¿Qué hay en la vuelta de "La otra esquina"? (+Spot)

No es tarea fácil la que tiene, a priori, la próxima novela de factura nacional La otra esquina que, después de una larga temporada sin propuestas cubanas de este tipo, protagonizará a partir de este lunes la parrilla nocturna del canal Cubavisión.

Luego de sus predecesoras Playa Leonora y Santa María del Porvenir, e incluso más atrás en el tiempo, la nueva propuesta ya se emite con el escepticismo de un público que ha visto deteriorarse con los años la producción telenovelera en Cuba.

Emerger con el temor de cometer errores pretéritos es el peor destino que se le puede asociar a una producción de esta índole, y ante un mal que parece hereditario en la creación de novelas en Cuba, la actual opción tendrá todos los ojos encima en cuanto al guión, la validez de las historias, el desempeño actoral, la edición, entre otros aspectos formales y estéticos.

Pero de la precaria situación también pudiera sacar ventaja la actual entrega dramatizada: cuando poco se espera, cualquier mejoría, por mínima, sorprende.

Entonces llega esta propuesta dirigida por Ernesto Fiallo y con guión de Yamila Suárez, quien ya ha declarado a la prensa que el hilo conductor versa alrededor de un personaje central que arriba a un barrio en el cual coexisten cinco familias; estas, en varios aspectos, se integrarán a su vida.

“Problemas cotidianos, historias ubicadas dentro del contexto social contemporáneo, el amor, la soledad, la comunicación entre padres e hijos: el aquí y ahora”, de esta forma resume Suárez la esencia de la opción televisiva que desde ya se vanagloria de un elenco actoral de reconocido calibre.

Como protagonista figura la camaleónica Blanca Rosa Blanco, quien se hará acompañar de otras figuras igualmente valiosas como Héctor Hechemendía, Raúl Pomares, Paula Alí, Alexis Díaz de Villegas, Amarilys Núñez y Julio César Ramírez; en tanto, marca el regreso a la pantalla chica, tras un largo período de ausencia, de Diana Rosa Suárez.

En 80 capítulos de 27 minutos cada uno, La otra esquina apuesta por los temas usuales de la cotidianidad cubana, con los habituales ingredientes del género: pasiones, intrigas y conflictos.

Ante sí arrastra, sin embargo, un declive del dramatizado seriado en Cuba, un fenómeno aparentemente inexplicable, que todos reconocen, que se debate en congresos de la UNEAC y del ICRT, que incluso ha contado con diversas fórmulas y santos griales; pero no acaba de encontrar una solución definitiva y sistemática.

Por lo pronto, en cuanto a La otra esquina, aún es temprano para valoraciones. Por ahora tiene el beneficio de la duda.