Tres estrellas de la música se unen

El maestro Chucho Valdés, padre del movimiento jazzístico cubano, abrió la jornada inaugural del 32 Festival Internacional Jazz Plaza, evento que cada mes de diciembre reúne en la isla a las mejores estrellas de todo el orbe cultivadoras de ese género musical.

Como un verdadero concierto memorable puede catalogarse el que ofreciera en el capitalino Teatro Mella en compañía del bajista Christian McBride y el trompetista Terence Blanchard, ambos norteamericanos. Juntos por vez primera en un escenario protagonizaron una jam sesión inolvidable. “Estos son mis héroes. Los músicos que siempre he admirado”, confesó emocionado Chucho.

Por su parte, Omara Portuondo interpretó, acompañada por Valdés al piano, temas clásicos del pentagrama musical cubano como Novia mía, de José Antonio Méndez; Contigo en la distancia, de César Portillo de la Luz y Dos gardenias, de Isolina Carrillo

Ganador de varios premios Grammy, el pianista cubano acaba de recibir ahora otra nominación en la categoría de mejor álbum de Latin Jazz por el disco Tribute to Irakere: Live In Marciac, que incluye clásicos como Juana 1600 de la orquesta que fundara hace cuatro décadas atrás y otros de la Afro-Cuban Jazz Messengers, –banda que actualmente lidera– como Yansá y Lorena’s tango.

“Todas las etapas de Irakere han sido fantásticas. El disco abarca una selección de épocas diferentes. En Irakere se desarrollaron grandes figuras que después se convirtieron en estrellas como Paquito D'rivera, Jorge Varano, Arturo Sandoval, Carlos Averhoff, Germán Velazco, Carlos Emilio Morales, Carlos Del Puerto, Enrique Plá y Oscar Valdés.

“Hoy continúan su legado los jóvenes músicos Gastón Joya y Rodney Barreto. El último experimento que hice fue tomar toda la música de Irakere y grabarla con ellos, y fue increíble”, expresó Chucho Valdés.

Terence Blanchard quien es además un gran compositor de música para el cine –se destaca por la banda sonora de la película Malcon X –dijo que para él era un gran honor haber venido desde New Orleans, la cuna del jazz. “Pude percibir las inmensas conexiones que unen a las dos ciudades. Escuchar a los jóvenes músicos cubanos en las escuelas de arte me ha inspirado de una manera especial. Este viaje, más que para tocar, es para aprender. Estoy muy contento de estar en casa”.

McBride sorprendió a Chucho con la revelación de que su padre tocaba el bajo con el percusionista y director de orquesta Ramón "Mongo" Santamaría Rodríguez (1922-2003): “Crecí escuchando los ritmos cubanos también. Por eso tiene un sentido tan especial para mí estar aquí. La tradición es muy importante en la música y no creo que en el mundo entero haya una tradición tan fuerte como la del maestro Chucho Valdés”.

En tanto el autor de la banda sonora del largometraje cubano Esteban destacó que: “El jazz es un proceso de creatividad esplendida. Estamos unidos por África. Todos hacemos afrocuban jazz. La raíz es la misma. Para mi Jazz Plaza ha sido una escuela donde he podido compartir con músicos de todo el mundo. Es una gran fuente de retroalimentación. Ojalá que siempre se mantenga así. Esto es música, es arte y arte es un idioma universal”.

 Blanchard, quien actualmente ejerce la docencia en el Thelonious Monk Institute, afirmó que el jazz es la música del mundo “una música de raíz popular que nació del sufrimiento y el dolor de los afronorteamericanos. Estar aquí en Cuba es muy importante porque siento que recupero algo que había perdido. Estoy aquí para ver la verdad de Cuba y no escuchar más las mentiras que se dicen sobre este país”.