martes, 16 de abril de 2024

La Habana, ciudad teatral

La capital cubana fue siempre un referente de los teatros y los espectáculos. Lo sigue siendo y cuantiosos recursos se destinan para retomar lo dañado e inaugurar otros nuevos...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 01/10/2019
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Gran Teatro Alicia Alonso
Vista del Gran Teatro Alicia Alonso después de su restauración (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

Mucho se dice de La Habana por estos tiempos del aniversario 500. No quisiera repetir recuerdos, nostalgias, lugares…Hoy prefiero quedarme con la imagen de una ciudad que fue siempre una urbe teatral…Cuando se decía “Vamos a hacer América”, y venían a esta región del mundo los artistas del continente europeo, iniciaban la ruta por la capital cubana y lo que aquí tenia éxito, entonces “caminaba” hacia otras ciudades.

La prensa de la década del 20 reseñaba grandiosos espectáculos de ópera en el Teatro Nacional de Cuba y aun antes de 1959, se vivía el teatro en salas pequeñas como la Ideal, Arlequín, Prometeo, Máscaras, el Hubert de Blanck, el Teatro Martí, el Teatro El Sótano…estas dos últimas se mantienen vivas en la actualidad, como el Teatro Mella, el Bertolt Bretch y más recientemente creadas, la sala Adolfo Llauradó, el Teatro Trianón y el Complejo Cultural Raquel Revuelta.

Revisando textos que reviven la historia del periodista Rafael Lam nos encontramos en el siglo XVIII con el Coliseo, llamado después, Principal…el primer teatro de esta ciudad. Luego rememoramos el Teatro Tacón (puertas abiertas en febrero de 1838), antiguo Teatro Nacional, luego Federico García Lorca, más tarde Gran Teatro de La Habana y hoy nombrado Alicia Alonso. Sede de importantes espectáculos de danza y música, no se olvidan las presentaciones de Enrique Caruso, Lucho Gatica, Bola de Nieve, Ernesto Lecuona, Sara Bernhardt y otros.

A partir de septiembre de 1890 el público tuvo el Teatro Alhambra con zarzuelas, teatro bufo y como diría Alejo Carpentier… “convertido en el conservatorio de la música cubana”. Los residentes en el barrio chino de La Habana tuvieron el espacio ideal para perpetuar sus tradiciones culturales en el pequeño Shangai y por esos días, el Teatro Martí (magníficamente restaurado)  denominado Irijoa, por el apellido de su dueño, estuvo muy relacionado con la elite literaria y artística de la ciudad.

El Teatro Campoamor (detrás del Capitolio) con los recuerdos de aquel Festival de Poesía; el Teatro Fausto (en Prado y Colon), el primero en tener aire acondicionado en el país y los Teatros  Auditorium Amadeo Roldán y, hoy en reparación se suman a la lista de salas habaneras con historia y tristezas.

Ahí está el Blanquita, primer nombre que tuvo en 1949, sustituido en 1960 por Chaplin y luego en 1975 nombrado Karl Marx…el América, espacio para espectáculos musicales de excelencia…y las salas de mas reciente creación, cuna de companias teatrales de renombre como Argos Teatro, Ludi Teatro, El Ciervo Encantado y la próxima a inaugurarse Teatro de La Luna.

Salas de teatro diseñadas para el disfrute, insertadas en el proyecto de otras instituciones como la Abelardo Estorino en el Ministerio de Cultura, la Humberto Solás en Fábrica de Arte Cubano, la de la Biblioteca Nacional José Martí, y otras se convierten también en espacios dignos para la representación, los conciertos, las citas teatrales…

Diferentes compañías, y en cierta medida el propio público reclama retomar los espacios de antaño u otorgar nuevos locales a quienes ostentan un quehacer cultural rico. Recursos cuantiosos se destinan al rescate, la conservación, la reapertura de muchos…Paciencia. La Habana no perderá nunca su esencia teatral. Cada uno de nosotros contribuye a ello.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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