jueves, 25 de abril de 2024

Argentina se entrega al Fondo Monetario Internacional

El gobierno argentino presentó un paquete de reformas ante el FMI para clasificar en su solicitud de créditos por un monto de 50 000 millones de dólares...

Jose Valentín Rodríguez Pérez en Exclusivo 06/09/2018
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Macri FMI
La economía Argentina se ha derrumbado y ese derrumbe sacude el tablero político del país a poco más de 1 año de que se celebren elecciones generales (Foto: www.france24.com)

La economía Argentina se ha derrumbado y ese derrumbe sacude el tablero político del país a poco más de un año de que se celebren elecciones generales. Una tormenta financiera acosa al país austral y en particular al presidente Macri, que se muestra en estado de desesperación, lo ha hecho acudir al Fondo Monetario Internacional en busca de auxilio con lo que intenta abrir un canal que permita reducir el déficit fiscal que agobia a la nación.

Con anterioridad ya el gabinete había subido la tasa de interés en un 60 % como una medida extrema, junto a otras también severas extraídas del arsenal neoliberal con el que planea hacer frente a la crisis. Recortes en el gasto público y una sensible reducción de tamaño del aparato administrativo del Estado son las dos iniciales de un paquete impositivo acordado de conjunto con los negociadores del FMI. La solicitud de créditos al Fondo es de 50 000 millones de USD y ya cuenta con el aval del propio presidente Trump para que la institución crediticia lo apruebe.

Un plan pregonado a bombo y platillo que sube los impuestos con la intención marcada de contener el déficit y recuperar la confianza de los mercados. Pero justo desde el mes de abril se intenta conjurar una crisis cambiaria que disparó la depreciación de la moneda y aumentó la inflación en cerca de un 30 %. De esta devaluación monetaria los más beneficiados han sido los exportadores, pues pagarán una retención extra de hasta el 10 % por cada dólar que reciban, pero en el paquete de Macri está elevarle los impuestos a todas las exportaciones, así que los arrincona sin ninguna excusa.

El propio ministro de Hacienda tuvo que dar una explicación para calmar los ánimos de los exportadores remarcando que el impuesto será transitorio. “Por cada dólar que va al exterior el exportador aportará un adicional de entre tres y cuatro pesos argentinos. Esto significará una recaudación adicional de 68 000 millones de pesos (alrededor de 1,7 millones de dólares) en 2018”.

La decisión del presidente Mauricio Macri de gravar las exportaciones podría dar una idea de la magnitud de la crisis, luego de prometer reiteradamente que no tomaría medida alguna con las retenciones. Parece que de su memoria desapareció aquel episodio que tuvo que enfrentar la presidenta Cristina Fernández cuando en 2009 los productores rechazaron una subida de impuestos y armaron barricadas que paralizaron el comercio de granos en el país.

El mayor recorte del gasto será en la inversión pública, que representa un 0,7% del PIB, pero la cifra de por sí podría no significar mucho si no tuviera un impacto importante en el bolsillo de los argentinos, pues elimina los subsidios al transporte público y a la electricidad, temas sensibles para la ciudadanía y en particular para los de menos ingresos. Según sus estimaciones, las medidas dejarán en las arcas públicas unos 9 000 millones de USD hasta el 2019.

Este paquete de recortes públicos y de restricciones no es nuevo en su estilo de gobierno. Desde que llegó a la Casa Rosa en diciembre de 2015 su gobierno de Centroderecha impulsó un drástico recorte de los gastos del Estado con la eliminación de subsidios, despidos, y congelamientos de las contrataciones en la administración pública, entre lo más significativo de sus ajustes fiscales.

El pueblo argentino le teme y repudia lo que significa el FMI; lleva grabado en su memoria las nefastas consecuencias que provoca en los bolsillos ciudadanos la solicitud de préstamos, y cuando ahora Macri habla de acudir a las recetas del Fondo se enciende una alarma en una ciudadanía que ha sufrido los embates neoliberales de la aplicación de esos pretendidos rescates financieros en el pasado reciente.

Macri llegó a la presidencia de Argentina con la promesa de campana de que no se producirían ajustes, y ahora la echa por tierra haciendo todo lo contrario. El pedido de auxilio al FMI supone el pago de un altísimo costo político, con posibles serias implicaciones para sus intenciones de reelección en 2019.

Este escenario, obliga al presidente a conciliar posiciones y pactar con su oposición y es curiosamente el peronismo con amplia ascendencia en el Congreso un actor principal, y Macri los necesita para poder sacar adelante su política de ajustes y al propio tiempo lograr el equilibrio y la paz social.

¿Cómo podrán pagar los argentinos sus deudas con el FMI? No creo que hoy haya analista político que pueda acertar en la respuesta.


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Jose Valentín Rodríguez Pérez

Periodista y analista político


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