jueves, 25 de abril de 2024

“¡Si te dijera la verdad, me siento muy orgulloso!” (+Fotos) (+Video)

Al decir de Ethiel Faílde, representar a Cuba, a los jóvenes artistas cubanos, es tarea dura...

Yuliet Teresa Villares Parejo en Exclusivo 14/05/2018
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Ethiel Failde-Festival Center Kennedy
Presentación de la Orquesta Miguel Faílde en el Festival Center Kennedy. (Foto: Tomada de Facebook del artista).

La responsabilidad de ser el tataranieto de Miguel Faílde le ha sobrevenido con toda la responsabilidad y dignidad de un auténtico Faílde. Y la carrera no ha sido menos. Representar a Cuba, a los jóvenes artistas cubanos, es tarea dura, comenta el joven Ethiel Faílde.

“El Escenario Millennium del estadounidense Centro John F. Kennedy, previo a las presentaciones, me mantuvo tenso. Aunque disfruto mucho lo que hago, y arrastro a todo la orquesta a que de igual manera sientan la música; presentarse delante de un público que espera ver lo auténtico de Cuba, siempre será un reto.

No bastaron los aplausos y los vítores, en esta fecha, en que mayo me bautiza con los amigos, y con el privilegio de poder participar en el Festival Center Kennedy. Tal vez, porque el danzón es una especie de misterio. Al no pasar de moda, es capaz de mover a niños y jóvenes, y zarandear a los de más experiencia, aún en otro país, la música cubana goza de una espectacular audiencia.

— ¿Cómo sentiste el ambiente durante la presentación Millennium Stage?

— Me parece genial que hayas utilizado ese término. El ambiente uno lo compone, cada cual es capaz de dar al público de lo que tiene adentro, y eso fue precisamente lo que sucedió con el “ambiente”. Fue cargado de una cubanía extrema, de un regocijo y júbilo que solo los que estuvieron allí, y otros que nos vieron en vivo por las redes sociales, podrán explicar lo que digo. En la presentación tocamos temas clásicos del repertorio cubano, de lo más danzonero. Casi durante una hora y más estuvimos compartiendo con el público, que bailó como nunca antes. Si yo fuera crítico, y valorara la aceptación del público, dijera que fue maravilloso.

En este festival hay artistas cubanos, joyas cubanas, y agrupaciones que tienen un gran prestigio. ¿Cómo ha sido el reto de ser joven y director de la Orquesta Miguel Faílde?

— Si te dijera la verdad, me siento muy orgulloso, en primer lugar de representar a los jóvenes cubanos. He podido compartir con la grandiosa Omara Portuondo, Aymeé Nuviola, otros como Fabelo, y muchos más. Son 400 artistas de nuestro país, los que participamos y, sin duda alguna, este festival ha hecho historia.

De los temas concebidos para la presentación, ¿cuáles conmovieron más al público?

— Bueno, yo que soy un danzonero, diría que todos fueron bien ejecutados, con una interpretación exquisita por parte de todos los músicos que me acompañan. Pero los temas más acogidos, Almendra, con la que empezamos. Una versión de la canción estadounidense As Time Goes By, otras como, Dile a Catalina y Esas no son cubanas, también tocamos Bonito y sabroso de “El bárbaro del ritmo”. José Andrés, tengo que hablarte de ese muchacho, que es débil visual, y que lo conocí en una visita que se hizo a la escuela Without Walls. Esto me demuestra que la música es universal, y que nada importa, la música es para el alma.

— ¿Qué nuevas experiencias aprendidas llevas a Cuba?

— Todavía el festival no acaba y llevo anotadas muchas cosas, hay una fuerte interacción entre los músicos cubanos y aunque siempre, de alguna manera u otra, en la Isla nuestra existen espacios para la interacción; creo que tenemos que seguir trabajando en ello. Sobre todo en el rescate de la tradición. Sí, porque la tradición siempre será base fundamental para el desarrollo cultural de cualquier país o región. Vamos a llevar nuestro repertorio activo: el danzón, el mambo, el chachachá, fue lo que dije en otra entrevista hecha antes de venir por Giusette León García para el portal CubaSí, y puedo decir que lo hemos hecho con mucha dignidad.

— Representas a una nueva generación del danzón, podemos decir que son nuevos tiempos para el danzón. ¿Crees que sea así?

— Desde que tengo seis años bailo Son, y todo lo cubano posible. En mi sangre corre mucha tradición, y no solo por la familia, sino por el hecho de ser cubano. Desde que tengo conciencia estética, digamos, gusto por la música; intenté ser coherente con esto. Ya sea, desde la participación en los eventos que se hacían en Matanzas de Danzón, así como mi inserción en el sistema de enseñanza artística, he sido muy serio con la música. Podría hacerte muchas historias de mi infancia, y de la vocación que siempre he tenido. Lo importante en este asunto es Cuba, y dar lo mejor de nuestra cultura es el llamado. Más cuando son tiempos difíciles, entre la comercialización de productos banales hasta la escasa difusión de la música tradicional en los medios. Y no digo que no se haga, lo que hay que potenciarlo mucho más. Lo he dicho en diferentes públicos, ante gente que son decisoras; y un día decidí crear mi propia solución. Debo decir, que aunque ganamos con el tema Almendra en los Lucas, y la gente nos reconoce, todavía queda mucho camino que recorrer en cuanto a la promoción del género.

— ¿Es de ahí donde surge el Festival de Danzón Miguel Failde in Memoriam?

— Sí, fue una iniciativa por rescatar los valores del danzón, y además como un homenaje al compositor Miguel Faílde (mi tatarabuelo) quien en 1879, hace ahora 139 años, estrenó en Matanzas la obra “Las alturas de Simpson”. El danzón funciona. Simplemente hay que traerlo a la actualidad con nuevos códigos de imagen, de vestuario, de sonido y de baile, y de eso me he encargado con esta orquesta, la cual dirijo. Tengo un compromiso con mi generación, y es el de ensañarle cuánto hay por hacer, desde el conocimiento de la historia, y también desde el acompañamiento de las distintas instituciones.

— ¿Qué te queda por hacer (como músico y en el festival)?

— En la vida, seguir haciendo música, llenar de buena música las calles de Cuba, que sea algo muy normal, salir a fiestas populares y escuchar un buen Son o Danzón, cualquiera que sea la expresión de lo verdaderamente auténtico. Además de seguir representando a mi país desde cualquier latitud. Por eso seguiré luchando desde mi pedacito, desde aquello que me corresponde. En el festival, seguir disfrutando de tan buena propuesta, de cada una de las presentaciones, y seguir aprendiendo de todos, incluso de las dinámicas del público.

El joven productor y músico, agradece la conversación con Cubahora y, aunque lejos, ha dedicado un espacio para que los jóvenes conozcan de la Orquesta Miguel Faílde en la plaza multitudinaria que representa el Kennedy Center. Desea que los días que restan hasta el tres de junio sean tan intensos como los acontecidos. Destaca la repercusión que ha tenido dicha festividad para las relaciones bilaterales, hecho sin precedentes, y con pronósticos saludables. Los jóvenes músicos no se cansan en su faena de hacer buena música, y muestra de ello serán las largas jornadas de jolgorio en el festival de las Artes en Cuba que es noticia.


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Yuliet Teresa Villares Parejo

Licenciada en Estudios Socioculturales. Escritora avileña y correctora de prensa.


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