jueves, 25 de abril de 2024

¿De qué huyen los centroamericanos?

Trump amenaza, pero 7000 emigrantes caminan hacia EE.UU...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 27/10/2018
1 comentarios
Inmigrantes hondureños-caravana que se dirige a Estados Unidos
En una compacta multitud viajan embarazadas, niños pequeños, ancianos, mujeres y hombres jóvenes (Foto: Pedro Pardo/ AFP).

Ni las amenazas del presidente Donald Trump de no dejarlos pasar “nunca” por su frontera detienen a unos 7000 centroamericanos que huyen de sus países para llegar a Estados Unidos con la ilusión de darles un giro a sus vidas, resultantes en buena medida de la corrupción y el neoliberalismo.

Cuando salieron de San Pedro Sula en Honduras el pasado día 13 eran unos 1700 individuos, pero luego se unieron miles de guatemaltecos y de otras naciones cercanas que sufren los mismos flagelos sociales y económicos, sin que se vislumbre un cambio en las estructuras nacionales.

Cada cierto tiempo, los hondureños acostumbran emigrar en grupos pequeños para desplazarse mejor. Los viajes son organizados por los llamados coyotes o traficantes, que cobran unos 2000 dólares por persona en un negocio subterráneo.

Esta vez es diferente. Sin agua ni comida, en condiciones precarias pero unidos, los hondureños abandonaron su territorio convocados en las redes sociales por el opositor Partido Libertad y Refundación (Libre), liderado por el depuesto expresidente Manuel Zelaya. Dejaron atrás un Estado fallido gobernado por Juan Orlando Hernández, un evangélico denunciado por corrupto, violador de la Carta Magna y autor de fraude electoral. Es uno de los aliados incondicionales de Washington en Centroamérica.

En una compacta multitud viajan embarazadas, niños pequeños, ancianos, mujeres y hombres jóvenes dispuestos a sortear los difíciles obstáculos encontrados a su paso, entre ellos vallas metálicas y cordones policiales que normalmente no existen.

Al salir de Guatemala, la mayoría cruzó de forma ordenada por el puente que une las dos naciones, mientras 3000 se lanzaron en balsas rústicas a la frontera natural del río Suchiate. Ahora se dirigen de Huixtla a Escuintla, en Chiapas, rumbo al gigante norteño.

En esta huida masiva, un segundo grupo de hondureños partió el martes pasado de Guatemala para unirse a sus compatriotas en México. En El Salvador, una nota publicada en Facebook convocó a una tercera caravana el próximo domingo, según el diario mexicano El Universal.

Las amenazas de Trump este último miércoles, quien calificó antes de “cochinos” a los emigrantes mexicanos y a estos que marchan ahora de “filas de delincuentes” —incluidos los niños—, anunció que cortará o reducirá “sustancialmente” la ayuda al Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) “porque no han frenado a su gente”, en tanto puso en estado de alerta a la Guardia Fronteriza y a militares que blindarán la entrada a su país.

El controvertido mandatario también criticó a las autoridades de México, donde pidieron refugio centenares de personas, pues, se queden o no allí, recibieron la ayuda de organizaciones comunales, la iglesia católica, y familias de poblaciones fronterizas.

En sus declaraciones, Trump también aseguró que el Partido Demócrata está detrás del éxodo para buscar un pretexto que lo desacredite ante la inminente elección de medio tiempo del Congreso Nacional en noviembre próximo.

Ante el conocido desprecio de Trump por los emigrantes, aunque sus abuelos llegaron a tierras americanas desde Alemania, y él está casado con una mujer procedente de Serbia, pocos analistas se atreven a pronosticar qué ocurrirá cuando los movilizados lleguen a la frontera de su país con México. ¿Será instruida la Guardia Fronteriza a disparar contra la caravana? ¿Habrá una masacre de civiles desarmados? ¿Los dejará atravesar la frontera? Los días traerán la respuesta.

¿QUÉ HACE QUE LAS POBLACIONES HUYAN EN MASA?

El llamado Triángulo Norte de Centroamérica, con casi 30 millones de habitantes, la mayoría pobres, es además un área de alta criminalidad e inseguridad ciudadana.

La plaga de pandillas vinculadas al narcotráfico —recuérdese que el Triángulo es el paso de la droga que viaja a Estados Unidos, el mayor consumidor del planeta— mantiene en jaque a los ciudadanos de esas tres naciones.

Los llamados maras son organizaciones criminales de miles de miembros armados con equipos modernos que crean el terror en los emigrantes que utilizan el tren para desplazarse ilegalmente.

El Triángulo del Norte registró el pasado año 13 129 homicidios. El Salvador contabilizó una tasa de 60 homicidios por 100 000 habitantes, Honduras 3791 casos, con 42,8 %, y Guatemala, 5348 con 26,1 % por igual número de ciudadanos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La extrema violencia que rige en esos países contrasta con la situación de Nicaragua, Panamá y Costa Rica, que en 2017 sumaron 1446 homicidios. De ellos, 431 ocurrieron en Nicaragua, 412 en Panamá y 601 en Costa Rica, donde se observa un alza de homicidios.

Honduras, con unos 112 000 km2 de extensión, ocupado por tres bases militares estadounidenses, posee unos nueve millones de habitantes, el 68 % de ellos sobreviviendo en pobreza, resultante de una nula distribución de la renta debido a la corrupción imperante en la gobernación.

Hernández, quien asumió el cargo predicando la Biblia, es acusado por la oposición de soborno, robo de las arcas públicas, entrega de importantes recursos al empresariado extranjero e incapacidad para gobernar.

Un informe de Naciones Unidas (ONU) corroboró este año que tres millones de hondureños hacen una comida al día, y lo catalogó como una de las naciones más violentas del mundo.

El mandatario de Guatemala, Jimmy Morales, ahora concentrado en evitar ser encarcelado por corrupto, tampoco hizo mucho para frenar la caravana, ni tampoco que sus nacionales tomaran el mismo camino. La Constitución de ese país, que en esta ocasión respetó, dispone un especial trato preferencial para ciudadanos centroamericanos. Y, además, están los convenios internacionales sobre movilidad humana ratificados por Guatemala.

El éxodo, emprendido por los hondureños y seguido por sus hermanos de pobreza y temores, un calvario en el siglo XXI, refleja el fracaso del sistema neoliberal implantado por órdenes de Washington en el Triángulo Norte Centroamericano.

En Guatemala el índice de pobreza absoluta o extrema comprende cerca del 83 % de la población, según suscribió la ONU hace unos días. “El 46,5 % de las niñas y niños menores de cinco años padece desnutrición crónica, afectando su salud física y sus oportunidades de vida”, indicó el Alto Comisionado de los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein. 

El funcionario apreció en reciente visita que “una minoría concentra el poder económico y político, mientras que la otra parte sufre discriminación, impunidad, corrupción y violaciones a los derechos humanos”.

En El Salvador la pobreza crónica ha azotado por décadas a un 25 % de la población, según un informe del Banco Mundial, que reconoce el destaque de esa nación en el ámbito del asistencialismo, y el incremento significativo de la ayuda social en los últimos años.

Para Estados Unidos, estas escapadas masivas representan el fracaso de su rimbombante Plan de Alianza para la Prosperidad del Triángulo Centroamericano, ejecutado en 2014. Washington prometió millones de dólares para el desarrollo humano y con ello frenar la emigración. Si la ayuda llegó se quedó en los bolsillos de los gobernantes y empresarios corruptos. A cambio, estos brindaron concesiones y privatizaron ríos y territorios, con lo que las trasnacionales acumularon mayores riquezas.

De ahí que la emigración no se detendrá mientras existan las actuales estructuras capitalistas. Los pobres se sienten engañados y sin esperanzas. Lejos de disminuir, cada día huirán más personas hacia el prometido, solo prometido, sueño americano que los desprecia.


Compartir

Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


senelio ceballos
 27/10/18 9:18

Desde aqui veo / leo /me informo sobre ese fenomeno  socio-politico..Tres  naciones pobres involucradas....Existen pruebas   que cuando unos corruptos e incompetetentes gobernantes  RECIBEN y Reciben dinero como ayuda   mas del 90 % es robado y compartido entre clanes y familias poderosas.....MIRAD lo  que paso con Ucraina....Miles y miles de rublos  que Rusia le prestaba, ayudaba, creditaba etc...Se fueron a volina!!!

 

 

 

 

Deja tu comentario

Condición de protección de datos