jueves, 18 de abril de 2024

Álvaro Uribe, una mancha en el Senado colombiano

La actitud ofensiva e irrespetuosa del expresidente de Colombia será recordada durante años...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 21/09/2014
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Las salidas irrespetuosas del senador y expresidente colombiano Álvaro Uribe del Congreso Nacional, donde fue indicado por presuntos vínculos con el paramilitarismo, constituyen una acción que recibió el calificativo de una “sanguijuela huyendo por alcantarilla” de una parlamentaria. Años recordarán los colombianos la actitud de Uribe en el Senado.

La actitud ofensiva e irrespetuosa del expresidente de Colombia Álvaro Uribe será recordada durante años como una mancha en el Senado de la nación, cuando, emplazado por su presunta complicidad con el paramilitarismo mostró, una vez más, su lado oscuro, el mismo que enseñó cuando quiso atacar militarmente a la Venezuela de Hugo Chávez, lo que solo no hizo, dijo, “por falta de tiempo”.

Uribe es uno de los personajes más controvertido de la política colombiana contemporánea, señalado en foros nacionales como padre del movimiento paramilitar, autor intelectual de miles de asesinatos, vinculado con el narcotráfico y uno de los principales actores de los planes de desestabilización cometidos en Venezuela por mercenarios bajo su mando.

Sin precedentes en el Congreso Nacional, el ahora senador fue incriminado por el dirigente de Polo Democrático Iván Cepeda, quien ha seguido de cerca la carrera del llamado “El pequeño” -por su baja estatura-, pero que es considerado uno de los políticos más poderosos de la nación ahora gobernada por Juan Manuel Santos.

Lo que solicitó Cepeda a la Comisión Segunda del Senado fue la realización de un debate de control político para analizar las presuntas relaciones del exmandantario con los grupos paramilitares surgidos como supuestas agrupaciones de autodefensa ciudadana, aprobados por Uribe cuando era gobernador del departamento de Antioquia.

Esos grupos, integrados por mercenarios y miembros de los cuerpos armados, muchos retirados, mantienen hasta hoy el terror entre la ciudadanía con sus asesinatos y ataques a dirigentes políticos y de movimientos sociales. En la actualidad – y en Caracas se exhibió un video que así lo demuestra-  muchos son enviados a la fronteriza Venezuela para fomentar el caos en ese país para propiciar la caída del presidente bolivariano, Nicolás Maduro. Así lo demostró un video en el que dos colombianos capturados en fecha reciente confesaron su misión de revitalizar los ataques armados en el Estado Táchira, detrás de los cuales –confesaron- se encuentra Uribe.

Mientras las autoridades venezolanas demostraban las relaciones del ex mandatario con los paramilitares, Cepeda hacía su descargo en el estrado, pero el acusado se dio a la fuga. El expresidente salió del recinto sin pedir permiso para retirarse “como una sanguijuela por una alcantarilla”, al decir de la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde. Luego retornó a su asiento para hacer su autodefensa, en la que brindó un panorama histórico de su carrera política, dando evasivas a las pruebas, sin respuestas creíbles y, cuando concluyó, salió disparado entre sus guardaespaldas corriendo por los pasillos del Hemiciclo.   

Lo que hizo Uribe fue, al decir de otros senadores, una payasada para colocar una cortina de humo sobre su accionar político y su complicidad con los detractores del pueblo colombiano, los paramilitares y narcotraficantes, dando justificaciones, y acusando de supuestos delitos, a su vez, a importantes figuras del actual gobierno, incluido el presidente Santos, el vicepresidente Germán Vargas Lleras, y el Ministro de Justicia, Juan Fernando Cristo.

La actitud prepotente y defensiva del poderoso político, líder del partido Centro Democrático – millones de colombianos lo consideran un ídolo- dejó una estela de críticas, como la de la senadora López, quien afirmó en su intervención: “Qué vergüenza ver a un expresidente huyendo a las carreras, como sanguijuela por alcantarilla, para evadir un debate democrático en el que tuvo todas las garantías”.
Durante más de una hora, Uribe, quien ordenó la muerte, entre otros, del ex canciller de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, en territorio fronterizo con Ecuador, no pudo alejar las razonables acusaciones hechas por Cepeda, un prestigioso político defensor de los derechos humanos y de la firma de la paz con las guerrillas.

Entre los señalamientos hechos por Cepeda aparecen enumerados: “Uribe, en la Aeronáutica Civil, concedió licencia a su padre para un helicóptero que luego fue hallado en Tranquilandia”;  “Uribe era la ficha del cartel de Medellín frente a la institucionalidad"; “Uribe tuvo contacto directo con personas que estaban vinculadas al paramilitarismo", como Salvatore Mancuso, quien lo confirmó en una videoconferencia.

Desde la prisión donde se encuentra en Estados Unidos, el ex jefe paramilitar Mancuso ordenó a los comandantes de esos grupos bajo su mando que apoyaran la campaña de Uribe en el 2002 para elegirlo presidente.

Refirió, además, que presentará una denuncia contra el ahora Senador por los señalamientos que hizo, donde negó cualquier tipo de relación con el ahora prisionero.

En su alegación en el Senado, Cepeda también citó que, como legislador, entre 1986 y 1994, Uribe propuso una solución contra la extradición de los narcos;  “Uribe ha hecho negocios familiares con al menos 11 personas condenadas o acusadas de paramilitarismo”, entre otras relaciones comprobadas.

La intervención de Uribe levantó la indignación entre quienes lo escucharon. El Ministro del Interior pidió al presidente del Senado respeto para la figura del Mandatario Santos y señaló que: “Es muy triste el irrespeto a este Congreso. Uno no puede distraer a la opinión pública.  Esto que ha sucedido al final del debate para eludir las acusaciones es la misma estrategia que utilizó durante los ocho años de Gobierno”.

Horacio Serpa, del Partido Liberal Colombiano precisó que “Uribe se fue, no resultó tan gallo de pelea. Aquí debería estar porque, ¿con qué autoridad podemos criticar a las personas que se van del país por evadir a la justicia?”.

El senador Carlos F. Galán, de Cambio Radical, precisó que “El viene, se despacha contra unas personas y se va. Esa es su forma de ser frentero”.

Mientras, el también indicado como corrupto por el acusado, el presidente de la Comisión Segunda del Senado Jimmy Chamorro, prometió que “Uribe tendrá que tragarse todas sus infamias y mentiras”, con lo que dio a entender que el caso continuará.

A Mauricio Lizcano, senador del Partido de la U le pareció “lamentable el espectáculo que hizo el partido Centro Democrático, insultando y gritando infamias” para tratar de defender la postura de su líder, muy vapuleado por los parlamentarios contrarios a su línea derechista.

En medio de la polémica que levanta la jornada vivida este miércoles en el Congreso Nacional, quedó claro que la institucionalidad en Colombia es débil, y que existe una polarización política que no contribuye a fortalecerlas. Colombia, opinan expertos, siempre ha dado la imagen de jugar al avestruz, escondiendo la cabeza y sin hacerle frente, tal como ocurrió con Uribe, a las críticas emanadas de los grupos políticos y los movimientos sociales.

La corrupción, el narcotráfico, el sistema de influencias y el paramilitarismo, son males que agobian a la sociedad colombiana –unido a un conflicto social y una confrontación militar entre los diferentes gobiernos y las guerrillas durante cinco décadas- . A ello se une la actitud de presidentes como Uribe que permitieron a Estados Unidos el ya desenmascarado plan Colombia para destruir las guerrillas, y la instalación de siete bases militares en el territorio nacional.

Es relevante también la debilidad de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, órgano al que compete investigar y juzgar a aforados como el expresidente de la Republica, ya que permitió la considerada indigna actitud de quien manejó los destinos del país durante dos mandatos.

Como colofón de este pretendido debate, tanto la acusación de Iván Cepeda, como las intervenciones de Uribe y de otros senadores serán enviadas a los Tribunales de Justicia para que el caso de “El Pequeño” sea investigado y enjuiciado, si así se determinara. En realidad serán dos las pesquisas, pues aún el acusado debe responder a las determinaciones que tome el Congreso.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


senelio ceballos
 21/9/14 14:17

..Hola  Lidice!!..Cuantos problemas tenemos en la islita amada..PARA YO ESTAR PREOCUPADO..POR LO QUE DIJO ..ESE SENNOR DON uribe EN EL SENADO DE COLOMBIA...

 

 

....CUAL ...es la deuda externa nuestra?, como hacer para pagarla?...POR QUE..muchas empresas cubanas tienen retrasos con los pagos...[ ejemplo la empresa de mi CUNAGUA NATAL]..Me gustaria esos temas mas...que mirar lo que dicen en la casa del vecino....jajaj

 

El guajiro leyendo-navegando , criticando y tambien felicitando!!

 

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