La mesa está servida, solo hay una silla vacía

Después de tanta lluvia, el calendario del campeonato cubano de pelota está próximo a concluir su primer tramo, más tarde de lo previsto, pero supongo que los jerarcas de ese deporte aquí sabían que ese alargue era más probable que un Víctor Mesa mudo y sin gesticular en el banco.

Al final, acertamos en nuestros vaticinios. Solo un equipo que consideramos que iba a estar en los juegos de comodines se quedó fuera, pero muy cerquita de la línea que delimitaba el «hasta aquí» del «hasta la próxima». Los Gallos de José Raúl Delgado estuvieron a un cantío de darles el alegrón que sueñan los espirituanos, y otra vez, casi con el pasaje en la mano, se les aguó la fiesta, ¿influiría en eso la crecida del río Yayabo que atraviesa la ciudad capital de esa provincia?

Sin embargo, los muchachos que tienen en Frederich Cepeda y Yunier Mendoza a dos ídolos que bien vale la pena imitar no deben sentirse derrotados. Este año exhibieron más fuerza en sus espuelas y un juego que, según me cuentan algunos que los disfrutaron en el José Antonio Huelga, era mucho más agresivo y armónico, hasta más disciplinado tácticamente que antes. Un premio para José Raúl, quien supongo que continúe en la temporada siguiente. ¿Regresará para entonces Ismel Jiménez?

Aunque era un riesgo del tamaño de uno de los batazos de Alfredo Despaigne en el béisbol de Japón —con 35 vuelacercas concluyó la temporada regular como líder en la liga del Pacífico e igualado en todo el torneo con el también cubano Alexander Guerrero—, me atreví a pronosticar que Industriales, Las Tunas, Pinar del Río y Matanzas ocuparían los cuatro puestos de la vanguardia.

Di en el blanco. A última hora había cierta incredulidad en Vueltabajo, pero Lazo logró solventar el tramo final sin comprometer su inclusión en el grupo que va directo a la segunda fase sin pasar por los veleidosos juegos de comodines.

De este grupo, elogiar al propio Lazo en su debut como director. Sin tres lanzadores titulares: Vladimir Baños (lesionado en una rodilla), Raidel Martínez y Liván Moinelo, estos dos contratados en Japón, y varios días con sus dos principales receptores lesionados también, cumplió con creces su encomienda. Pinar del Río sigue con vida en la justa y en el Capitán San Luis se efectuará el Juego de las Estrellas como premio a ese comportamiento de los Vegueros.

También merece elogios Víctor Mesa, que respondió a los detractores con un juego digno de los buenos tiempos de los azules. Llegó, ganó y convenció, y desde ya está en el ambiente su candidatura al campeonato que tanto ha coqueteado VM32 y que todavía no ha podido conquistar. Dicen que a la tercera va la vencida; dirigió a Villa Clara y no pasó del subcampeonato, fue “mandamás” en Matanzas y también quedó en plata, ahora con Industriales, ¿será…?

No menos reconocimientos merece el tunero Pablo Civil. Sus Leñadores han jugado con maestría; ya no son los hombres que salían solo a darle duro a la pelota, ahora tienen un arsenal táctico superior: saben batear por detrás del corredor, tocar la pelota, conectar elevados de sacrificios; tienen más paciencia en el cajón de bateo; y su defensa y sus lanzadores no se quedan detrás. Hay espíritu de victoria y Danel Castro es una inspiración. A sus 41 años está próximo a convertirse en el primer tunero con 2000 hits y 200 jonrones. Un título con esa franela sería el mejor regalo en su último año en activo, según sus propias confesiones.

¿Y qué decir de Víctor Figueroa? Durante muchos años ha sido una eminencia en la preparación física de equipos de béisbol en todas las categorías, ha estado, incluso, en la selección nacional; estuvo sentado al lado de su tocayo Mesa, pero dirigir en un torneo de élite, esta es su primera experiencia. Decían que no iba a poder sostener el paso de temporadas anteriores, pero Figueroa no creyó en malos augurios, ni en escépticos y ahí está, entre los cuatro de arriba en la tabla de posiciones.

Del cuarteto que en la Serie precedente pasó de manera directa a la segunda fase, solo repiten los Cocodrilos. De hecho, Pinar del Río, Industriales y Las Tunas se habían quedado fuera y los Leñadores fueron los que más lejos llegaron, pues se despidieron de la justa en los juegos de comodines. Sin embargo, y como dato curioso, VM32 sí repite, solo que con otra casaca.

LA RULETA DE LOS COMODINES

Vayamos entonces a los animadores del play off por los dos boletos indirectos. En esa ruleta estarán los finalistas del campeonato anterior: Granma y Ciego de Ávila. Los Tigres, que tan mal han estado después del paso del huracán Irma, sacaron la casta de tres campeonatos bajo las riendas de Roger Machado e hicieron los deberes, al menos para no quedarse fuera del certamen tan rápido; hubiese sido un escándalo.

De Granma, con la ausencia en la mayor parte del campeonato de Lázaro Blanco y sin Roel Santos en todo el tramo inicial y con Alfredo Despaigne anunciado solo para los play off finales —si el equipo llega a ellos—, era muy difícil esperar que se agenciara un cupo directo.

Carlos Martí era consciente de ello. Sobre todo, los Alazanes sintieron no contar con Blanco. Por una parte celebraban sus logros en la Liga CAN-AM y por otra lo añoraban aquí; pero los granmenses marcaron un trote acorde a sus posibilidades reales y en los juegos de comodines los doy de favoritos contra cualquier rival. Y más que ya está Lázaro en el staff.

Los Cazadores de Artemisa, con buen pitcheo, pero sin un bateo que asombrase a los adversarios, supieron fabricar las carreras necesarias para garantizar las victorias. Su mentor, Dany Valdespino, es un hombre que sabe sacarle el máximo a sus atletas, que aprende cada día, que estudia mucho este deporte, y que cuenta con un bullpen ideal para estos play off de comodines. Si su equipo llega con ventaja al sexto o séptimo inning, será muy difícil derrotarlo con el binomio Miguel Lahera y José Ángel García en funciones de relevista intermedio y cerrador, respectivamente.

¿QUIÉN COMPLETA LA MESA?

A estas alturas solo está vacío un cupo para la serie de comodines. Dos son los candidatos: Villa Clara y la Isla de la Juventud. El primero terminó su calendario con revés por la vía del nocaut ante Matanzas y cerró con balance de 23 éxitos y 22 fracasos. Al segundo le quedan cuatro juegos pendientes y debe ganarlos todos para avanzar. Con una derrota, los Piratas tendrán que atracar la nave en puerto isleño hasta la Serie 58. Queda la duda: ¿hubiera sido otra la historia de los pineros con Michel Enríquez desde el inicio de la contienda?

Los Naranjas podrán incluirse entre los ocho primeros, cosa que parece casi segura. Pero a ellos no les doy muchas opciones de avanzar en los comodines así como están jugando y sin las cualidades guerreras de sus dos referentes de identidad: los Leopardos y los Azucareros. Duele decirlo (o escribirlo), pero así es: no han sido ni lo uno ni lo otro. Y talento tenían para mucho más de lo que han hecho.

Basta por hoy. Cuando se sepan los pareos de los comodines, correremos el riesgo que tanto gusta en el deporte: los pronósticos. Luego, tenemos en planes hablar de los refuerzos y del Juego de las Estrellas; después sigue la Serie Nacional, y en Japón ya están a punto de iniciar los play off, algo diremos también de ese, el segundo lugar donde mejor béisbol se juega en el mundo.