Hay que seguir trabajando fuerte, dice Alexander Navas

Cuando el 2016 vive sus últimas fechas, el ajetreo en predios del Estadio Panamericano comienza a recobrar su vitalidad cotidiana. Atrás queda el año olímpico y los resultados de todo un ciclo que concluyó en la maravillosa ciudad de Río de Janeiro. Queda detrás lo hecho, y todo lo que no pudo ser. Y es que, con las lecciones de la contienda a cuestas, toca mirar al frente y centrar los esfuerzos en lo que hay por delante; un nuevo cuatrienio que conduce a Japón.

Sobre esos pasos anda Alexander Navas Paez, preparador de la campeona mundial de Beijing 2015 Yarisley Silva Rodríguez y de toda la preselección cubana de salto con pértiga femenino. Un colectivo que también cuenta con nuevas incorporaciones luego del arranque del curso escolar 2016-2017.

-Su valoración de la temporada 2016

-Fue un año difícil. Tuvimos un camino escabroso desde el mismo comienzo. Las dificultades llegaron una tras otra.

“En diciembre Yarisley enfermó de dengue y estuvo fuera algunas semanas. Luego, cuando retomamos el trabajo y salimos de gira, ocurrió el accidente de Sergio Mestre y la decisión de regresar a Cuba. En este punto, habíamos perdido mucho tiempo de la preparación y decidimos no competir en invierno, es decir no ir al mundial bajo techo”.

“La preparación se centró en los Juegos Olímpicos, pero nunca pudimos concretar nuestros objetivos completamente de manera tal que la forma con que llegamos a la competencia no era óptima. Era lógico que su forma deportiva se afectara, porque un problema de esta índole siempre tiene su repercusión. No obstante, ella hizo todo el esfuerzo, nosotros mantuvimos el propósito que era la medalla de oro, pero bueno, realmente, no se pudo.

“Tengo que recalcar que Yarisley, hizo mucho esfuerzo. Considero que el solo hecho de que llegara a los Juegos y fuera finalista ya es un resultado importante para la temporada. Había que estar cerca, seguirla, para saber todo lo que ella pasó y la voluntad que puso para salir adelante ante una situación tan delicada que aún hoy, continúa”.

-¿Qué hay por delante?

-Nosotros debemos empezar el trabajo a inicios del año. Decidimos extender sus vacaciones para que pudiera descansar, no solo por lo compleja que fue su temporada sino porque ya acumulaba muchos años seguidos de trabajo sin tener un tiempo prolongado de descanso. Esta pausa le vale para relajarse, pensar y organizarse de cara al próximo compromiso que es el campeonato mundial.

“Vamos a comenzar el trabajo con tranquilidad. Ya ella es medallista olímpica y mundial y lo que tenemos por delante es defender el título en Londres”.

Competirán poco -ratifica Navas- al tiempo que adelanta que empezarán aquí en Cuba, en la Copa Cuba o el Memorial Barrientos y para el mes de junio es que tienen previsto asumir algún que otro compromiso internacional en el circuito europeo.

“En la preselección cubana, además de Yarisley Silva se preparan desde el año 2013 las juveniles Lisa María Salomón, Aslín Quiala y Alicia Laporte Chacón. El colectivo se ha incrementado este curso con la entrada de otras dos niñas para conformar un equipo de seis practicantes del salto con pértiga al más alto nivel en la isla”.

“Son dos muchachitas bien jóvenes. Una de ellas levanta muchas expectativas. Se trata de Rosaidy Robles que llega con una marca personal de 3.40m. Este es un resultado muy superior a los parámetros con que habían sido promovidas el resto de las niñas, incluida Yarisley”.

-¿Cuáles serían las metas para estas jóvenes?

-Para Robles el Campeonato Mundial para menores de 17 años y para el resto el campeonato panamericano juvenil (sub 20).

-Tiempo para Lázaro Borges, ¿aún se mantiene bajo su égida?

-Sí, se está recuperando. Pensamos que se incorpore en enero para ir, poco a poco, encontrar su forma. La idea que tenemos es que se concentre en el campeonato centroamericano.

-Para cerrar, ¿cómo valora el estado actual de la especialidad a nivel mundial?

-Entre las mujeres el nivel es altísimo. Me gustaría aclarar que las muchachas que salieron medallistas en Río no son nuevas, son atletas que vienen teniendo resultados en las diferentes categorías y en sus zonas geográficas. Lo interesante es que se trata de atletas jóvenes con un desarrollo importante, año tras año han ido subiendo sus marcas y ello, por supuesto, le aporta un nivel altísimo a la especialidad. Eso es bueno, le pone picante a nuestra disciplina. Aquí tenemos que seguir luchando por mantenernos en el nivel. Seguir trabajando fuerte.

-Yarisley ya roza los 30 años y en cualquier momento podría poner una pausa en su carrera deportiva. ¿Hay relevo?

-Inmediato no. Aquí no tenemos la masividad en la práctica que hay en otras partes del planeta y detrás de ella se mantiene el vacío porque estas niñas necesitan de tres o cuatro años para alcanzar resultados que les permitan insertarse en el nivel mundial, pero lo seguimos intentando e incorporando todas las muchachas que podamos. Tenemos mucho trabajo por delante.