Vivan Cuba y China (+Fotos)

Aun cuando ni Juan Padrón – ni Elpidio Valdés- estuvieron ayer en el Teatro Nacional, los presentes recordaron aquella escena de uno de los muñequitos más gustados por adultos, adolescentes y niños cubanos.

Se trata de aquella que representa a un grupo chino enviado a colaborar con los mambises. Estos se enfrentan a la barrera idiomática, solo el ¡Viva Cuba! y el hondear de una bandera cubana de uno de los combatientes chinos declaran la explícita simpatía entre ambos pueblos.

La gala de amistad Cuba-China, celebrada ayer en la Sala Avellaneda, constató que, hoy día, las relaciones entre ambas naciones continúan siendo fuertes. Así, esta función especial del Ballet Nacional de Cuba y la Orquesta Sinfónica Nacional unidos a figuras del Ballet Nacional de China demostró que también en el baile ambas naciones pueden conjugar su talento.

Al acto asistieron el Presidente de los Consejo de Estado y de Ministros de Cuba Raúl Castro Ruz y el Presidente de la República Popular China Xi Jinping. Además, participaron la Directora del Ballet Nacional de Cuba Alicia Alonso, su homóloga Feng Ying y representantes de la delegación china que visita Cuba.

En las últimas décadas las relaciones entre ambos países se han consolidado, no solo en el área económica sino también en la política y la cultura. China es nuestro segundo socio comercial y los últimos tres presidentes de esta nación han visitado la Isla.

Por otro lado, aun cuando ambos estados se ubican en los extremos del mapa del mundo; nuestras culturas, diferentes entre sí, han encontrado espacios para el diálogo y el entendimiento. Asimismo, en las últimas décadas, han aumentado los programas y eventos dedicados al intercambio artístico entre ambos países.

En este sentido, la actuación de los bailarines chinos en la gala de amistad constató la riqueza artística de una cultura alejada de los cánones de Occidente. Igualmente, estos artistas demostraron su capacidad en la interpretación de ballets clásicos como Don Quijote y Giselle.

En estas obras las primeras figuras del Ballet Nacional de China se unieron a los danzantes cubanos como muestra de la capacidad de integración de ambas compañías. Además, se presentaron obras tradicionales de los repertorios de ambas instituciones: Esmeralda, por la parte china y El corsario, por la cubana.

Igualmente, la pieza Danzantes, coreografiada por Alicia Alonso, fue ofrecida como homenaje a  la ancestral cultura china. Esta recrea artísticamente el trabajo cotidiano de seis jóvenes bailarines; para ello utiliza dos melodías de dos compositores chinos: Ren Guang y Huang Yijung.

El espectáculo, además, incorporó el ballet Sacrificio, una alegoría a la búsqueda humana por alcanzar un ideal. Los bailarines Qiu Yunting y Zhang Yao danzaron para representarnos las decisiones del amor y el desamparo que produce una despedida. La sensibilidad de las poses y la armonía de los pasos nos dejaron esperando más.

Y es que el Ballet Nacional de China ha logrado fusionar lo clásico y lo moderno, ha conjugado su estilo con las técnicas de escuelas de otras naciones. También, la compañía ha sido galardonada en numerosas ocasiones y su repertorio cuenta con cerca de 200 balllets, por lo que constituye un embajador cultural tanto en su país como en el mundo.

De esta manera, la unión en la danza representó los vínculos existentes entre Cuba y China, los lazos entre dos culturas alejadas geográficamente, el afecto entre dos naciones que han decidido colaborar en la construcción del futuro.