jueves, 25 de abril de 2024

Alicia en el país de los libros en CUC (+Fotos)

¿Libros en CUC o en moneda nacional en la Feria del Libro? Las largas colas para entrar a librerías en divisa nos hicieron plantearnos algunas preguntas...

María del Carmen Ramón en Exclusivo 27/02/2013
16 comentarios
Feria Internacional del Libro CUC 01
Cada día es más común ver entre nuestros niños y jóvenes claros fanatismos hacia personajes foráneos (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

“¿Y de qué sirve un libro sin dibujos, ni diálogos?”, se preguntaba Alicia, personaje de ese clásico de la literatura que constituye Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carrol. No pude evitar recordar ese pasaje luego de una conversación que sostuve con una niña, casualmente también llamada Alicia, durante uno de mis recorridos por la Feria Internacional del Libro 2013.

Encontré a la pequeña de unos nueve años casi atrapada por una larga cola de jóvenes, que esperaba impaciente para entrar a una de las librerías de venta en moneda libremente convertible (CUC). Mientras varios muchachos se conglomeraban alrededor de una editorial mexicana; no ocurría lo mismo con la venta en moneda nacional, que si bien el número de personas también frenaba la entrada, la organización era más visible.

“Me gustan más los libros que venden aquí —me dijo Alicia refiriéndose a la librería en CUC—, porque tienen imágenes; los de moneda nacional solo tienen páginas y páginas, y no caricaturas. Es cierto que son más caros, pero es que estoy buscando varios libros para niñas, que solo venden aquí”, comentó.

Sus palabras me impulsaron a seguir conversando con otros niños y jóvenes. Quería saber qué los motivaba a preferir estos libros, y qué les resultaba atractivo entre las opciones en moneda nacional. La mayoría de ellos, tendidos sobre la hierba, mostraban a sus amigos y familiares afiches de sus artistas y deportistas favoritos, agendas coloridas, libros con muchas ilustraciones sobre diversos clásicos infantiles, revistas con Hannah Montana o fútbol.

¿Qué influye en que varios jóvenes prefieran las ofertas de libros y otros artículos en divisa, por encima de las de moneda nacional? ¿Qué pasa cuando a un niño cubano se le pregunta cuáles son los mejores libros? ¿Acaso son necesariamente los más caros?

Para Yelina Suárez, una estudiante de secundaria básica con quien conversé, todos los libros son iguales. “Lo que sucede es que algunos de nosotros estamos buscando materiales para la escuela, agendas, libros de entretenimiento, enciclopedias sobre otras culturas que nos puedan ayudar”. Al mismo tiempo, su amiga Karina Hernández Lee nos confesó que quería comprar libros de historia y diccionarios en la librería en moneda nacional.

Sin embargo, varios son los niños que, quizás debido a la influencia de sus padres, han crecido con el falso concepto de qué es lo bueno y qué lo negativo y, sin siquiera conocer las opciones en moneda nacional, van directo a comprar en divisa. Esta podría ser una primera razón que impulse esta preferencia, pero no es la única.

Miguel Pérez, a quien encontramos al final de la librería en moneda nacional, nos contó que se marchaba casi con las manos vacías, porque estaba buscando libros sobre deporte y solo halló uno. “Hay muchos libros que yo veo que nadie los mira. Me encantaría ver las ofertas en CUC en la librería en moneda nacional, la mayoría de las cosas de deporte tendré que comprarlas allí, sobre todo las relacionadas con el fútbol. ¿Por qué no puedo acceder a ellas por un precio asequible?”, dijo.

El comentario es muy interesante. Las cifras compartidas por los organizadores de la XXII Feria Internacional del Libro de La Habana develan un total de más de mil ejemplares en venta; de ellos, 379 títulos pertenecen a la Editorial Ciencias Sociales, 246 a la literatura infantil; mientras que la editorial Científico Técnica este año exhibió una exigua cantidad de títulos, donde se incluyen libros muy buscados sobre temáticas como deporte y nuevas tecnologías.

En esta, una de las editoriales más buscadas, solo aparecían 19 textos; entre ellos, por el deporte, Felix Savón: esplendor y récords boxísticos, dos de informática, sobre los virus informáticos y el Windows XP, y el resto se repartía entre temas de medioambiente, salud y política.

Los esfuerzos de los organizadores de la Feria del Libro por llevar una variada oferta de libros, que satisfaga las diversas preferencias de la población, son innegables. Por ejemplo, este año las opciones para niños incluyeron diversos libros de cultura general sobre Cuba, su geografía, historia, múltiples títulos sobre José Martí —imprescindibles para acercar a los niños a su obra—, libros de cuentos de autores cubanos y extranjeros, de aventuras, así como otros para colorear o para jugar a las “cuquitas” (término con el que se conoce en Cuba a muñecas de papel que los niños pueden recortar y luego vestir).

De hecho, al recorrer los diferentes stands en moneda nacional, encontramos muchos niños interesados en comprar títulos que estaban a la venta. Ahora bien, aunque los libros para la superación escolar estuvieron entre los más buscados, quizás el mayor atractivo recayera en los de entretenimiento. Cuquitas y libros de colorear estuvieron entre los preferidos.

El tema es bien complejo: ¿hacia dónde se dirigen los gustos de las mayorías que asisten a eventos como esta Feria? ¿Libros donde el contenido lleve las de ganar o la calidad de impresión y sus colores? Evidentemente, con la mayoría de los niños ocurre lo mismo que con Alicia: aquello que no tiene colores no llama lo suficientemente su atención, allí actúan patrones de comportamiento psicológico difíciles de modificar.

Cada día es más común ver entre nuestros niños y jóvenes claros fanatismos hacia personajes foráneos, como Hannah Montana, Dora la exploradora, Harry Potter, que aunque no tienen necesariamente que ver con nuestra idiosincrasia, llegan a niños y jóvenes por medio de las distintas vías de socialización de la información existentes en la actualidad. Que existan estas preferencias no puede preocuparnos, ni exacerbar un nacionalismo que nos lleve a prohibir su venta y promover en su lugar cientos de afiches de Elpidio Valdés o El capitán Plin.

¿Cómo buscar formas de actuar ante este fenómeno? ¿Significa esto que las editoras cubanas tienen que lanzarse a la reproducción de libros de fútbol o a historietas de Hannah Montana, porque una parte de los gustos de los públicos dice que lo prefiere? ¿Cómo crear opciones nacionales de gran atractivo para los jóvenes, o enseñar a los niños que el verdadero valor de un libro no reside en el precio, ni en sus colores?

No apuesto para nada por una desaparición de estos espacios, sino por crear opciones lo suficientemente atractivas como para fortalecer nuestros proyectos en moneda nacional. Se imponen estudios sobre aquellos artículos con mayor aceptación que otros; sin dejar de prestar interés a libros imprescindibles para los niños, y que muchas veces solo los adultos conocemos de su valía.

Tengo una hermana de diez años que, como Alicia y la mayoría de las niñas de su edad, se queda fascinada con muchos de los íconos que las industrias transnacionales han presentado a los adolescentes. Siempre le digo a ella que no me molesta ver un afiche de Hannah Montana en la puerta de su cuarto, siempre que libros como El Principito, La Noche, Corazón o La Edad de Oro formen parte de sus lecturas diarias.

En esta feria, cuando ella puso en mis manos dos CUC, para que yo le comprara un libro en divisa, decidí invertir la misma cantidad en dos fascinantes libros de cuentos de autores cubanos (Es raro ser Mildre, Cuando los cuentos crecieron), un libro para descubrir la naturaleza cubana, varios para colorear y una Edad de Oro. Hasta el momento, ella lee los cuentos de ambos libros, dibuja animales de nuestra fauna nacional, y Hannah Montana continúa colgada en la puerta de su cuarto.

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora

22 Feria Internacional del Libro
Foto: Fernando Medina Fernández/Cubahora


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María del Carmen Ramón

Se han publicado 16 comentarios


Madre
 4/3/13 10:55

Javier, es verdad que hay que comprar los libros que aporten a los niños, pero si van acompañados por "colorines" , será más fácil para ellos adentrarse en la lectura. Por algo histíricamente y en cualquier país, la literatura infantil ha llevado ilustraciones y colores.

Yudy
 4/3/13 8:50

Exacto, lo que necesitamos es que en las librerías podamos encontrar ofertas en moneda nacional, sin necesidad de esperar a una feria. Y es cierto que cada vez que hacen un libro con un poco de calidad en la impresión te lo venden en CUC, y no es que sean de procedencia extranjera...por tanto los que vivimos de un salario tenemos que conformarnos con hacer la alarga cola de la feria y comprar lo que encuentres no lo que buscas.

Extraextra!!
 28/2/13 17:52

Hola. Yo también fui a la feria del libro y, sinceramente, cada año es más difícil comprar un libro interesante. No creo que haya tanta "extranjerización literaria inculcada" hacia nuestros infantes, sino más bien que cada año los libros que provienen del extranjero tienen más calidad que el año anterior, y sus temas son más diversos, todo lo contrario a lo que ocurre con los nuestros... Porque sí había libros con una buena variedad entre las producciones nacionales, pero la mayoría eran de temas "educativos, políticos y sociales" y aunque el estudio pueda entretener, creo que bueno es lo bueno y no lo demasiado... Así que es totalmente normal que la gente vaya buscando algo que se salga de lo cotidiano (temas históricos, etc., etc.) Lo que deberíamos hacer es aumentar el diapasón temático de nuestra literatura para superar, si no igualar, la variedad que ostentan los libros vendidos en CUC, que, por cierto, y aunque suene y parezca paradójico, no son todos de procedencia extranjera...

AZUfre
 28/2/13 13:05

Buenas tardes, lo que no entiendo es porque hay que esperar una vez al año prácticamente para poder encontrar buenas ofertas de libros ya sea para pequeños o para mayores, al menos fuera de la habana donde he tenido la oportunidad de acceder varias veces a estas ferias las colas son bien extensas y por lo general donde hay opciones que atraen más al publico. Con respecto al tema visual la misión de los libros debe ser la de instruir y no se puede olvidar que el aspecto estético es muy importante, y para culminar, las ofertas muchas veces son reducidas y no siempre uno puede comprar lo que quiere.

Yudy
 28/2/13 10:34

Realmente fui el primer día de la feria aqui en Santa Clara, y hoy volví y tampoco, me dijeron que fuera al Pabellón Infantil con el niño de las tres de la tarde pues antes es para las escuelas, que allí encontraría literatura infantil, pues no solo buscaba libros de colorear por supuesto, puse un ejemplo de lo que pidió mi hijo. Y como yo había otras madres en la misma situación , así que no me considero un caso aislado. Otros años solo fui a los kiosks que se habilitan y allí compré desde la edad de oro hasta infantiles con ilustraciones, que a los niños tanto le llaman la atención.

jorge ignacio
 28/2/13 10:05

buenos dias Maria del Carmen.Puede que tengas razon en lo de miabsolutismo,no he estado este año aun en la feria pues vivo en holguin y todavia no nos toca por aca, pero con lo que describes yo soy parte de este "pueblo trabajador", no como digo sino como lo siento soy medico especialista y sobrevivo con mi salario,cuando llegue la feria hasta aca me pasara como a YUDY y con mi salario y mis tres niños no creo que tenga muchas opciones

María del Carmen
 28/2/13 8:48

Yudi!! Realmente no madrugué, pero sí fui los primeros tres días, puede ser que las ediciones fueran pocas y se agotaran. Lamento mucho que no haya podido alcanzar libros de colorear para su niño de nueve años; me comenta que la experiencia fue diferente a otros años, en qué sentido?? Un saludo cordial y seguimos en contacto

yudy
 28/2/13 8:27

María del Carmen parece que usted madrugó pues cuando yo fui se habían agotado, a no ser que después volvieran a asacar pues sabes que no los sacan todos juntos.

López
 27/2/13 16:45

Muy buen trabajo. Tema que pocas veces tratamos realmente necesario. Algo que me asombró de la Feria es que a pesar de tantos libros para niños en CUC encontré libros de Lenin (obras escogidas en 12 tomos) a 1 peso moneda nacional. Prácticamente rogaban que se los llevaran porque pocas personas los compraban. Estaban en una esquina, con libros de poesía en una carpa calurosa... Entonces... por un lado libro de colorear en CUC y con aire acondicionado y por otro libros de colección de Lenin prácticamente regalados!!! Pienso que la distribución de los ejemplares pudo haber sido mejor aunque realmente fue una fiesta de la lectura y un regalo para el pueblo.

María del Carmen
 27/2/13 14:00

Yudi!!! En la librería en moneda nacional había varias opciones de libros de colorear en moneda nacional, muy bonitos, yo le compré varios a mi hermanita. No los vio??

María del Carmen Ramón
 27/2/13 13:42

Saludos Jorge Ignacio!! Por qué absolutizar?? De verdad le parece bien lo que dice?? Ha ido a la Feria alguna vez?? No hay que confundir las cosas, creo que la Feria del Libro tiene muchísimas opciones para niños, jóvenes, adultos... a precios acordes con los salarios de este "pueblo trabajador", como usted dice... pero otra cosa aparte es el tema de los gustos que muchas veces se imponen, y a los cuales nuestras editoriales no tienen por qué prestar total sumisión... a qué se refiere usted con su comentario???

Javier
 27/2/13 12:42

Muy bueno el comentario, lastima que ciertamente muchos padres prefieren comprar un libro lleno de colorines que uno que realmente le aporte a los niños. Considero que siempre hay otras opciones y no se explotan, por ejemplo hace un tiempo compre unos posters de Elpidio Valdés y Vampiros en La Habana, en el Palacio de las Convenciones en solo 10 pesos y de una calidad envidiable, sin embargo donde deberían estar es en la Feria del Libro.

Yudy
 27/2/13 12:25

Mi esperiencia de hoy con la Feria fue muy diferente de otros años,luego de buscar literatura infantil para mis niños , regresé con las manos vacías, pues a las 11 am ya no encontré nada , ni siquiera un libro de colorear que me pidió mi hijo de 9 años, sin embargo en CUC los habían de colores preciosos que a mis hijos le hubieran gustado pero que yo no podía adquirir. Y más me entristeció una madre que al preguntar el precio , su niña le dijo me lo puedes comprar? y ella se quedó con una cara tan desconcertada que me fui para no ver el final de aquello, lo único que pensé fue menos mal que no traje al niño conmigo. Entonces de que hablan de gustos que una les enseña? Si ni siquiera me atrevo a llevarlo a escoger para que no se lleve mi mismo chasco.

jorge ignacio
 27/2/13 10:09

entonces la feria no es para el pueblo trabajador

María del Carmen
 27/2/13 10:07

Saludos Tide y gracias por su comentario!! Muy cierto lo que ud. dice, vivimos en una sociedad donde nuestros gustos y preferencias son el resultado de lo que vemos, una sociedad dominada por la visualidad, y donde no nos convence aquello que no vemos, o que no nos agrada a la vista. Realmente me entristeció un poco en mi recorrido por la Feria encontrar tantos niños que ni siquiera conocían las opciones en moneda nacional y eran conducidos por sus padres a las librerías en CUC. Ayer discutía con mi esposo y él me decía que los niños no conocían las diferencias entre CUC y CUP, y que, por tanto, a ellos les daba lo mismo cualquier libro... Allá voy, no creo que sea tan así, los niños cubanos, no sé por qué razón, están claros de cuánto pueden comprar con un dolar, saben lo que vende en las librerías de México y que eso solo se compra en CUC... Hay muchos que van a la Feria con la idea preconcebida, inculcada por sus padres, de que "los libros lindos están en CUC". Alerto!!! No son tan niños nuestros niños, y lo que le decimos cuando van creciendo les va creando una manera de ver la vida...

Tide
 27/2/13 9:15

María del Carmen, muy bueno tu análisis sobre los gustos de los niños, muy especialmente. Pienso que los gustos no se hacen, brotan, y en la mayoría de los casos corresponden a modas o a lo que le gusta a otros del grupo. Ni los infantes, ni otros de los de “a pie”, tenemos la culpa de que haya ofertas, en este caso de libros, en CUC o en CUP, y que los que se puedan adquirir en CUC sean mejores en muchos aspectos, que los que se ofertan en CUP, la moneda del pueblo. No creo que lo que se hace en Cuba es malo para el gusto de los niños y jóvenes, pero fuera hay muchos más creadores de los que tenemos en el patio, lógicamente, y para remachar el clavo, tienen mejores recursos para producir. Y sobre las ilustraciones en los libros, es algo que aumenta la curiosidad y la imaginación de los más pequeños, y también de los grandes, lo que no hacen las letras solas. Por ejemplo, las ilustraciones de La Edad de Oro, son una belleza, y de niño recuerdo el libro de lectura que tuve en mis primeros años en la escuela, Motivaciones Escolares, que ya nos tocaron en malas condiciones por el previo uso, pero con ilustraciones en blanco y negro, tan bien hechas, que nos ayudaban mucho en la comprensión de lo leído. Tal vez eso ayudó a que todavía, “a varios años luz de aquello”, recuerde letra por letra muchas de las poesías y fábulas que contenía.

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