lunes, 29 de abril de 2024

Roberto Fonseca: Yo defiendo la música cubana

Su más reciente disco ABUC es prueba de su cubanía y de un intenso trabajo que ya ha sido reconocido internacionalmente…

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 11/01/2017
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Roberto Fonseca Cubadebate Alejandro Ramírez
A la música hay que tratarla de una manera muy especial

Estuve en el concierto de clausura del Festival Internacional de Jazz, celebrado en diciembre pasado en La Habana, y ahí estuvo el pianista, compositor, arreglista y productor musical Roberto Fonseca y sus músicos, presentando temas de su disco más reciente ABUC y algunos del fonograma At Home, con Fatoumata Diawara, quien asistió al evento de manera especial.

Allí estaba él, con su atuendo habitual, con su talento al piano y con ganas de espabilar al público con su Afromambo. Demostró una vez más ser virtuoso, ser auténtico, ser cubano…; y los aplausos reflejaron el agradecimiento de quienes sabemos distinguir la buena música.

Días antes nos habíamos tropezado en la calle. ¿Me llevas hasta Guanabacoa?, le pregunté y me dijo que sí, entre risas, porque supongo que en esa patineta eléctrica en la que andaba no llegaríamos muy lejos los dos.

—Mira que has logrado cosas… ¿Que te pedirías a ti mismo a estas alturas?

—Dedicarle más tiempo a la música.

—¿Más?

—Cuando uno tiene ciertas responsabilidades no le dedicas tanto tiempo. Hay conciertos que han salido bien porque ya uno tiene un oficio pero reconozco que si hubiese dedicado más tiempo hubiera salido mejor.

“A la música hay que tratarla de una manera muy especial. Que seas popular, que tengas dominio del instrumento, no significa que ya te las sabes todas. Ahí es cuando todo se pone difícil. No es que haya competencia como tal en la música, pero hay mucha gente trabajando y todo se parece mucho. Es un riesgo que se corre. Hay que escuchar varios estilos, producir sonidos para saber si estás haciendo algo nuevo o si alguien ya lo hizo. Necesitas mucho tiempo para eso, para estudiar, para investigar”..

—El 2016 fue un año bueno, con mucho trabajo y eso es una bendición.

—Sí. Estuvimos en varios festivales importantes en diferentes partes del mundo. Me alegro de todo lo que vivimos. Además, estuvo ABUC. Ese disco nos llevó mucho trabajo, dos años para grabarlo. Antes yo hacía los discos en una semana. Pero después de YO quisimos hacer un fonograma diferente, regresando a las raíces de nuestra música. Un disco que fuera también didáctico. Hicimos un estudio profundo en torno a algunos estilos para tener un panorama de la música cubana lo más completo posible.

“Tuvimos varios invitados: Calunga, mi madre, Eliades Ochoa, un trompetista de New Orleans, la Aragón, Daymé Arocena… Fue un trabajo muy cuidadoso. Los músicos me preguntaban si yo sabía lo que hacía, porque yo tenía las ideas en mi cabeza pero era difícil tenerlas preparadas en el momento de la grabación. Es que queríamos hacer un tratamiento diferente del sonido, sobre todo en Afromambo para que se acercara a los 40, a los 50. Hay muchas cosas, como las frecuencias de sonido de los discos de acetato que no están presentes. Quisimos llevar el tema a ese estilo, a esa baja frecuencia. Ver el resultado después. Ver que la gente lo percibe bien.

”Ya hicimos una gira por Europa,  en Kenya y en Nairobi para presentar el disco y nos gustó mucho. Estamos muy contentos. Está entre los 10 mejores de los Billboard Latinos. Ha tenido muy buena aceptación en la crítica y el público, y es el reconocimiento a nuestro empeño, pues no solo fue grabar y componer sino que llevó un trabajo de postproducción muy difícil”.

Afromambo ya tiene un videoclip…

—¿Sabías que es el primero de mi vida? Hay muchos audiovisuales que marcan época y no me gusta que esto suceda. Cuando pasa un año o dos, el videoclip pasa, y lo que me parece interesante ahora es que Joseph Ros logró que el clip no reflejara una época determinada. A no ser que ahora La Habana se llene de rascacielos…, entonces la cosa cambia.

“Presentamos el tema en el Teatro Mella con el cantante Abraham Aristilde. Tiene buena energía y swing. Lo conocimos en la calle Obispo y descubrimos su talento. Le costó un poco de trabajo estar con nosotros porque es su primera experiencia así, ante el público, en un teatro. Y ya viste, levantó al público de los asientos.

”En ese concierto clausura del festival presentamos parte del disco que hicimos con Fatoumata Diawara, At Home. Siempre quise traer ese repertorio a Cuba, sobre todo Bibisa, el tema del que partió todo. Ella es una excelente cantante y es muy intensa. Canta géneros muy tradicionales y eso es lo más emocionante porque te acerca a lo más autóctono de la música africana”.

—¿Y ahora?

—Nos tomaremos unas vacaciones, aunque no son reales porque sigo componiendo. Luego retomaremos las giras a partir de marzo. Quiero tomarme en serio el descanso, es decir, es el tiempo que tomaré para componer nuevas canciones.

“Hacer música no es hacer chorizos, no es cortar y seguir. Hay que tomarse el tiempo necesario. Yo defiendo la cultura cubana. No solo quiero que en mis conciertos vean al pianista o a los demás músicos. Quiero que sientan que defendemos la música de nuestro país y desterrar clichés en torno a ella”.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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