sábado, 20 de abril de 2024

Cuba es el escenario natural de mi cine

A propósito de su película Jirafas, Cubahora conversó en exclusiva con Enrique Álvarez...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 17/12/2013
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Jirafas-película de Enrique Álvarez
Jirafas, una propuesta diferente del realizador Enrique Álvarez.

Es el realizador de numerosos video-documetales, experimentales, de ficción y documentales, entre ellos, los raros que integran el programa Nosotros cubanos, de la Productora Francesa A.P.S.C., de 1991. Uno de sus cortos, Lucía en trance, con autoría del guión además, adquirió especial connotación, por haber sido el video de inauguración del 21 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

En 1999 filmó su segundo largometraje como guionista y director, bajo el título Miradas, y el tercero fue la coproducción del ICAIC, Instituto Cubano de Radio y Televisión e Instituto Cubano de la Música, titulada Amores difíciles, en 2006.

Es muy locuaz y entusiasta, está enamorado del universo audiovisual en el cual incursiona en todas sus facetas, aunque el cine y la televisión absorben su atención y constituyen sus fuentes más ricas de inspiración, quizá por eso luce siempre joven a sus cincuenta años.

LA HISTORIA CONDICIONA EN JIRAFAS

—¿Qué importancia ccncedes a Jirafas en el ámbito de tu cinematografía?

 —Es algo muy especial, pues ha sido realizada con una producción relativamente pequeña desde el punto de vista de los recursos asignados, y aunque parezca que esta situación no influye en la filmación, la película pudo realizarse porque no implicaba gran número de locaciones.

“En Jirafas existe una especie de relación inversa. El tipo de producción incide en la historia y la historia condiciona el carácter de aquella.”

JIRAFAS ES UN LARGO CENTRADO EN SUS PERSONAJEAS

—¿En qué se diferencia este largometraje de tu filmografía anterior?

 —Es una película más centrada en los personajes y las circunstancias en que visualicé la historia. La diferencia con mi cine anterior es haber logrado en ella una conceptualización más profunda, de mayor trascendencia. Ahora la acción está más circunscrita a los personajes y de cuanto sucede entre ellos. Uno puede entrever o leer una resonancia del país, pero eso no estaba incluido como el punto de partida, no era mi superobjetivo al iniciar la filmación.

“Es ahí donde radica la diferencia de Jirafas con La Ola, donde los personajes están más atrapados por las circunstancias sociopolíticas del país en ese momento. Aquí está, pero visto de otro lugar.”

LA REALIDAD ENRIQUECE LA FICCION

 —¿Hasta qué punto el argumento de la película está inspirado en una historia real?

 —Su primera escena está basada en un hecho real que le ocurrió Olivia Manrrufo y toda la película es un testimonio de sucesos que se concatenan y pueden sucederle a los personajes o ser reconocidos por ellos o por sus amigos, la gente cercana a su generación. Y más que esto se basa en el modo en que se relacionan todo un sector de la juventud y cómo enfrenta la vida.

“Estas ideas están plasmadas en el guión que escribió otra actriz, Claudia Muñoz y el personaje que con ella invadió la habitación, espacio que era más de los personajes que mío.”

—¿Cómo valoras la influencia del trabajo actoral y de fotografía para enriquecer la filmación?

—La historia dependió, en gran medida, de los personajes y de los actores que los interpretaron. Esto contribuyó a apoyar el trabajo de filmación y que los intérpretes pudieran sentirse solos en el espacio, tal como yo lo había previsto. Por eso, creamos las condiciones para que ellos vivieran las situaciones en que se debaten los protagonistas, como si un documental registrara sus acciones.

EL APORTE DE INTÉRPRETES Y PERSONAJES ES DECISIVO

—¿Preparas una nueva película en estos momentos?

—El más reciente también en esta edición del Festival de Cine en la categoría América Latina, primera Copia, titulado Venecia, el cual partió de una escaleta escrita por Claudia Muñoz, que convertimos en guión ella y yo. Terminamos de escribirla con la participación de los protagonistas. Se trata de una historia de tres mujeres, el fotógrafo y yo.

“Ocurrió algo parecido a la experiencia de Jirafas, pero con un nivel más alto de improvisación que en la otra. Aspiramos a encontrar recursos para terminarla. Ahora estamos en la etapa de la postproducción”.

PENSAR NUESTRO CINE

—¿Has trabajado en disímiles expresiones artísticas, ¿se encuentra el teatro entre ellas?

-Me interesa sobremanera. He dirigido teatros para la televisión y una pieza para Teatro El Público, titulada Tatuaje, hace cuatro años. No tengo ningún otro proyecto, pero si me proponen alguno que me interese, lo emprendería con gusto.

¿Cómo valoras el papel del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano respecto a la cinematografía del continente?

 —Es fundamental sobre todo para establecer las relaciones entre el cine cubano y el latinoamericano, lo cual permite pensar nuestro cine.

¿Hasta qué punto es Cuba tu fuente de inspiración?

 Además de inspiración, Cuba y La Habana son el escenario natural de mis películas, la atmósfera que me interesa para contar historias.

 


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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