martes, 16 de abril de 2024

Me siento cómodo en los proyectos largos

Amilkar Salati es uno de los jóvenes guionistas de la televisión cubana que también ha incursionado en el cine...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 26/05/2016
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Ahora es difícil imaginarlo sosteniendo un micrófono para captar los sonidos de las escenas de una telenovela, un teleplay, un telecuento….Casi siempre está frente a su computadora, tejiendo los hilos de uno de esos productos audiovisuales que luego tenemos en la pantalla, y exigiéndose a sí mismo no repetirse, proponer historias interesantes, seducir con los personajes.

Amilkar Salati es hoy un hombre que no deja de escribir, de imaginarse realidades más allá de la que tiene cerca y que anhela, además, concretar ideas que permanecen aún en las gavetas.

“En el 2004 empecé a trabajar como microfonista en la televisión y era obligatorio para realizar bien mi trabajo que me leyera los guiones. Entonces creí que yo podía hacerlo. Mis primeras incursiones en la literatura fueron aquellos poemas que en la adolescencia les escribí a algunas novias y ciertamente quise darle seriedad a mi intuición.

“Lo primero que escribí fue un largometraje que presenté en el concurso Cine Plaza, un certamen que no existe ya, y que todavía no se ha producido por falta de presupuesto.  Es una tragicomedia muy influida por Tarantino, que me apasionaba en aquella época…Después empecé a escribir adaptaciones de cuentos, que es lo más sencillo para empezar y agradezco mucho la ayuda de Niki, la asesora que me guió tanto en esa época”.

-¿Cuál fue el primer proyecto “grande” que asumiste?

-Lo primero grande que hice fue Patrulla 444 pero no fue desde cero. Me llamaron para que redujera la cantidad de capítulos, para que readaptara lo que ya estaba escrito. Luego vino la serie juvenil SOS Academia y la telenovela que ahora tenemos en Cubavisión, Latidos compartidos, que empezó a escribirse hace mucho tiempo.

-En esa telenovela fueron tres los guionistas que comenzaron a escribirla, y al final solo quedaste tú. ¿Te resulta cómodo escribir a cuatro o a seis manos?

-Te soy sincero. Sí fue relativamente fácil. Nos conocíamos de otros trabajos y estéticamente teníamos puntos en común. El gran reto era que no se notaran las diferencias porque hacíamos escaletas juntos, pero cada cual escribía capítulos por separado, y no podía desarticularse la novela. Fue una experiencia muy bonita y nos divertimos mucho.

“En verdad me siento más cómodo en los proyectos largos. Los unitarios, los telecuentos, las películas, los capítulos de los policíacos, los teleplays. Esos proyectos sí me gusta asumirlos solo, pero me resulta mejor acompañarme en el guion de alguien más cuando se trata de una novela. Ahora mismo escribo una de 70 capítulos y estoy  muy cansado. Quiero terminarla ya porque cuando  te agobias mucho corres el riesgo de repetirte, de tener baches creativos…

-Pero si tú la escribes, tú decides cuándo terminarla…

-Sí, pero no creas… A veces te dejas llevar. No es tan fácil.

-Puede que en la creación del guion para una novela te sea más fácil nutrirte de la realidad. Sin embargo, en los policíacos el método de trabajo debe ser otro…

-Prima la investigación previa en esos casos. En la telenovela es fácil, tomas de la realidad que vives todos los días todo lo que quieras. Pero en UNO y en Patrulla 444 debes partir de casos reales. Realmente yo trato de no amarrarme mucho a la historia real, por eso tomo la esencia del caso y propongo ficcionar bastante.  En estos casos debes trabajar muy ligado a los asesores porque hay cuestiones técnicas que debes respetar…

-Cuando escribes un guion, ¿te imaginas el actor o la actriz que asumirá determinado personaje?

-Trato de no imaginar actores ni actrices. Muy pocas veces me ha sucedido porque no quiero desencantarme después si me hago una idea que luego el director o la directora no comparta. Prefiero no hacerlo.

-¿Conociste en tu vida a algún Esteban? Eres el guionista de la ópera prima recientemente presentada, de Cosculluela…

-No. Mi papá me contó de un niño que estudiaba piano y que mientras estuvo ingresado en el hospital se inventó un teclado de papel para seguir practicando. Esa anécdota me despertó ideas y cuando un niño tocó a la puerta de mi casa a vender pomitos de crema, champú, gel y otras cosas, eso me impactó mucho. Uní esas dos historias en mi cabeza y recreé la historia de Esteban, que bien pudiera ser la de cualquier niño por ahí.

-¿Escribes nuevos proyectos o ya tendremos en pantalla el resultado de alguno?

-En la programación de verano se incluyó una teleserie juvenil titulada  Zoológico, en la que son protagonistas jóvenes que trabajan en este recinto y sus familias. Luego veremos la segunda temporada de UNO y estoy a la espera de presupuesto para concretar otros dos proyectos.

“Lo más inmediato será una película con Alejandro Gil que comenzará a rodarse a finales de este año sobre los estudiantes de medicina. Ya te contaré”.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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