La coalición opositora chilena Nueva Mayoría –cuya candidata presidencial Michelle Bachelet también ganó la primera vuelta presidencial- obtuvo una resonante victoria en la elección parlamentaria de este domingo, derrotando a la derecha y abriendo el camino, no libre de presumibles escollos, para implantar los cambios que dejen detrás de manera definitiva la era pinochetista.
Nueva Mayoría está integrada por los Partido Socialista, Partido Demócrata Cristiano, Partido por la Democracia y Partido Radical Socialdemócrata, además del Partido Comunista, Izquierda Ciudadana, Movimiento Amplio Social (MAS) e independientes de centro-izquierda.
Mientras, la Alianza del Gobierno la conforman los partidos oficialistas Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, además de independientes de centro-derecha.
Bachelet obtuvo el 46,7 por ciento de los votos válidos, lo que le impidió el triunfo en primera vuelta pues debió alcanzar más del 50 por ciento, pero sí ganó ampliamente a su más cercana rival, la oficialista Evelyn Matthei, con un 25,1 por ciento. Las dos políticas de tendencias antagónicas se medirán de nuevo el próximo 15 de diciembre, aunque se da por seguro el triunfo de la exmandataria.
Sin embargo, Nueva Mayoría logró un gran triunfo en estos comicios en que también fueron electos los integrantes del Congreso Nacional, en el que esta alianza de centro-izquierda ganó la mayoría simple en la Cámara de Diputados y en el Senado.
El Servicio Electoral Chileno (Servel) informó esta madrugada que esa formación política dobló su número de representantes en 10 distritos y aumentó en 13 parlamentarios en la Cámara Baja, mientras la derechista Alianza del Gobierno perdió 12 de los escaños que mantenía hasta ahora.
Servel indicó que, con más del 99 por ciento de los votos escrutados, la coalición opositora mantuvo la mayoría en el Senado, con 12 ganadores, en tanto siete postulados de la derecha perdieron en la liza.
Ello significa que la bancada que lidera Bachelet tendrá 21 senadores, 16 la derecha, más uno independiente. En total son 38 miembros.
La Cámara de Diputados cuenta con 120 integrantes. Nueva Mayoría obtuvo 68 diputados frente a los 48 de la derecha y otros cuatro independientes.
Con este triunfo en el Congreso Nacional, Nueva Mayoría logró el 58 por ciento del total de legisladores, lo cual abre posibilidades reales de materializar los cambios prometidos en su campaña presidencial, entre ellos la convocatoria a una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución Nacional y la reforma tributaria, con cuya recaudación se garantizará una educación gratuita y de calidad en el país, amén de otras propuestas.
No obstante, para que pasen las presuntas reformas planteadas por la futura Presidenta, precisará el apoyo de otros 10 legisladores adicionales.
Es notable que cuatro exlíderes estudiantiles que encabezaron las manifestaciones de casi dos años por una mejor educación gratuita para la niñez y juventud chilena resultaran electos a la Cámara de Diputados. Ellos son Camila Vallejo y Karol Cariola, del Partido Comunista, Giorgio Jackson, de Revolución Democrática y Gabriel Boric, de la Izquierda Autónoma.
Cada uno de ellos ganó por la mayoría de votos en los distritos donde fueron postulados. El más votado fue Jackson, expresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, con por lo menos el 46 por ciento de los sufragios del distrito 22 de Santiago, capital chilena. Vallejo, expresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile alcanzó el 43 por ciento de las boletas del distrito 26 de La Florida, también en la capital.
Cariola, expresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción logró el 38 por ciento en el distrito 19 de Independencia y Recoleta, en tanto Boric alcanzó el 26 por ciento en el distrito 60 de Magallanes, región al sur del país austral.
Analistas indican que estos líderes juveniles, quienes movilizaron a millones de personas en todo Chile e incluyeron a sectores obreros tan importantes como el del cobre, impulsarán las transformaciones estructurales que demanda Chile para dejar atrás de manera definitiva el lastre del pensamiento fascista del pinochetismo.
Se estima que las dos candidatas que disputarán la presidencia traten de ganar adeptos entre el resto de los siete postulados perdedores, aunque queda un mes para las definiciones.
Según previsiones, los sufragios emitidos para los candidatos Marco Enríquez-Ominami (11%) y Alfredo Sfeir (2,5 %) –además de los que pudieran provenir de fracciones electores de Mauricio Israel (0,6 %), y Tomás Jocelyn-Holt (0,2 %)- se tributarán a Bachelet en la segunda vuelta
No obstante, Enríquez-Ominami, del Partido Progresista, quien quedó en tercer lugar, advirtió que no llamará a votar por alguna de las contrincantes.
Era presumible que las preferencias del derechista tradicional Franco Parisi, 11,1 %, serían para Evelyn Matthei, pero ya manifestó que no le dará su apoyo el próximo diciembre, lo que habla de las contradicciones en la vieja derecha ultraliberal de Chile.
Un 44 % de la población se abstuvo, pues aunque fueron convocados más de 13 millones de ciudadanos, el voto en Chile es libre.
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