FULL: pasión por la lectura

La frase martiana "leer es crecer", sintetiza el valor y la utilidad que le concede el más universal de los cubanos a los libros y la lectura. Ya no solo son las ferias por todo el país, ni las acciones veraniegas cada año las que promueven ese hábito por leer, sino también el Festival Universitario del Libro y la Lectura (FULL), un proyecto que desde 2008 llegó para quedarse.

Esa pasión por la lectura invadió la semana última cada centro de la Educación Superior y hasta este domingo el capitalino Pabellón Cuba. El FULL, en su sentido más amplio, es fiesta, feria, celebración, jolgorio, universidad… que juntos promueven el pensamiento, la cultura y las artes no solo entre los universitarios, sino también en la comunidad.

Otra vez el libro salió al encuentro de los jóvenes y encontró a miles de seguidores, quienes disfrutaron del placer inobjetable que nos proporciona el intercambio con la buena literatura. Dedicado este año al líder bolivariano Hugo Chávez y al escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, el Festival inspiró decenas de espacios culturales en bien de todos.

Presentaciones y ventas de libros y revistas, exposiciones, lecturas digitales, conciertos, así como la vinculación de la literatura con otras manifestaciones artísticas y la profundización en nuestra historia fueron aspectos que no se descuidaron en un programa de lujo que incluyó invitados como Miguel Barnet, Katiuska Blanco, Natalia Bolívar y Orlando Oramas.

Mucho aportaron a los jóvenes libros como Cuentos del arañero, compilación de anécdotas de Hugo Chávez contadas por él; Empecinadamente vivos, novela histórica que recrea la proeza del 13 de marzo de 1957; y La gran estrategia Estados Unidos vs. América Latina.

Originales y atractivos espacios como Mirando un libro (presentación de un filme basado en una obra literaria y previamente presentado por un especialista), el Pepito’s Club (combinación de jazz, trova y poesía) y la Esquina Caliente (donde se intercambió con glorias deportivas y otras personalidades de ese universo) nos demostraron que en el mundo contemporáneo la literatura es mucho más que el libro, y que todas las manifestaciones están enlazadas en ella.

Como una magnífica opción para proponer lo mejor del arte que se produce en nuestro país, además de una fiesta cultural desde las artes y las letras entre las universidades y la comunidad calificó esta edición Lisandra Esquivel, miembro del Secretariado Nacional de la FEU, quien se refirió a la iniciativa como necesaria para la formación de los futuros profesionales.

Más de 20 editoriales cubanas exhibieron sus propuestas en esta ocasión del FULL, un proyecto que también ha generado espacios para potenciar la cultura en momentos de especial importancia para la sociedad cubana. Ese intercambio con lo mejor de nuestra intelectualidad y de nuestros escritores tuvo un tremendo valor y fue, a mi juicio, la fuerza principal del Festival.

La música también estuvo presente. Junto al talento del movimiento de artistas aficionados de cada Universidad, David Blanco y su grupo y Qva Libre invadieron el Pabellón e hicieron reflexionar sobre cuánto puede contribuir la música a analizar, leer, tener una visión crítica de la realidad.

Cuentan los organizadores del Festival Universitario, que ha esta gran fiesta los centros se suman también con juegos interfacultades, encuentros culinarios y exhibición de performances, premiación de concursos, intercambios con estudiantes extranjeros, campañas de reforestación, promociones de salud y espacios de acceso a publicaciones electrónicas importantes para diversas carreras.

Por ello, cada año el FULL invita a la comunidad universitaria a llevar bajo el brazo un buen libro, para luego, quizás cobijada por la sombra más perfecta de toda la escuela, vivir el momento único de la lectura. Ese variado programa cultural donde música, cine y literatura se combinan, mantiene despierta la pupila universitaria mucho después del Festival.

No olvidemos nunca que la lectura ha ocupado siempre un lugar preponderante dentro de la cultura cubana y que hoy nuestro país está por encima de muchas naciones en la producción editorial y hemos logrado que el libro se convierta en un objeto necesario. Vale recordar entonces, esos primeros años de la Revolución cuando el propio Fidel señaló: "Al pueblo no le decimos cree, le decimos lee".