad.

—La meditación potencia los procesos creativos y productivos en la medida en que somos capaces de conocernos, explorarnos y estimularnos, según nuestras fortalezas y debilidades. Puedo mencionarte algunos ejemplos: La bailarina y coreógrafa Rosario Cárdenas tiene una vasta experiencia en la vinculación de los procesos creativos de la danza y la meditación. El músico Bobby Carcassés es maestro en la música pero también en la meditación, de la que saca provecho continuamente.

“El doctor Rafael Bestard Bizet, máster en Medicina Bioenergética, terapeuta y participante en el evento, insiste en que debemos aprender a dejar que la mente se mantenga como un lago silente, sin perturbaciones, sin que la paz interior se afecte.

”Ese es el objetivo de la meditación y aprenderlo permite que contribuyamos a la convivencia armónica con la familia y el entorno.

”Pensar todo el tiempo hace trabajar continuamente a la mente y ella requiere reposo, como es lógico, y para ello existe la meditación. Con diferentes modelos de este proceder, por ejemplo, se han logrado buenos resultados en las terapias de tratamiento a adictos al tabaco y al alcohol, y se potencian las investigaciones en este sentido”, concluye Juan Dávila.

Maribel Merenguer, profesora de la Escuela Nacional de Ballet, a quien podemos también llamar Jai Durga Ishaya, comenta que en el proceso docente le ha sido muy enriquecedora a ella y a sus alumnos la aplicación de algunas técnicas de meditación y agrega: “Los maestros anhelamos, muchas veces, que los alumnos sean como queremos, y no le damos libertad a cada uno. La meditación me ha permitido aceptar a cada uno en el lugar en el que está, identificar sus potencialidades y darle herramientas para que pueda crear como quiera hacerlo. Eso garantiza el respeto de su individualidad.

”Meditar te llena de paz, te regala una mirada pacífica y la felicidad de vivir en la nada y estar bien con todo. Yo practico todos los días porque quiero ser un ejemplo de vida para la sociedad, ser feliz, estar en paz.

”A mis alumnos los veo libres en l escenario, se desenvuelven sin miedos. Enseñarlos a meditar ha permitido que cambien su atención de los temores y las inseguridades propias de sus edades y puedan impulsar sus fuerzas. Los distingue de otros grupos el hecho de que son muy amorosos y tranquilos, dispuestos a asumir cualquier reto sin perder la calma”.